Estamos viviendo hoy un proceso revolucionario que se ha consolidado en el poder de manera atípica, sin una lucha (aunque las hubo anteriormente), el comandante Chávez, líder de nuestra revolución llego al poder por votos. Esto nos ha hecho pensar que la lucha revolucionaria debe quedar en segundo plano o cuando se prevea una amenaza externa, un ataque del imperialismo, pero no es así. Aunado a esto, nuestro partido, PSUV, es una experiencia orgánica que fuera de ser un partido con propuestas de formación y organización popular de nuestros militantes, nos han enfrascado sólo en procesos electorales y la organización popular solo se ha supeditado a estos procesos.
Esto nos demuestra que tenemos grandes fallas, dichas fallas han permitido que una nueva oligarquía burócrata se nos haya infiltrado en el proceso revolucionario, quienes utilizando el liderazgo de nuestro comandante Chávez se han enquistado en el proceso con un discurso de “izquierda” logrando manipular, y con esto algunos se blindaron con nuestros votos. A esta burocracia no le interesa nuestro proceso revolucionario, lo único que ellos tienen es un proyecto individual de afianzar su poder económico y personalista, logrando avasallar la efervescencia del pueblo, pisoteándonos y logrando supeditarnos a ellos, con el alegato de que si no lo haces y eres contestatario o critico, te tildarán de contrarrevolucionario o anárquico.
Para los burócratas es una amenaza la organización del movimiento revolucionario y la lucha popular, ya que con ellas sienten que se tambalean sus cimientos porque un pueblo desorganizado y sin rumbo fijo, supeditado a ellos, les garantiza su permanencia en el poder
Cuando surgen movimientos o corrientes revolucionarias que son críticas y contestatarias, estos burócratas buscarán soslayarlos y callarlos ofreciéndoles prebendas personales; pero cuando se encuentran con camaradas con alta dignidad, moral y ética revolucionaria que sus principios nunca los podrán corroer con ese tipo de inmoralidades, enseguida pasarán a una segunda fase, usan el poder que tienen para hacer cualquier cosa, satanizar la lucha, criminalizarlos o en algunos casos acciones más extremas.
Tenemos el ejemplo de la Unión Soviética, que en su momento se veía como algo indestructible por su grandeza económica, militar, territorial y alta formación del pueblo. Pero, lamentablemente la historia vio pasar por su frente el cadáver de la patria del proletariado, producto del método de la burocracia soviética y de Stalin que invisibilizó, criminalizó y terminó asesinando a los defensores de la crítica y la organización de izquierda. ¿Acaso eso es lo que queremos que pase también con nuestro proceso en Venezuela? ¿Nosotros que somos la esperanza de toda Latinoamérica y de los pueblos del mundo?
El avance de la derecha, que viene siendo una derecha desarticulada, sin contenido, sin planteamientos, amorfa, no es gracias a la derecha como tal, es por culpa de esta burocracia interna que produce descontento y decepciones en el pueblo, ya que hay personas que no están formadas ideológicamente para poder ver y tener la capacidad de superar situaciones como las que a veces pasan. Barbaries que al darnos cuenta que todavía suceden nos mueven la fibra humana, nos destrozan el alma, como personas y como revolucionarios, el darnos cuenta que existen monstruos, capaces de humillar, pisotear y burlarse de la convicción revolucionaria de un camarada, de una familia y de todo un pueblo.
Estas barbaries nos llenan de un gran rencor y decepción, pero con lo que ellos no cuentan es que lejos de quedarnos con estas frustraciones, nos llenamos de una gran fortaleza y ganas de seguir luchando por profundizar nuestro proceso revolucionario para que este mundo sea cada vez mejor y no permitir que sucedan situaciones producto de las incongruencias con la que actúan esa casta burocrática y reformista que no tiene nada que ver con los principios de los revolucionarios.
