Carmen Castillo Travieso.
Expectativas, esperanzas ansiedad en espera de la definición
Hamletiana, de ser o no ser realidad el ajuste o aumento del combustible
automotor en nuestro país, productor y exportador de petróleo.
Principal recurso en el desarrollo de nuestra economía, por lo tanto,
para Venezuela el petróleo es propiamente su economía.
Mientras el escenario actual es de una innegable crisis económica interna, reforzado por el impacto de baja mundial del precio del petróleo. Contexto en que la OPEP opta por no reducir su producción independiente de causas y culpables, lo central es que es un problema de toda la población venezolana por lo que acarrea en sus consecuencias.
Es válido repasar que la economía se debe al hombre, y donde toda expectativa causa ansiedad, angustia cuando tarda en cristalizar la realidad del hombre en su cotidianidad del día a día para satisfacer sus necesidades de acuerdo a sus escalas posibilidades y, cuando no se resuelve ni una cosa ni otra… invade el escepticismo
El país sigue a la espera de la aplicación de varias medidas estructuradas y anunciadas desde hace varios meses, por el presidente de la República y voceros calificados de su Gabinete.
Entre otras, aumento o no, del precio de la gasolina.
Aumento descrito por unos, como injusto, catastrófico, infortunado e incluso fatal. Para otros, necesario, obligatorio, inaplazable, ineludible en suma, positivo.
Ambos juicios o criterios provienen de voces autorizadas en todos los planos de la temática en sí, como en su solvencia académica, moral, ya sean funcionarios, analistas economistas expertos del área o simplemente ciudadanos.
Ante ello es obligante que el presidente Maduro tome las medidas que exige la coyuntura en el espacio y tiempo pese a los costos políticos que pueda acarrear, cualquiera sea la decisión. Siendo imperativo se vele por toda su incidencia en profundizar la democracia participativa y protagónica con oportuna y eficaz comunicación.
Sin perder de vista la vigilancia conveniente a otros y que “venezolanos” muy perversos y apátridas por su empeño en manipular la psiquis del colectivo para los supuestos caracazos, a la caza de su “SALIDA” que les resulta una paradoja, porque los pone a la entrada de otro estruendoso fracaso, al estar años luz, del contexto cuando CAP por ejemplo, aumentó la gasolina que se aplicaba la receta del FMI, con la consiguiente liberación de todos los productos con una inflación cercana al 100%, marcado desempleo, salarios bajísimos…. ¿Casos de corrupción?... se registran suicidios de hombres de Gabinete…
Pero eso es otra historia conocida. Lo sustantivo hoy, es el hombre, la mujer la población toda de la Venezuela querida, donde la mayoría fue visibilizada, respetada dignificada desde Hugo Chávez apareció claro y firme, iluminando horizontes. A partir de entonces asumimos con hechos concretos, beneficios como nunca en 40 o 200 años, que hemos defendido y seguiremos defendiendo con nuestra propia vida de ser necesario.
Por esas razones, este pueblo en su mayoría con rostro y voluntad, espera de sus defendidos gobernantes en todos estos quince años, que de manera oportuna con clara definición y decisión, afronten los fenómenos económicos sociales que hoy nos afectan seriamente en nuestras realidades internas.
¡Adelante con Chávez siempre presente!
Mientras el escenario actual es de una innegable crisis económica interna, reforzado por el impacto de baja mundial del precio del petróleo. Contexto en que la OPEP opta por no reducir su producción independiente de causas y culpables, lo central es que es un problema de toda la población venezolana por lo que acarrea en sus consecuencias.
Es válido repasar que la economía se debe al hombre, y donde toda expectativa causa ansiedad, angustia cuando tarda en cristalizar la realidad del hombre en su cotidianidad del día a día para satisfacer sus necesidades de acuerdo a sus escalas posibilidades y, cuando no se resuelve ni una cosa ni otra… invade el escepticismo
El país sigue a la espera de la aplicación de varias medidas estructuradas y anunciadas desde hace varios meses, por el presidente de la República y voceros calificados de su Gabinete.
Entre otras, aumento o no, del precio de la gasolina.
Aumento descrito por unos, como injusto, catastrófico, infortunado e incluso fatal. Para otros, necesario, obligatorio, inaplazable, ineludible en suma, positivo.
Ambos juicios o criterios provienen de voces autorizadas en todos los planos de la temática en sí, como en su solvencia académica, moral, ya sean funcionarios, analistas economistas expertos del área o simplemente ciudadanos.
Ante ello es obligante que el presidente Maduro tome las medidas que exige la coyuntura en el espacio y tiempo pese a los costos políticos que pueda acarrear, cualquiera sea la decisión. Siendo imperativo se vele por toda su incidencia en profundizar la democracia participativa y protagónica con oportuna y eficaz comunicación.
Sin perder de vista la vigilancia conveniente a otros y que “venezolanos” muy perversos y apátridas por su empeño en manipular la psiquis del colectivo para los supuestos caracazos, a la caza de su “SALIDA” que les resulta una paradoja, porque los pone a la entrada de otro estruendoso fracaso, al estar años luz, del contexto cuando CAP por ejemplo, aumentó la gasolina que se aplicaba la receta del FMI, con la consiguiente liberación de todos los productos con una inflación cercana al 100%, marcado desempleo, salarios bajísimos…. ¿Casos de corrupción?... se registran suicidios de hombres de Gabinete…
Pero eso es otra historia conocida. Lo sustantivo hoy, es el hombre, la mujer la población toda de la Venezuela querida, donde la mayoría fue visibilizada, respetada dignificada desde Hugo Chávez apareció claro y firme, iluminando horizontes. A partir de entonces asumimos con hechos concretos, beneficios como nunca en 40 o 200 años, que hemos defendido y seguiremos defendiendo con nuestra propia vida de ser necesario.
Por esas razones, este pueblo en su mayoría con rostro y voluntad, espera de sus defendidos gobernantes en todos estos quince años, que de manera oportuna con clara definición y decisión, afronten los fenómenos económicos sociales que hoy nos afectan seriamente en nuestras realidades internas.
¡Adelante con Chávez siempre presente!
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