lunes, 10 de enero de 2011

Transformación del Estado, sobre el IVA y las 3R², La AN y los suplentes, parlamentarismo de calle de la oposición y las instituciones como refugios.

Nicmer N. Evans
evansnicmer.blogspot.com
@NicmerEvans


Una Comisión Presidencial para la Transformación del Estado es necesaria.Todo Estado que pretenda ser socialista tiene como elemento central de su atención la planificación y tendrá como profundo dilema el desarrollar una transformación política, social y económica con instituciones que no fueron concebidas para tal fin y Venezuela no escapa de ello. Las instituciones IV republicanas fueron concebidas para ser estructuras que dan respuesta a los intereses de clases privilegiadas y dádivas a las clases más desposeídas, sin incorporar al pueblo en el proceso de desarrollo nacional, se considera un Estado benefactor, constituido por funcionarios públicos, que dentro de las instituciones no son pueblo y cuando salen de ellas pasan a ser quienes más reclaman el funcionamiento inadecuado de las mismas. El burocratismo es el estilo de funcionamiento que permite, facilitar la descalificación de lo público, con la intención de elogiar lo privado y facilitar el apoyo popular para la privatización de todo lo que por naturaleza es “público”. La acción de las instituciones IV republicanas es definida por un burócrata desde su oficina, aislado de la realidad de la comunidad que va a afectar con su decisión, y mucho menos pensar que este consulte su política pública. Si realmente queremos construir una República socialista, un Estado comunal, un Estado social, de derecho y de justicia, la única manera es transformando las estructuras que constituyen el viejo Estado Liberal Burgués, planteando la transformación en la relaciones sociales que establecen la nueva institucionalidad, superando así el esquema de dominación de las instituciones sobre el pueblo, e integrando al pueblo en el ejercicio cabal de su derecho a planificar, ejecutar y controlar políticas públicas, a partir de un Plan Nacional de Desarrollo. La nuevas leyes del Poder Popular, extraordinariamente concebidas para el emerger de los ciudadanos como sujetos de derecho, encontrarán en el Estado actual su principal enemigo para avanzar si las estructuras del mismo, más que reformadas no son transformadas para esta nueva concepción comunal. Es por esto y muchos aspectos más que, más allá de la acción de los organismos que tiene como adscripción la función planificadora, que en once años no han formulado un plan para la transformación  del Estado que haya sido pública, debería constituirse desde la Presidencia de la República una Comisión Presidencial para la Transformación del Estado, de altísimo nivel ideológico y técnico, que permita dar las orientaciones para la verdadera transformación hacia un Estado Comunal, que formule en no menos de nueve meses las directrices necesarias para desarrollar leyes en el marco de La Ley Habilitante para garantizar su viabilidad, esta comisión debe ser muy distante de aquella Comisión Presidencial para la Reforma del Estado (COPRE) que sirvió a los objetivos del viejo Estado, que no termina de morir, y por el contrario pareciera cada día tener más terreno en su existencia, ya no es reformar, o transformamos con las bases o el proyecto fracasará. Sobre el IVA y las 3R². Hemos sido testigo de la acción de un Estadista que tiene la capacidad de enmendar humildemente sus errores. La rectificación ante la medida anunciada de aumentar el IVA es un acierto que ratifica que este proceso es plenamente socialista, de hecho la tendencia debe ser a que desaparezca como modo de pechaje regresivo, me alegro de comprobar permanentemente que aquellas voces críticas propositivas, en el marco de las 3R² son oídas por el presidente incluso más que aquellos detractores de oficio que dentro del mismo proceso revolucionario lo que hacen es adular todas las decisiones del líder aunque sean errores evidentes porque su función como V columnas es que esos errores tiren por el despeñadero el logro que con esfuerzo ha hecho un pueblo. ¡Viva la crítica propositiva que ha triunfado una vez más sobre los aduladores de la V columna! Aunque aun falta mucho. La nueva AN y los suplentes. La instalación de la nueva Asamblea Nacional sigue siendo el centro de atención del país por la incorporación de una oposición que había abandonado el diálogo y el foro democrático por excelencia, ya que su objetivo siempre fue la salida rápida; el golpe de Estado, queda por ver como seguirá desarrollándose el debate, pero es evidente que el antagonismo de dos modelos, el capitalismo vs. el socialismo es el dilema real, sin embargo hemos visto con asombro que los suplentes no han sido juramentados junto a los principales, cosa que sí sucedió en el Parlatino, de hecho es mínimo el papel que han jugado, así como, tampoco se han tomado en cuenta para la articulación de las comisiones ni para funciones estratégicas de alto gobierno, seria lamentable no incorporar más activamente a quienes fueron igualmente electos y participaron de manera determinante para que los principales estén actualmente en sus curules.Parlamentarismo de calle de oposición. Con asombro leo a través de los medios de comunicación esta semana, que la oposición inicia jornadas de parlamentarismo de calle, definitivamente ésta se quedó cinco años atrás en el pasado, viendo al parlamentarismo de calle como una novedad, que en su momento fue útil, pero muy poco eficiente. Los veremos dentro de cinco años planteando “el pueblo pa' la Asamblea” cuando ya estemos en un Estado Comunal, que poco originales y retrógradas en sus planteamiento. Las instituciones como refugios. He visto  con atención la modificación de estructuras físicas de varias instituciones públicas, esto, con la finalidad de ser adecuadas como albergues temporales para los damnificados; esta erogación en la que se esta incurriendo para modificar dichas infraestructuras, sumado a las costosas reconstrucciones internas y el costo que representa  a corto o mediano plazo, tener que demoler estas estructuras temporalmente modificadas para volver a habilitarla a su función original, pareciera ser un gasto poco pertinente, ¿cuánto representa en comparación a la inversión que se podría hacer en estructuras abandonadas y galpones en uso parcial que además no pierden la inversión porque queda la obra para ser habilitada cuando sea necesario? Veo falta de planificación en esta acción y creo que debe ser corregida, ¿qué interés puede haber en gastar el dinero en obras que a los meses deberán ser demolidas?

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