Como
un búmeran, la ofensiva económica dirigida a depreciar la moneda y
caotizar el flujo comercial de Venezuela se le terminó devolviendo a la
oposición antichavista de la nación suramericana y la obligó a acudir a
la mesa de diálogo planteada desde el mes de mayo por el gobierno de
Nicolás Maduro.
Esta madrugada el representante del Papa Francisco, monseñor Claudio María Celli, secretario de comunicaciones del Vaticano, leyó un comunicado de dos páginas en el que destaca la conformación de cuatro mesas de negociación, una de las cuales tiene como eje temático lo económico y social y que coordina el ex presidente dominicano Leonel Fernández.
El político caribeño viene planteando el tema desde mediados de mayo cuando señaló inesperadamente en una rueda de prensa en Caracas que "la tarea a la que he estado dedicado y sobre lo que vamos a trabajar, con la coordinación de un equipo, es esencialmente ver los distintos aspectos que tienen que ver con la economía venezolana".
Fernández, que andaba con los otros otros mediadores, los ex presidentes español José Luis Rodríguez Zapatero y panameño Martín Torrijos, fue generoso en sus declaraciones, a diferencia de sus colegas.
Explicó que comenzaría por examinar los problemas de abastecimiento y ver cómo reactivar el crecimiento económico.
"Es fundamental volver a la estabilidad con crecimiento económico y suministro de los bienes y servicios básicos que la sociedad demanda. Para esto habrá un diálogo, dentro del marco del diálogo nacional, habrá una subdivisión. Será entre gobierno, integrantes de la MUD, especialistas en el área de economía, economistas, personas del sector privado", agregó con la seguridad de quien ya tiene la ruta definida.
Esa misma tarde la coalición opositora se reunió y con una unanimidad que hace muchas semanas perdió, divulgaron un comunicado para expresar "públicamente nuestra extrañeza por lo planteado en la rueda de prensa por el ex presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, sobre el tema económico".
Asimismo, agregaron que "nada de lo afirmado por Fernández formó parte de lo conversado con el ex mandatario español Rodríguez Zapatero" y remataron con la precisión: "Nuestra visión de la tragedia económica que vive nuestro país difiere radicalmente de lo dicho por el ex mandatario dominicano".
Todo indica que los operadores de la MUD no saben para quién trabajan y que Fernández es "alto pana" de acaudalados businessman venezolanos que tienen rato fastidiados del uso de las distorsiones económicas para tumbar al presidente Maduro. Sólo por mencionar dos grupos, cabe recordar que en el lado oriental de la isla La Española han hecho importantes negocios con el Fondo de Valores Inmobiliarios (FVI) de los hermanos Veluttini, y la Organización Diego Cisneros (ODC), capitaneada por Gustavo Cisneros. De hecho, ambos grupos han terminado por instalar sus headquarters en la nación que invadieran los marines gringos en 1965.
Este lunes de madrugada, escoltado por un Carlos Ocariz inexpresivo como un bodyguard, el secretario ejecutivo de la MUD, el mismo que descargó una batería verbal contra Fernández el 16 de mayo, no tuvo otra opción que ignorar que el político caribeño sí va trabajar en la búsqueda de soluciones al desastre provocado por la ya innegable "guerra económica" impulsada por los grupos empresariales más relacionados con el sector comercial-importador.
Esta madrugada el representante del Papa Francisco, monseñor Claudio María Celli, secretario de comunicaciones del Vaticano, leyó un comunicado de dos páginas en el que destaca la conformación de cuatro mesas de negociación, una de las cuales tiene como eje temático lo económico y social y que coordina el ex presidente dominicano Leonel Fernández.
El político caribeño viene planteando el tema desde mediados de mayo cuando señaló inesperadamente en una rueda de prensa en Caracas que "la tarea a la que he estado dedicado y sobre lo que vamos a trabajar, con la coordinación de un equipo, es esencialmente ver los distintos aspectos que tienen que ver con la economía venezolana".
Fernández, que andaba con los otros otros mediadores, los ex presidentes español José Luis Rodríguez Zapatero y panameño Martín Torrijos, fue generoso en sus declaraciones, a diferencia de sus colegas.
Explicó que comenzaría por examinar los problemas de abastecimiento y ver cómo reactivar el crecimiento económico.
"Es fundamental volver a la estabilidad con crecimiento económico y suministro de los bienes y servicios básicos que la sociedad demanda. Para esto habrá un diálogo, dentro del marco del diálogo nacional, habrá una subdivisión. Será entre gobierno, integrantes de la MUD, especialistas en el área de economía, economistas, personas del sector privado", agregó con la seguridad de quien ya tiene la ruta definida.
Esa misma tarde la coalición opositora se reunió y con una unanimidad que hace muchas semanas perdió, divulgaron un comunicado para expresar "públicamente nuestra extrañeza por lo planteado en la rueda de prensa por el ex presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, sobre el tema económico".
Asimismo, agregaron que "nada de lo afirmado por Fernández formó parte de lo conversado con el ex mandatario español Rodríguez Zapatero" y remataron con la precisión: "Nuestra visión de la tragedia económica que vive nuestro país difiere radicalmente de lo dicho por el ex mandatario dominicano".
