América Latina se viste de gala democrática en esta segunda década del siglo XXI con dos eventos emblemáticos. Uno de ellos, la asunción a la Presidencia de la República Federativa de Brasil de Dilma Rousseff, lo que representa un hecho transcendental pues se ha elegido, por primera vez, a una mujer para ocupar tan alto cargo en ese país hermano.
Más allá de tal mérito, la nueva Mandataria del Brasil cuenta con la admirable trayectoria de haber luchado contra la dictadura que asoló a su país en décadas pasadas (1964-1985), razón por la cual sufrió prisión por dos años, además de torturas, todo eso por su compromiso con los más altos intereses de su patria.
Rousseff es una mujer que no sólo posee excelentes credenciales académicas, sino que también tiene una experiencia de gobierno, adquirida tras haber ocupado varios cargos importantes durante los dos períodos presidenciales del Luiz Inácio "Lula" Da Silva. Es por ello que le auguro el mayor de los éxitos en su gestión, la cual sin duda redundará en pro de la unión y la felicidad de Brasil, así como de los pueblos de América Latina.
Otro hecho significativo de este año, que recién se inicia, es la instalación en nuestro país de las sesiones ordinarias de la Asamblea Nacional para un nuevo período legislativo, producto del resultado del proceso electoral celebrado el pasado 26 de septiembre de 2010.
Se trata de una Asamblea que alberga en su seno las diferentes visiones políticas que hacen vida en nuestro país, evidenciando de esa manera que en Venezuela se respeta la institucionalidad democrática, situación que se constituye en ejemplo para los diferentes países latinoamericanos.
La responsabilidad que asume el cuerpo legislativo es transcendental, pues le corresponde la preservación de la paz de nuestro pueblo y elaborar las leyes que la sociedad venezolana en tiempos de cambios requiere. Para el Parlamento, también vislumbro el mayor de los éxitos en su nueva gestión.
Finalmente, deseo manifestar el sentimiento de orgullo por la fortaleza de nuestras instituciones que, como el Ministerio Público, asumen los retos de ponerse a tono con los nuevos tiempos para así lograr construir una sociedad más justa en la que todos los venezolanos puedan desarrollarse plenamente.
*Fiscala General de la República Bolivariana de Venezuela.
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