Apreciados Camaradas:
Seguramente ya ustedes habrán estado comentando y analizando las últimas decisiones que han sido tomadas en materia organizativa del PSUV. Bien, el objetivo de tales decisiones es producir un salto cualitativo en nuestra revolución que atañe, no sólo al funcionamiento diario del Partido, en tanto que vanguardia y esencia del pueblo, sino más profundamente, en la construcción del hombre y la mujer nueva, sujetos de la revolución.
La Dirección Nacional con el liderazgo del Comandante Hugo Chávez, ha designado nuevos vicepresidentes, distintos de los funcionarios del Ejecutivo Nacional, para proveer a nuestro proceso de un nuevo y definitivo dinamismo. Por supuesto que extendemos a los camaradas que estuvieron al frente de las vicepresidencias, nuestra palabra de reconocimiento porque sin dudas realizaron un muy grande esfuerzo. Por otra parte, nos encaminamos al cumplimiento de las disposiciones emanadas del Primer Congreso Extraordinario del PSUV en materia organizativa.
A ustedes camaradas de los colectivos del sistema de formación, se les ha asignado una tarea de enormes proporciones que, al mismo tiempo, probablemente, es la que garantizará, a la postre, el carácter irreversible de nuestra revolución: la transformación de la simple pasión revolucionaria, la transformación del “frenesí” popular, de la casi respuesta refleja de defensa de la revolución, en actos conscientes y deliberados hacia la construcción del socialismo bolivariano.
En ese marco se inscribe también la decisión de crear el Instituto de Estudios Políticos, que deberá dotar a nuestro proceso de una gran rigurosidad teórica, conceptual y metodológica, nutrida de la praxis revolucionaria, nutrida de la experiencia popular revolucionaria que heredamos de Guaicaipuro, de nuestra esencia africana, de la gesta libertadora de Bolívar, del socialismo de Simón Rodríguez y del compromiso popular revolucionario de Zamora.
Se concibe entonces el sistema de formación como parte esencial de los mecanismos de producción de conocimientos y de creación de conciencia para los militantes y para todo el pueblo y allí tienen ustedes su tarea revolucionaria que deberán cumplir con profunda modestia y humildad revolucionaria, con máxima disciplina, con constancia y, sobre todo, con la convicción de que de lo que hagamos o dejemos de hacer en este momento dependerá el futuro de la patria y quizás, de la humanidad.
Héctor Navarro
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