Eleazar Díaz Rangel
Luego de la decisión de regresar a la Asamblea Nacional sin el cúmplase la Ley de Educación Universitaria aprobada el pasado 23 de diciembre, mañana se abre un período de discusión de sus contenidos. Examen que no será sólo en los recintos académicos, sino que incluirá a todos los sectores interesados, hasta que regrese a la comisión permanente. En ese período será interesante conocer las opiniones de los ex ministros Navarro y Acuña, que dentro del chavismo fueron de los primeros en oponerse y solicitarle al Presidente no promulgarla, así como de María de Queipo, la diputada presidenta de la comisión que la estudió, aprobó y presentó a la plenaria, donde fue igualmente aprobada y sancionada.
Es ahora cuando me he ocupado de leerla; no termino aún, pero quiero detenerme en un solo artículo, de los más polémicos, el N° 86, que dice "En las universidades, todos los sectores de la comunidad universitaria ejercerán en igualdad de condiciones, el derecho político a la participación para elegir a las autoridades, así como a los voceros y voceras ante los órganos colegiados…". Esa comunidad la integran desde los profesores titulares hasta los obreros, incluidos, por supuesto, todo sus estudiantes.
Habrán leído o escuchado opiniones supuestamente académicas contrarias a esa disposición, y no tengo que traer sus razonamientos. Sencillamente creen que quienes van a ejercer funciones tan elevadas como las de rectores, vicerrectores y secretarios deben ser escogidos por gente de elevada conciencia y formación académica, por lo cual hoy ni siquiera incluyen a los profesores asistentes, menos aún a empleados y obreros, y sólo una porción de estudiantes.
Es de preguntarse, ¿cuál habría sido la posición de quienes así piensan cuando hace décadas se discutía si se les daba a todos los venezolanos el derecho a votar? Seguramente habrían estado en desacuerdo con ese derecho a las mujeres y a los analfabetas, como ocurría en Venezuela hasta 1946. Entonces se argumentó que no estaban preparados para tan importante función.
Interesa mucho la posición de los estudiantes y, en particular, de las FCU de las universidades. ¿Están o no de acuerdo con el voto a toda la comunidad en las elecciones de las autoridades universitarias? Tienen tiempo para responder. Pero no dejen de hacerlo.
Ley del Deporte. Este es un proyecto con una larga historia cuya última etapa arranca en 2005; después le llovieron otros y, finalmente, la comisión correspondiente armó el rompecabezas y la tenía lista para ser aprobada a última hora. Como no fue posible, hubo quienes sugirieron que lo hiciera el Presidente en la Habilitante. Afortunadamente, no los escuchó. Al margen de sus bondades, este proyecto no ha sido debidamente conocido y discutido; creo que ni la mayoría de los diputados de la antigua Asamblea lo conocen. Menos aún en el mundo federativo y, en general, en el deporte organizado.
Conserva la denominación de deportista profesional, eliminado por el COI; otorga poder de votar a los padres de los atletas menores de 15 años, no precisa qué es "servicio social", ni establece un período de transición para que el COV, federaciones y otros organismos adapten sus estatutos a disposiciones de la ley. En fin, hay materia para discutir y consensuar.
Otra ley que quedó en las gavetas es la del Trabajo. Tiene papas calientes como la retroactividad de las prestaciones y la jornada de seis horas. Nada fácil de resolver por un gobierno que se llama obrerista pero que debe atender otras realidades.
Larry Palmer
Nada fáciles de entender los aparentes cambios del Departamento de Estado en relación al designado embajador Larry Palmer. Se creyó después de la entrevista Chávez-Clinton en Brasilia, que Washington había dado un paso atrás y haría nueva propuesta, lo que no es frecuente en la diplomacia de EEUU. No fue así. Hay toda una madeja de complejidades en su mundo diplomático, cargado de presiones, de acción e interacciones, donde juegan contradicciones con la política de los republicanos e, incluso, al interior de los demócratas. Es más, al famoso cuestionario del senador John Kerry se le añadieron nuevas preguntas, incluida una sobre las relaciones Santos-Chávez, lo que parece descartar que estuviesen pensando en prescindir de Palmer. Las perspectivas son de que se avecina un período sin embajadores, entre tensiones y distensión. Aunque está claro que ambos países tienen interés en mantener las relaciones diplomáticas. Debe apuntarse que al embajador Álvarez no se le declaró personanon grata, sino que sencillamente se invalidó su visa, lo cual es fácil de resolver más adelante. Entre tanto, Washington seguirá sin ese contacto directo con Venezuela que habrían deseado, según el vocero de la Casa Blanca.
Mentiras republicanas
Quedé impresionado con las respuestas de un diputado demócrata y el jefe de estrategia de ese partido cuando examinaban las causas de la derrota en las elecciones a la Cámara de Representantes del Congreso de EEUU, y les entrevistaban por TV. Explicaron cómo la campaña de los republicanos se basó en mentiras, entre ellas que ¡Obama era socialista y los conducía al comunismo! "Eso lo creyó mucha gente". Y en cuanto al sistema de salud, una de sus banderas, los republicanos repitieron que se les imponía un solo sistema (estatal) y se les negaba el derecho a escoger (la compañía de seguros), y por esa vía se ganó la amplia mayoría en la Cámara. De la ignorancia de la sociedad estadounidense uno ha escuchado y leído mucho, pero no tanto como para comprender esas conductas como votante
domingo, 9 de enero de 2011
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