lunes, 17 de enero de 2011

Ante la "catástrofe en Theresópolis-Rio de Janeiro":Solidaridad con Brasil ante las inundaciones

Clara Ugarte (*) 



Las inundaciones gigantescas con deslaves de cerros causando más de 600 muertos que se calcula pueden llegar a 1000 personas son consecuencia de la agresión que el capitalismo y el imperialismo a través de las diversas multinacionales están destruyendo el planeta, la vida y toda la armonía entre la naturaleza, el ser humano y el cosmos. Es el objetivo de lucro, de sostener cueste lo que cueste la propiedad privada, el interés de clase ante el avance de la conciencia social, de las luchas incesantes de las masas de Brasil y del mundo que imponen todos los días progresos. Progresos que no los detiene los genocidios imperialistas como en Irak, Afganistán, Palestina; la contaminación ambiental de sus industrias, de sus minas a cielo abierto, de sus centrales nucleares, con la producción de miles de armas atómicas para ser usadas en defensa de este sistema capitalista al que las masas del mundo tienen acorralado con sus luchas y conciencia social.
El capitalismo, como lo analizó J.Posadas es la muerte, destruye ríos, lagos y océanos, destruye la capa de ozono que protege la vida en
la tierra, destruye los bosques, contaminando con los agrotóxicos la tierra y lo que en ella se cultiva, y sobre todo manteniendo y acrecentando la ignominia del hambre en un tercio de la humanidad, la muerte por sed de millones de niños.
Haití es la expresión terminante de que la Vida solo es posible defenderla con la vida colectiva, con la intervención solidaria del Estado Obrero Cubano, de los médicos formados en la Escuela Latinoamericana de La Habana, que ante todo forma seres humanos que desarrollan sus conocimientos para beneficio de la humanidad, de ahí que en los 11 hospitales cubanos hay jóvenes médicos de toda América Latina, lo mismo la ayuda solidaria de Venezuela Bolivariana y los países del ALBA. El capitalismo está en Haití con los 22 mil marines yankis con
los miles de militares de la Minustha y han sido incapaces de asegurar ni siquiera el agua, la alimentación, la vivienda, la reconstrucción para la que se “donaron” cientos de miles de dólares y se transformó en un gran negocio capitalista, “ayuda” que muchos pueblos aportaron generosamente y que no llegó nada a las masas haitianas. Deben retirarse todas las fuerzas militares de Haití. Unasur debe asegurar que esta ayuda llegue efectivamente al pueblo haitiano, que se ponga en marcha el Banco del Sur para que las reservas de los países latinoamericanos sea sacada de los bancos de EE.UU. y volcada para las necesidades de los pueblos latinoamericanos, las emergencias sociales, a las reconstrucciones sin más dilaciones burocráticas y de negociados de una camarilla de las multinacionales.

Las gigantescas sequías e inundaciones como en Australia, las temperaturas de
frío y calor extremos, con sus consecuencias de hacer inhabitables zonas vastas
de la tierra están mostrando la rebelión de la naturaleza ante la agresión
brutal del capitalismo. A la vez la humanidad ya sacó la conclusión de que con
el capitalismo, con su sistema de opresión y represión se hace antagónica la
Vida. Por eso avanzan de mil formas la búsqueda de participación social, los
jóvenes en las calles como en Túnez junto a los militares progresistas han
formado comités populares y barricadas para defender los logros obtenidos con
las heroicas luchas sociales que derrocaron a Ben Ali el dictador puesto por los
yanquis. Se plantea la necesidad de Comités populares que ya están en marcha
para juzgar este asesino. En Haití al genocida de Duvalier después de 25 años de
ser rescatado del pueblo por un avión USA hoy otro del imperialismo lo acaba  de
retornar en “operación” golpista sostenido por sus fuerzas militares, las bandas
fascistas y la propia MINUSTHA,  para contener las movilizaciones y el
inevitable curso revolucionario de masas que ya está en todas las calles y
poblados de Haití.

Los pueblos y gobiernos del ALBA no se detienen ante las provocaciones como en
Venezuela, Ecuador o Bolivia, o las inundaciones y “desastres ecológicos” en
Colombia, Venezuela y ahora Brasil que golpean a los sectores más pobres, a los
habitantes de favelas, cerros, asentamientos, villas etc. Es necesario que
Unasur se reúna y organice la defensa del pueblo haitiano ha continuar su
tradición revolucionaria desde 1844 que buscan asfixiar nuevamente con el
retorno del genocida. La Unasur está en condiciones de garantizar una salida
social como lo muestra la presencia solidaria de Cuba y los avances hacia
gobiernos progresistas como ha sido el triunfo en Brasil de la compañera Dilma
Ruseff .

Manifestamos nuestros sentimientos solidarios, fraternales con las masas de
Brasil, con los camaradas posadistas de Brasil en particular de Río de Janeiro
ante la catástrofe de pérdida de vidas humanas, de destrucción de barrios
enteros en Theresópolis, a la vez que llamamos a organizar la solidaridad de las
masas de Uruguay desde los barrios, fábricas, centros de estudios, del PIT-CNT,
los sindicatos, los estudiantes, la FEUU, FUCVAM, las organizaciones de Derechos
Humanos, el Frente Amplio y todas las organizaciones sociales. Que el gobierno
envíe inmediatamente ayuda sobre todo con la UPAs – unidades potabilizadoras de
agua.

La Solidaridad es la base de la integración latinoamericana, tiene formas
prácticas como todo tipo de apoyo incluido equipo de médicos, enfermeros,
obreros metalúrgicos de la UNTMRA, de la construcción del SUNCA, organizar el
voluntariado y todas las iniciativas solidarias que pueda aportar el pueblo
uruguayo. Abrir una discusión a partir de esta actividad sobre la necesidad de
avanzar el frente único antiimperialista latinoamericano como eje para ir
resolviendo las consecuencias de la agresión del capitalismo y sus
multinacionales  contra la humanidad dando las bases para desenvolver los
estados revolucionarios hacia estados obreros en la perspectiva del Socialismo.

La naturaleza no es la enemiga de la humanidad, es el sistema capitalista que
impide poner los avances de la ciencia, la técnica en función de relaciones
humanas socialistas que permita armonizarnos con la Vida y canalizar la energía
que tiene la naturaleza, no explotándola sino relacionándonos en función de las
necesidades de progreso.

“EL CAPITALISMO ES LA MUERTE- EL SOCIALISMO ES LA VIDA”. (J.Posadas)

(*) VOZ POSADISTA  - Montevideo  - Uruguay  - 16.01.2011

vozposadista_uy@hotmail.com

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