Daniela Ferrer
Por consejo de sus asesores o porque le gusta, Usted abusa de la expresión: Yo asumo mi responsabilidad; como si todavía estuviese dirigiéndose al país aquel 4 de Febrero, en las condiciones de un gobierno adeco. Desde entonces mucha agua ha corrido, pero de hecho cree que la situación es idéntica, que su liderazgo es místico y su palabra oración. Quizás porque en su fuero más profundo, concibe al pueblo como si de éste fuese su gran padre o mentor.
El aspecto cuantitativo de su presencia y confianza en los venezolanos no merece comentarios: disminuyó aunque Jesse haga malabares con las variables y el rechazo de la clase media se acerca a lo unánime; pero se atreve a comprometer, proyectando a diez millones de votantes con Usted. Una se pregunta cuántas personas serán las inscritas en el PSUV y quiénes ya no quieren saber de él ni de sus cooptadas “autoridades”, dizque electas.
Pero donde la cosa se pone fea es en el aspecto cualitativo. Es una pena que en su feliz claustro, lleno de fauna y de bufones, esté lejos de percibir el día a día del país y su rumbo. En la vida de la gente la impronta, marca o influencia del “proceso” es nula. Presidente: Lea periódicos, vaya al mercado, visite escuelas, pase por la morgue, circule por carreteras, salga de noche, reclame irregularidades, intente ser honesto, responsable y decente… Pin, pan, pum… pa’ que sea serio. Donde reclame le verán de reojo y en caso de que no lo reconozcan: Si quieres llama a Chávez…
Yo en verdad creo que Usted no asume ninguna responsabilidad. Usted lo que hace es decir que asume la responsabilidad, y eso es muy distinto. El colmo sería que no dijera que asume su responsabilidad. ¿Cuál responsabilidad asume Usted? ¿Responsabilidad de quién o de quiénes? ¿Cree Usted que diciendo asumo mi responsabilidad algo resuelve o repara? ¡No y no, Señor Presidente! Las cosas empeoran y las joyas que no sé si por ciego o soberbio aplaude, se muestran seguras, sobradas e intocables. ¿Qué entiende Usted por asumir? ¿Echarse carros ajenos de palabra? Porque quien roba, deshace y jode, le resbala su papel de receptor de culpas y pedilón de perdones. ¿Usted olvida, Señor Presidente, quien nombra a quien? ¿Sabe acaso que cuando Eduardo Samán fue destituido se desmanteló por completo al Ministerio de Comercio y a un trabajo político de años? ¿O la cosa es tan simple como decirle a Elías: “Llama a Samán y dile que ponga el cargo a la orden”. ¿Qué responsabilidad asumió Usted en ese daño a la Revolución y a la cantidad de gente afectada, hostigada y perseguida? ¿Si hasta públicamente aplaudía (indiferencia y regaño de por medio) a quien en nombre de intereses contrarios al Proceso, perpetró el daño cuando recibió el Ministerio? Vamos, diga, ¿Qué reparó Usted, Señor Presidente? En ese caso y en casi todos, no repara nada. Un daño sucede a otro daño a costa de la perversión de algunos y la decepción de muchos. Tanta gente que ya lo asume por tuerto frente a la ceguera de los vende patria; como mujer venezolana me entristece ese consuelo de “lo menos malo”.
¿Qué repara Usted, Señor Presidente, diciendo que asume la responsabilidad? ¿Será que por confeso el delito o la falta prescriben? Cuánta denuncia hacia el PSUV como un partido muerto que sólo reacciona y obedece cuando Usted ordena y regaña; si Usted es Presidente de ese Partido donde la deserción y la desilusión cabalgan, qué hace… Decir que si fuera cierto el negocio, la comisión, el cogollerismo y la traición Yo me retiro… Usted disculpe, pero eso es un amago de barrio o llevarse los guantes y el bate para que no juegue nadie, es asomar la posición de “imprescindible” y creerse “el propio” para un pueblo “bueno y bonito” que en el pide “resuelve” no distinguirá si es Usted u otro que lo salve y embriague.
