lunes, 27 de junio de 2011

Espacio crítico para la construcción socialista #37 El imprescindible Chávez: medios, miserias humanas y dos lecciones.


Nicmer N. Evans
evansnicmer.blogspot.com
@NicmerEvans

                      
Venezuela ratifica la madurez adquirida después del golpe de Estado del 2002, cuando sus ciudadanos decidieron no creer más de manera absoluta en los medios de comunicación, para utilizarlos sólo como referentes de la verdad y no como la verdad misma.

Sin embargo, ante la novedad y lo desconocido del impacto real de las redes sociales, este nuevo instrumento (ni bueno, ni malo y además multidireccional) de comunicación cada día acapara más la atención, ya que teniendo la extraordinaria capacidad de conectar a una cantidad ilimitada de personas de manera simultanea y en tiempo real para informar o movilizar, también hay quienes bajo el amparado del anonimato en muchos casos, especulan y difaman sin sanción alguna bajo el manto más extremo del libertinaje de expresión.

El amplio desconocimiento del real impacto de las redes sociales, como consecuencia de su novedad y uso individualizado e individualizante pero con efectos colectivos, potenciado por el resto de los medios de comunicación, hace de ésta herramienta un foco perfecto de manipulación para quienes por ocio o por premeditación y alevosía la usan para distorsionar situaciones que afectan a todo un país, sin medir las consecuencias. Es el caso de como, en el caso de la enfermedad del Presidente Chávez, twitter se ha transformado en un medio de ataque político y develación colectiva de miserias humanas por un lado, y por el otro un espacio de resistencia política y solidaridad ante la afección de salud del Presidente.

No será jamás mi intención utilizar esta columna para desarrollar una cronología morbosa y humillante de quien padece enfermedad alguna, ya que aunque no soy periodista creo y respeto su código de ética y en ejercicio y compromiso de la comunicación me someto a él ampliamente, pero creo tener el deber de recriminar a quienes por cualquier medio, sea twitter, sea en una columna impresa o vía Internet, se han prestado para afirmar cosas que al final, aunque están vinculadas a un personero público, atañen también a la salud de un ser humano que merece nuestro respeto simplemente por esta condición.

Si alguno de los que me lee espera que repita alguna de las miserias humanas y seudoinformaciones publicadas en estos días, lamento defraudarlo, y para aquellos que estarán pensando que este tipo de cosas pasa por ausencia de información y con base en esto justifica cualquier especulación, les digo que son tan miserables como aquellos que inventan datos, referencias, médicos e indicios para lastimar el sentimiento de amor, aprecio, respeto e incluso en algunos casos rechazo serio al Presidente.

Sería profundamente ingenuo pensar que las matrices de opinión creadas por medios de comunicación internacionales no están conectadas con los intereses de medios nacionales, quienes han tratado de valerse de fuentes extranjeras para no afectar lo que seguro sería una sanción razonable por generar zozobra e incertidumbre pretendiendo azuzar a los sectores desestabilizadores más radicales, pero a ellos les envío mi mayor sentimiento de pena, ya que hoy en día lo que vemos en nuestro país es a una Fuerza Armada alineada con el verdadero respeto al Estado de Derecho, La Constitución y las Leyes, capaz de garantizar la paz y el orden en nuestro país, a pesar de la ausencia de nuestro Presidente del territorio nacional producto de una operación, que como cosa evidente impide en su fase inicial de recuperación el regreso aéreo a nuestro territorio por la herida vinculada a la operación en su etapa de cicatrización (y no hay que ser médico para saberlo).

Estoy seguro que también debemos hablar de nuestro pueblo venezolano y su extraordinaria madurez política, aquella que ha permitido a pesar de la intención de sectores desestabilizadores, sobreponerse a sus ataques comunicacionales y saber esperar en conciencia de que el Presidente Chávez jamás sometería al país a una incertidumbre comunicacional, y que las causas de su ausencia son totalmente razonables, vinculadas a lo afirmado por los voceros oficiales y serán explicadas en detalle a su regreso el 3 de julio.

¿Será acaso que la oposición venezolana piensa que el pueblo de nuestro país no comprende que todo lo que compete a la salud del Presidente de la República en un asunto de Estado, que debe ser manejado bajo la discreción y seguridad del caso?, ¿Será que la oposición no sabe que el Presidente Chávez es un objetivo militar del capitalismo e imperialismo mundial y por ello se debe ser celoso en la información de su salud?, ¿La oposición nos cree tan pendejos que piensa que no nos damos cuenta que los centímetros y segundos que utilizan en sus medios para descalificar permanentemente al Presidente Chávez deben llenarlos de alguno manera al no estar él presente en los medios por su convalecencia, y la única manera para ellos es seguir hablando de él pero ahora en la absoluta especulación farandulera o necrofílica?

Mientras tanto, el país no se detiene. Lamento decirle a la oposición desestabilizadora y radical nacional y los “traspolíticos” (los trasnacionales de la política desestabilizadora antichavista) que el país sigue en marcha, con un gobierno permanentemente activo y un partido diseminado por cada espacio y rincón del país, con aciertos o errores, desarrollando el activismo permanente para garantizar la estabilidad del país.

Dos lecciones de todo esto debemos sacar al final: 1.- El Presidente Chávez es en este momento imprescindible para la continuidad del proceso, ya que en lo inmediato no existe nadie que pueda pretender sustituirlo dentro ni fuera de la revolución. 2.- Lo anterior no es totalmente positivo, es fundamental para la continuidad del proceso revolucionario que Chávez trascienda sin atentar contra él mismo, dando pasos al desarrollo de una camada de cuadros políticos que garantice que la permanencia revolucionaria y socialista no dependa de su presencia física ya que todos somos mortales y susceptibles a afecciones particulares que no deben repercutir de manera determinante en el destino del país ni en el desarrollo del proyecto político que encarna él mismo.
 
Esta última reflexión la he venido haciendo ya hace tiempo y seguro estoy que más que nunca es hora de debatir sobre esto, con el liderazgo indiscutible de Chávez y en la certidumbre de que ya existe la madurez suficiente para dar un diálogo serio al respecto desde el seno del PSUV y del Polo Patriótico. 

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