*JUAN
MARTORANO.
Las sentencias 155 y 156 de la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, han servido como detonante para la aceleración
de los planes injerencistas del imperialismo estadounidense, en
coordinación con sus pares cipayos nacionales de acá. De nada valió
la rectificación y revisión de las sentencias, por orden del
Consejo de Defensa de la Nación.
Esto ha hecho que diferentes actores, tanto nacionales como
internacionales se hayan activado, y estén realizando abiertos
llamados a derrocar al Gobierno de Nicolás Maduro, sin ningún tipo
de prurito o disimulo.
Lo expresado hace algunos días por la agencia de inteligencia
Hinterlaces de Oscar Schemel, el triunfo de Lenín Moreno en Ecuador,
que tumba las tesis del fin del ciclo revolucionario, y los triunfos
de la Revolución Bolivariana, sin negar los errores, fallas y
ejecutorias en la gestión gubernamental que sin duda debemos asumir
y corregir, han hecho que el fascismo, definitivamente, se lancen
como fieras heridas en contra de esta Patria.
Estamos presenciando en estos momentos, como un sector del país
trabaja incansablemente en la generación de condiciones
insurreccionales. En estos momentos, la derecha está en un proceso
de acumulación y articulación de fuerzas, para dar al traste, no
solo al gobierno que dirige Nicolás Maduro, sino el de “yugular”
el “mal ejemplo” de la Revolución Bolivariana.
Ayer pudimos presenciar, como nunca había ocurrido, o por lo menos
como tenga memoria, en los casi 70 años que tiene la Organización
de Estados Americanos (OEA), como se pasaron por el forro las mismas
disposiciones legales que la rigen, al dar un Golpe de Estado
continental.
Les
explico, en el día de ayer, Bolivia, en ejercicio de la presidencia
del Consejo Permanente de la OEA, suspendió en uso de sus
atribuciones, la sesión del día de ayer lunes en ese organismo,
tras denunciar que la misma se convocó de manera inconsulta y
"sin entregar información alguna a Bolivia, que se haría cargo
de presidir la misma".
Es
ahí cuando un grupo de gobiernos de 12 países de dicho organismo
hemisférico, a troche y moche se reunieron, y la reunión en vez de
ser presidida por Bolivia, o Haití que ejerce la vicepresidencia de
este Consejo Permanente, pues juramentaron al embajador de Honduras
como “presidente interino”que asumió esta posición sin la
aprobación de estos dos países.
Es
decir, que además de Venezuela, se han agredido a los países que
ostentan la presidencia y vicepresidencia del Consejo Permanente de
la OEA, en este caso, Bolivia y Haití.
En
estos momentos, el fascismo criollo trabaja fuertemente en
“denunciar” la ruptura del orden constitucional; trabajan
fuertemente en la incitación a la desobediencia civil para derrocar
al Presidente Maduro por vía militar, o en su defecto, se active la
Carta Interamericana Democrática en contra del país.
Estamos
observando como la derecha fascista venezolana está rompiendo todas
las reglas del juego democrático. Era lógico que esta fuese su
respuesta, dada la situación de legalidad burguesa y del Estado
burgués que aún impera en nuestro país.
Las
amenazas y asechanzas están a la orden del día en contra de la
Patria, debemos estar en la calle,en resistencia y atentos ante los
acontecimientos, los cuales están, como diría el profesor Walter
Martínez, en pleno desarrollo.
Pero
no es menos cierto también, que este ataque a los países que no nos
plegamos a los intereses hegemónicos del imperio, es porque una
nueva oleada de gobiernos revolucionarios se avista en el horizonte,
y deben tratar de impedirlo, porque ahora si creo que la Revolución
puede adoptar, si sale vencedora en esta contienda, la senda de la
irreversibilidad y del “no retorno”. Por eso el ataque en estos
momentos.
Y es
en estos momentos, en los que a aquellos sectores que se definen como
revolucionarios hacerles un llamado. No para que acallen sus críticas
y opiniones de errores que haya podido cometer el Gobierno
Bolivariano. Eso es válido, pero lo que si me llama poderosamente la
atención es que no los he visto opinar con respecto a estos ataques
y amenazas en contra de la Patria, o en su defecto, lo hacen de una
manera maniquea y ambigua, de un “sí, pero no”; o simplemente
guardan silencio en cuanto a las agresiones internacionales contra el
país.
Y
peor aún, que en algunos planteamientos, coinciden peligrosamente
con planteamientos de la derecha. Creo que deben revisarse y les hago
desde acá un llamado a la reflexión.
Cito
el ejemplo histórico de cuando Alemania, Inglaterra e Italia
bloquearon las costas venezolanas para exigir el pago de sus “deudas”
que habíamos contraído con esos países, al inicio del siglo XX;
Cipriano Castro, en ese entonces Presidente de los Estados Unidos de
Venezuela, abrió las cárceles venezolanas, y uno de sus más
acérrimos enemigos, el General José Manuel “El Mocho”
Hernández, al enterarse de estas amenazas y este bloqueo, y por su
conciencia patria, se puso a las órdenes de Castro para combatir la
amenaza imperial y que se cernía en ese entonces contra nuestra
Patria.
Cuanta
falta hace en estos momentos seguir un ejemplo como este.
Se
cocina un nuevo 11 de abril de 2002 contra nuestro país, y en este
momento debemos ser radicales. No valen las medias tintas. O se está
con la Patria o se está con el imperio, la contradicción principal,
que es combatir las amenazas imperiales está por encima de nuestras
diferencias a lo interno de la Revolución. Por ello, me sumo al
llamado del Presidente Maduro de unidad nacional para combatir la
agresión.
Y
desde mi punto de vista y ante este nuevo estado de cosas en el que
se encuentra la OEA, creo que no hacemos absolutamente nada en ese
ministerio de colonias, como acertadamente lo catalogó el Comandante
Fidel Castro Ruz, y deberíamos apoyar al Presidente Maduro para que
se retire ipso facto, de dicho organismo que solo sirve a los
intereses del imperialismo. Ya su tiempo se agotó.
Y
por otro lado, desde el día viernes, empezamos a ver como comenzaron
a caerse algunas caretas. Desde mi punto de vista, empezaremos a ver
en los próximos días, por no decir horas, el mismo goteo golpista
previo al golpe del 11 de abril de 2002, solo que en aquella
oportunidad se pronunciaban en su mayoría militares activos; en esta
oportunidad lo están haciendo personajes emblemáticos, actores
políticos, económicos y sociales, cuyo pronunciamiento genera
impacto en la opinión pública, y esto no podemos ignorarlo ni
obviarlo alegremente.
Es
por ello, que en el marco de la coyuntura, estamos llegando a la hora
de las definiciones. Y en este momento, muchos y muchas deben escoger
del lado de la historia en el que quieren estar. Esta no es la hora
de los guabineos ni de las ambiguedades.
¿En
que lado de la historia querrá estar usted? Tiene usted amiga y
amigo que me lee la última palabra
Bolívar y Chávez
viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
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