Asumo mi responsabilidad… Bueno, Usted es responsable de que la oposición controle la Educación y la deformación de generaciones castradas de sus funciones cognitivas, no le llama Usted, zorro de la política a Aristóbulo (¡menudo zorro!), no siente usted por Navarro admiración que él se cree con ademanes de profundo y de sabio; quién es responsable del número de diputados enemigos en la Asamblea si en la madrugada de esa derrota política quien se asomó al balcón fue su infalible zorro; sabe lo que ocurre con el Programa de Alimentación Escolar (PAE); sabe del destrozo de los Ilustres y los Próceres; para no alargar más la lista de miserias y de males, sabe Usted que la Patria es mitad rebusque y mitad derroche… ¿Lo sabe?
Asumir no es decir, ni consumirse es consumarse. Según el DRAE, asumir. (Del lat. Assumere). Atraer a sí, tomar para sí.|| 2. Hacerse cargo, responsabilizarse de algo, aceptarlo. || 3. Adquirir, tomar una forma mayor.
¿En cuál dimensión, Señor Presidente, Usted toma para sí o se hace cargo? ¿En el discurso?, ¿En la conciencia?, ¿En el poder de Dios?, ¿En la promesa?, ¿En el juramento?, ¿En su defensivo hacerse querer?, ¿En imaginar que responde al: Y ahora…, quién podrá defenderme?, ¿En la conseja del pueblo: “es que él no puede solo”?. O es Poncio Pilatos cuando a la frase: asumo mi responsabilidad, agrega: que los demás asuman la suya. Mire Presidente, esos demás, en funciones de gobierno, se envisten por su potestad, no salen porque Usted los rota y, si cumplen con su deber, no le sirven.
¡Hasta cuándo! ¡Hasta cuándo dejar que Usted deshaga y disponga!
Postdata: Si como manager de un equipo de béisbol, sienta, retira y saca a los estelares y los prospectos, tiene que asumir. Asumir que el dueño del equipo lo bote y que ningún otro lo contrate.
Sin timón los Patas Rojas, titularía un periódico al otro día…
El aspecto cuantitativo de su presencia y confianza en los venezolanos no merece comentarios: disminuyó aunque Jesse haga malabares con las variables y el rechazo de la clase media se acerca a lo unánime; pero se atreve a comprometer, proyectando a diez millones de votantes con Usted. Una se pregunta cuántas personas serán las inscritas en el PSUV y quiénes ya no quieren saber de él ni de sus cooptadas “autoridades”, dizque electas.
Pero donde la cosa se pone fea es en el aspecto cualitativo. Es una pena que en su feliz claustro, lleno de fauna y de bufones, esté lejos de percibir el día a día del país y su rumbo. En la vida de la gente la impronta, marca o influencia del “proceso” es nula. Presidente: Lea periódicos, vaya al mercado, visite escuelas, pase por la morgue, circule por carreteras, salga de noche, reclame irregularidades, intente ser honesto, responsable y decente… Pin, pan, pum… pa’ que sea serio. Donde reclame le verán de reojo y en caso de que no lo reconozcan: Si quieres llama a Chávez…
Yo en verdad creo que Usted no asume ninguna responsabilidad. Usted lo que hace es decir que asume la responsabilidad, y eso es muy distinto. El colmo sería que no dijera que asume su responsabilidad. ¿Cuál responsabilidad asume Usted? ¿Responsabilidad de quién o de quiénes? ¿Cree Usted que diciendo asumo mi responsabilidad algo resuelve o repara? ¡No y no, Señor Presidente! Las cosas empeoran y las joyas que no sé si por ciego o soberbio aplaude, se muestran seguras, sobradas e intocables. ¿Qué entiende Usted por asumir? ¿Echarse carros ajenos de palabra? Porque quien roba, deshace y jode, le resbala su papel de receptor de culpas y pedilón de perdones. ¿Usted olvida, Señor Presidente, quien nombra a quien? ¿Sabe acaso que cuando Eduardo Samán fue destituido se desmanteló por completo al Ministerio de Comercio y a un trabajo político de años? ¿O la cosa es tan simple como decirle a Elías: “Llama a Samán y dile que ponga el cargo a la orden”. ¿Qué responsabilidad asumió Usted en ese daño a la Revolución y a la cantidad de gente afectada, hostigada y perseguida? ¿Si hasta públicamente aplaudía (indiferencia y regaño de por medio) a quien en nombre de intereses contrarios al Proceso, perpetró el daño cuando recibió el Ministerio? Vamos, diga, ¿Qué reparó Usted, Señor Presidente? En ese caso y en casi todos, no repara nada. Un daño sucede a otro daño a costa de la perversión de algunos y la decepción de muchos. Tanta gente que ya lo asume por tuerto frente a la ceguera de los vende patria; como mujer venezolana me entristece ese consuelo de “lo menos malo”.
