María Angélica González
En Venezuela el desabastecimiento no sólo es de alimentos y medicinas.
La información que ofrecen los medios de comunicación alternativos y
del sistema público, está siendo restringida. De nuevo la revolución no
está siendo transmitida.
Desde hace meses muchos camaradas observamos con preocupación como la señal de VTV, ANTV, Telesur , TVES, Vive, Ávila TV, entre otras no está llegando a muchos de nuestros hogares. Una realidad comunicacional distorsionada, cargada de antivalores invade los hogares de los venezolanos.
Ciudad Bolívar no escapa a ese contexto. Hace un par de años adquirimos un equipo de TDA por el que podíamos acceder a un abanico de canales que nos mostraban un país lleno de gente emprendedora, y creativa. Podíamos ver la otra cara del mundo, esa que ocultan las trasnacionales de la comunicación. La TDA actualmente presenta fallas, que técnicamente no podemos explicar pero que el Estado debería atender.
Hay que reconocer los esfuerzos del sistema de medios públicos y de muchos medios alternativos para ofrecer una muy buena y variada programación, sólo que toda esta labor se pierde cuando el mensaje no llega al destinatario. Programas de noticias, de análisis y educativos, que lograron gran audiencia están siendo cercenados al público. Si se trata de un saboteo ya es hora de que se tome control de la situación toda vez que la guerra sicológica es la más peligrosa y ya sabemos cómo y a través de qué medios se logra manipular a las masas.
Hace poco mientras hacíamos el acompañamiento a un grupo de estudiantes de comunicación social de la Misión Sucre, quienes realizaban un diagnostico en una comunidad bolivarense donde precisamente se instaló una base de misiones, nos llamó poderosamente la atención el hecho de que la mayoría de las viviendas tenían instaladas antenas de una empresa cablera privada y que los canales de TV más vistos por la población fueran extranjeros y privados, esos mismos que bombardean hasta más no poder la revolución. Como cosa curiosa encontramos que en todo el sector solo había una sola antena de televisión satelital CANTV, y de paso no funcionaba La TDA no figuraba por ninguna parte.
Este hecho debe llamar la atención para el análisis y la acción; la batalla comunicacional no la ganaremos mientras las municiones las tenga el enemigo.
Desde hace meses muchos camaradas observamos con preocupación como la señal de VTV, ANTV, Telesur , TVES, Vive, Ávila TV, entre otras no está llegando a muchos de nuestros hogares. Una realidad comunicacional distorsionada, cargada de antivalores invade los hogares de los venezolanos.
Ciudad Bolívar no escapa a ese contexto. Hace un par de años adquirimos un equipo de TDA por el que podíamos acceder a un abanico de canales que nos mostraban un país lleno de gente emprendedora, y creativa. Podíamos ver la otra cara del mundo, esa que ocultan las trasnacionales de la comunicación. La TDA actualmente presenta fallas, que técnicamente no podemos explicar pero que el Estado debería atender.
Hay que reconocer los esfuerzos del sistema de medios públicos y de muchos medios alternativos para ofrecer una muy buena y variada programación, sólo que toda esta labor se pierde cuando el mensaje no llega al destinatario. Programas de noticias, de análisis y educativos, que lograron gran audiencia están siendo cercenados al público. Si se trata de un saboteo ya es hora de que se tome control de la situación toda vez que la guerra sicológica es la más peligrosa y ya sabemos cómo y a través de qué medios se logra manipular a las masas.
Hace poco mientras hacíamos el acompañamiento a un grupo de estudiantes de comunicación social de la Misión Sucre, quienes realizaban un diagnostico en una comunidad bolivarense donde precisamente se instaló una base de misiones, nos llamó poderosamente la atención el hecho de que la mayoría de las viviendas tenían instaladas antenas de una empresa cablera privada y que los canales de TV más vistos por la población fueran extranjeros y privados, esos mismos que bombardean hasta más no poder la revolución. Como cosa curiosa encontramos que en todo el sector solo había una sola antena de televisión satelital CANTV, y de paso no funcionaba La TDA no figuraba por ninguna parte.
Este hecho debe llamar la atención para el análisis y la acción; la batalla comunicacional no la ganaremos mientras las municiones las tenga el enemigo.
Periodista
mariaangelicagonzalez254@gmail.com
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