Todo indica que los operadores de la MUD no saben para quién trabajan y que Fernández es "alto pana" de acaudalados businessman venezolanos que tienen rato fastidiados del uso de las distorsiones económicas para tumbar al presidente Maduro. Sólo por mencionar dos grupos, cabe recordar que en el lado oriental de la isla La Española han hecho importantes negocios con el Fondo de Valores Inmobiliarios (FVI) de los hermanos Veluttini, y la Organización Diego Cisneros (ODC), capitaneada por Gustavo Cisneros. De hecho, ambos grupos han terminado por instalar sus headquarters en la nación que invadieran los marines gringos en 1965.
Este lunes de madrugada, escoltado por un Carlos Ocariz inexpresivo como un bodyguard, el secretario ejecutivo de la MUD, el mismo que descargó una batería verbal contra Fernández el 16 de mayo, no tuvo otra opción que ignorar que el político caribeño sí va trabajar en la búsqueda de soluciones al desastre provocado por la ya innegable "guerra económica" impulsada por los grupos empresariales más relacionados con el sector comercial-importador.
Las razones para sentarse (o no) a dialogar son también electoralesMás allá de este aspecto, un análisis puntual sobre las razones que llevaron a la MUD a la herradura montada en el Museo Alejandro Otero de Caracas para hablar y negociar con el propio Presidente venezolano, son:
- Los partidos que participaron en el encuentro lo hicieron para defender y no perder sus parcelas de poder ante la inminencia de la megajornada electoral de 2017, que incluye a 23 gobernadores de igual número de entidades federales, cerca de 240 legisladores regionales, 335 mandatarios locales o alcaldes y unos 2 mil 500 concejales.
- Por Primero Justicia asistió el actual alcalde del municipio Sucre del estado Miranda, Carlos Ocariz, aspirante a gobernador del estado Miranda (disputada con su copartidario Henrique Capriles) o a alcalde metropolitano de Caracas. De hecho, ya lanzó una propuesta y una plataforma digital para impulsar su candidatura para sustituir al encarcelado (y no representado) Antonio Ledezma.
- También estuvo el secretario general adjunto de Acción Democrática (AD), Luis Aquiles Moreno, pese a que el máximo jefe de ese partido, Henry Ramos Allup, había asegurado que como "todos nos enteramos por televisión" (del inicio del diálogo) no acudirían a la cita. AD cuenta con la segunda bancada parlamentaria, con 25 diputados, y presume de tener una maquinaria bien organizada para procesos electorales, con la que aspira lograr candidaturas "unitarias" en regiones donde la oposición pudiera tener ventajas, especialmente por el desgaste de algunos gobernadores del chavismo que probablemente optarían por la reelección tras varios períodos.
- El otro participante fue el recientemente desplazado "canciller" de la MUD, Timoteo Zambrano, dirigente nacional de Un Nuevo Tiempo, partido con fuerza regional que sin duda aspira a la candidatura del estado Zulia para su máximo líder, Manuel Rosales, quien desde hace pocos días comenzó a disfrutar de una medida de libertad restringida.
- Y finalmente Henri Falcón, gobernador del estado Lara, quien también pretende preservar su "feudo" en la región centrooccidental donde ha gobernado desde hace varios años.
- Jesús "Chúo" Torrealba, quien con estas cuentas evidentemente no representa a nadie, debió reconocer que terminaron en esa mesa por la insistencia de la propia coalición en pedir la participación del Papa: no les quedó otra que sentarse y reconocer al gobierno de Maduro como un legítimo y legal interlocutor. Es decir, como iguales, tal como ya lo había hecho desde 2013 el propio mandatario venezolano.
- Voluntad Popular (VP), aunque formalmente ausente, también terminó alineado con la agenda institucional (de las instituciones bolivarianas) pues su ausencia se explica como una estrategia de márketing electoral para presentarse como los irreductibles y tratar de captar el voto de la extrema derecha. "Voten por nosotros en elecciones organizadas por la 'dictadura' porque no negociamos con el 'dictador'".
- Por lo pronto a VP le conviene que su líder, Leopoldo López, siga preso porque así se refuerza su estrategia electoral. Por eso su desinterés en acudir al diálogo a pedir la "libertad de los presos políticos".
- En torno al diálogo hay dos iglesias: la del Papa, con enviados desde la Santa Sede, y la del cardenal Urosa Savino, desde las lujosas casonas de los Vollmer en Montalbán o en la Alta Florida (donde Empresas Polar lo aprovisiona diariamente de sus productos). De hecho, el pasado jueves en declaraciones a Globovisión el tío del alcalde de El Hatillo, David Smolansky Urosa (de la dirección de VP), se encargó de dejarlo claro.
- Por lo pronto, el purpurado y arzobispo de Caracas parece estar a cargo de moderar las consecuencias de la frustración de la oposición extremista con respecto a las posibilidades reales de ejecutar sus planes de protesta. Ayer alertó sobre la inconveniencia de marchar a Miraflores (el palacio de gobierno) ante su certeza "divina" de que puede haber "violencia fatal", con lo que le prestó a la MUD oficial los argumentos para una ineludible suspensión de una protesta para la cual posiblemente no tenga capacidad de convocatoria. El mensaje, que estuvo precedido por una exhortación a contener la violencia el jueves pasado, sin duda está dirigido a "audiencias internas" de la propia oposición.
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