Soraya Beatriz El Achkar G
Con la Constitución de la
República logramos conceptualizar la educación como un derecho humano, y
este enfoque se convirtió en un horizonte ético para el gobierno
bolivariano, que lo ha demostrado con hechos concretos
Con la Constitución de la República logramos conceptualizar la educación como un derecho humano, y este enfoque se convirtió en un horizonte ético para el gobierno bolivariano, que lo ha demostrado con hechos concretos: masificó la atención a los niños menores a 3 años, expandió las escuelas bolivarianas con un enfoque de educación integral, diseñó el programa de alimentación escolar y creó recientemente una corporación para la atención especial del tema, eliminó el cobro por inscripción haciendo efectivo el derecho a la gratuidad, elaboró y ahora distribuye textos escolares que responden a nuestros contextos, ha entregado más de 3 millones de canaimitas y ha instalado miles de centros de informática. Comenzó a crear las condiciones para la atención e integración de los niños y niñas con necesidades especiales. Además de diseñar las misiones educativas para adultos y crear-municipalizar nuevas universidades que responden al proyecto de la Nación. Los hechos demuestran que la vocación humanista de la Constitución de la República es una realidad asumida desde la llegada del presidente Hugo Chávez. Eso no significa que no haya desafíos por delante. El presidente Nicolás Maduro nos ha llamado a ser exigentes y hacer una revisión a la luz de los 15 años de la Constitución para profundizar el compromiso con nuestro pueblo. En ese sentido, debemos reconocer que debemos resolver el cuido y la seguridad de las instalaciones escolares, la formación inicial y permanente de los docentes, la calidad de la enseñanza, los problemas de inconvivencia en las escuelas, y fortalecer el sistema de protección estudiantil, además de la actualización de los planes de estudios. El presidente Chávez nos solía decir que le reportáramos los problemas y nos demostró que los desafíos se deben asumir con una actitud de gallardía para atender a nuestro pueblo. Por eso el presidente Nicolás Maduro instruyó escuchar a la sociedad venezolana en relación con los problemas de la educación, y ahora toca poner en marcha las recomendaciones que hicieron más de 7 millones 200 mil personas en el marco de la consulta por la calidad educativa. Por fortuna contamos con una Constitución que nos ofrece el marco ético-jurídico para garantizar el derecho a la educación y un gobierno dispuesto a mandar obedeciendo al pueblo.
Con la Constitución de la República logramos conceptualizar la educación como un derecho humano, y este enfoque se convirtió en un horizonte ético para el gobierno bolivariano, que lo ha demostrado con hechos concretos: masificó la atención a los niños menores a 3 años, expandió las escuelas bolivarianas con un enfoque de educación integral, diseñó el programa de alimentación escolar y creó recientemente una corporación para la atención especial del tema, eliminó el cobro por inscripción haciendo efectivo el derecho a la gratuidad, elaboró y ahora distribuye textos escolares que responden a nuestros contextos, ha entregado más de 3 millones de canaimitas y ha instalado miles de centros de informática. Comenzó a crear las condiciones para la atención e integración de los niños y niñas con necesidades especiales. Además de diseñar las misiones educativas para adultos y crear-municipalizar nuevas universidades que responden al proyecto de la Nación. Los hechos demuestran que la vocación humanista de la Constitución de la República es una realidad asumida desde la llegada del presidente Hugo Chávez. Eso no significa que no haya desafíos por delante. El presidente Nicolás Maduro nos ha llamado a ser exigentes y hacer una revisión a la luz de los 15 años de la Constitución para profundizar el compromiso con nuestro pueblo. En ese sentido, debemos reconocer que debemos resolver el cuido y la seguridad de las instalaciones escolares, la formación inicial y permanente de los docentes, la calidad de la enseñanza, los problemas de inconvivencia en las escuelas, y fortalecer el sistema de protección estudiantil, además de la actualización de los planes de estudios. El presidente Chávez nos solía decir que le reportáramos los problemas y nos demostró que los desafíos se deben asumir con una actitud de gallardía para atender a nuestro pueblo. Por eso el presidente Nicolás Maduro instruyó escuchar a la sociedad venezolana en relación con los problemas de la educación, y ahora toca poner en marcha las recomendaciones que hicieron más de 7 millones 200 mil personas en el marco de la consulta por la calidad educativa. Por fortuna contamos con una Constitución que nos ofrece el marco ético-jurídico para garantizar el derecho a la educación y un gobierno dispuesto a mandar obedeciendo al pueblo.
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