*Luisa Ortega Díaz.
El 2011 se presenta para el Estado venezolano y, en especial, para quienes laboran en el Ministerio Público, como un año de retos en lo que respecta al afianzamiento institucional, en el que la regla a seguir es la mística por el trabajo, a fin de cumplir con los compromisos asumidos con la ciudadanía y afianzar la lucha contra la impunidad.
Para ello, será necesario consolidar la coordinación de los diversos actores que intervienen en esta lucha, desde las policías hasta los tribunales. Al Ministerio Público le corresponde la delicada tarea de velar que los órganos auxiliares de la investigación se desempeñen en el marco de las garantías al debido proceso y de articular efectivamente con las instancias jurisdiccionales.
Esta misión implica una alta responsabilidad, pues del Ministerio Público dependerá que los casos sean investigados exhaustivamente a fin de que los actos conclusivos emitidos satisfagan las demandas de la sociedad, sin dejar a un lado los preceptos irrenunciables previstos en la Constitución.
Facilitar el acceso a la justicia, combatir la impunidad y fortalecer la credibilidad en el sistema jurídico, son tareas en las que, desde hace tres años, la vindicta pública ha colocado especial empeño. Nos hemos propuesto contar con una institución más moderna, con un personal cada día más especializado, preparado y comprometido con el trabajo que desempeña.
Además de la preparación constante de los fiscales, nuestras metas para 2011 se orientan a incrementar las fiscalías de juicio con el objetivo de crearlas en cada uno de los estados. Tal iniciativa permitirá garantizar oportunamente la realización de las audiencias y así evitar el retardo procesal.
Con la reciente inauguración de la Fiscalía Municipal Primera de Lara, avanzamos a paso firme con el objetivo de sembrar en toda Venezuela estas instancias que trabajan, no sólo para lograr el castigo en el caso de delitos cuyas penas sean menores a tres años, sino también en coadyuvar a su prevención a través de la articulación con las comunidades.
La institución que dirijo espera que el 2011 sea el motor para afianzar el desempeño que con éxito realizan los operadores de justicia, labor que repercutirá esencialmente en las metas propuestas contra la impunidad.
*Fiscala General de la República Bolivariana de Venezuela e integrante del Consejo Moral Republicano.
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