¿Qué repara Usted, Señor Presidente, diciendo que asume la responsabilidad? ¿Será que por confeso el delito o la falta prescriben? Cuánta denuncia hacia el PSUV como un partido muerto que sólo reacciona y obedece cuando Usted ordena y regaña; si Usted es Presidente de ese Partido donde la deserción y la desilusión cabalgan, qué hace… Decir que si fuera cierto el negocio, la comisión, el cogollerismo y la traición Yo me retiro… Usted disculpe, pero eso es un amago de barrio o llevarse los guantes y el bate para que no juegue nadie, es asomar la posición de “imprescindible” y creerse “el propio” para un pueblo “bueno y bonito” que en el pide “resuelve” no distinguirá si es Usted u otro que lo salve y embriague.
Asumo mi responsabilidad… Bueno, Usted es responsable de que la oposición controle la Educación y la deformación de generaciones castradas de sus funciones cognitivas, no le llama Usted, zorro de la política a Aristóbulo (¡menudo zorro!), no siente usted por Navarro admiración que él se cree con ademanes de profundo y de sabio; quién es responsable del número de diputados enemigos en la Asamblea si en la madrugada de esa derrota política quien se asomó al balcón fue su infalible zorro; sabe lo que ocurre con el Programa de Alimentación Escolar (PAE); sabe del destrozo de los Ilustres y los Próceres; para no alargar más la lista de miserias y de males, sabe Usted que la Patria es mitad rebusque y mitad derroche… ¿Lo sabe?
Asumir no es decir, ni consumirse es consumarse. Según el DRAE, asumir. (Del lat. Assumere). Atraer a sí, tomar para sí.|| 2. Hacerse cargo, responsabilizarse de algo, aceptarlo. || 3. Adquirir, tomar una forma mayor.
¿En cuál dimensión, Señor Presidente, Usted toma para sí o se hace cargo? ¿En el discurso?, ¿En la conciencia?, ¿En el poder de Dios?, ¿En la promesa?, ¿En el juramento?, ¿En su defensivo hacerse querer?, ¿En imaginar que responde al: Y ahora…, quién podrá defenderme?, ¿En la conseja del pueblo: “es que él no puede solo”?. O es Poncio Pilatos cuando a la frase: asumo mi responsabilidad, agrega: que los demás asuman la suya. Mire Presidente, esos demás, en funciones de gobierno, se envisten por su potestad, no salen porque Usted los rota y, si cumplen con su deber, no le sirven.
¡Hasta cuándo! ¡Hasta cuándo dejar que Usted deshaga y disponga!
Postdata: Si como manager de un equipo de béisbol, sienta, retira y saca a los estelares y los prospectos, tiene que asumir. Asumir que el dueño del equipo lo bote y que ningún otro lo contrate.
Sin timón los Patas Rojas, titularía un periódico al otro día…
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