Es lamentable ver injusticias como la que le están haciendo al Cacique Yukpa Sabino Romero, quien es ejemplo de dignidad y por luchar por sus tierras en contra del latifundio, le ha costado la vida a varios miembros de su familia y de su etnia, y que hoy en total irrespeto a nuestros pueblos ancestrales lo están criminalizando manteniéndolo por más de un año preso, acusado por siete fiscales. Injusticias como las llevadas a cabo por parte de algunas instituciones del estado y aparatos policiales burocráticos a dirigentes sindicales y campesinos los cuales torturan, asesinan o criminalizan, como el caso de los trabajadores de la Mitsubishi que les asesinaron a dos de sus compañeros y violaron los derechos de los trabajadores, además de criminalizar y satanizar la actuación de uno de los sindicatos que tiene una verdadera practica de clase. Como la criminalización y encarcelación a Carlos Jaramillo, delegado de prevención de la red de mercados Unicasa, quien tiene ya ocho meses preso injustamente en el Centro De Reclusión de La Planta. Trabajadores que se han visto altamente perjudicados por dar la lucha en contra de empresas capitalistas explotadoras, hambreadoras de pueblos.
Hoy estamos dando la lucha por el caso de mi hermano, Williams Sanguino, un joven militante del PSUV que por asumir valientemente el compromiso revolucionario de defender la Universidad Bolivariana, uno de los pocos espacios de la revolución en el estado Táchira, de los grupos de oposición que armados intentaban destruirla, ya lleva casi siete meses privado de su libertad.
El buró del PSUV - Táchira, convocó a nuestros camaradas a una reunión política a la Casa del Partido en la que, sin ellos saber, los estaban esperando con funcionarios del CICPC quienes procedieron a torturarlos, allanarlos y privarlos de su libertad. Esto le sucedió a nuestros compañeros y que las únicas armas que usaron para defender la UBV fue su convicción revolucionaria frente a estos grupos fascistas armados, quienes mataron a uno de sus mismos compañeros también de oposición. La Dirección Regional del PSUV - Táchira prefirió entregar a sus militantes, dejando que fueran torturados delante de ellos, en franca complicidad con la Derecha del Estado Táchira y el CICPC para darle “una respuesta rápida” a Tareck Al Saimi y no tomarse el trabajo de buscar al verdadero asesino, aún sabiendo que era uno de los de oposición. El cinismo y el descaro de estos truhanes enquistados en puestos de dirección del Partido y cargos importantes del gobierno los llevó a manifestar que “es mejor entregar a uno de los nuestros porque los nuestros, son borregos fácil de controlar”.
¿Hasta cuándo nosotros, el pueblo revolucionario, dejaremos que eso siga pasando? ¿Cuándo daremos ese paso trascendental que se necesita para abolir este estado burgués? ¿Hasta cuando permitiremos que la derecha endógena siga rigiendo los destinos de nuestra revolución?
Además de esto, también cabe preguntarse ¿Por qué la Dirección Nacional del PSUV con amplios conocimientos de este caso, en donde un militante inocente fue entregado por esta seudodirigencia, no llama a capitulo al ministro Rafael Ramírez, responsable de la zona andina y le exige que cambie de inmediato a su buró?
Este buró está integrado por personas altamente cuestionadas en la base del Partido, no sólo por esto, esta actuación lo que puso en evidencia es que no están a la altura ni ética ni política de una Dirección Revolucionaria, capaces de negociar con la derecha del estado la libertad de un militante de base a cambio de respeto de espacios económicos que bien pueden denominarse mafias.
En el Táchira hay cuadros idóneos que pudieran asumir esos espacios, que profundizarían los procesos de la revolución, uno de esos cuadros es, por ejemplo, Iris Valera (la fosforito) quien es una camarada integra, con calidad humana, que siempre ha actuado en consonancia con los principios la moral y ética revolucionaria
Rafael Ramírez: ¿En un estado estratégico que tiene a la cabeza un gobernador de derecha, acusado de promover el paramilitarismo podemos darnos el lujo de tener una Dirección en el Partido que se confabula con estos factores golpistas? ¿En un estado fronterizo con Colombia que tienen nueve bases yanquis dispuestas a atacarnos en cualquier momento es políticamente correcto mantener una Dirección Regional que confisca la participación de la base del partido, secuestra los espacios de debate y discusión política y que se entienda sólo con macollas? ¿En un Estado donde el sicariato, el paramilitarismo, el narcotráfico, el contrabando de alimentos y gasolinas podemos tener una Dirección en el Partido de la Revolución que actúe cuidando sus espacios económicos aun a costa de la libertad de los militantes revolucionarios de base?
Estas son unas de las muchas interrogantes que nos hacemos en este caso tan nefasto en los que los destinos de un joven totalmente inocente están en juego, y lo piensan condenar simplemente por ser revolucionario y tener la ilusión de hacer de este, un mundo mejor.
¡¡¡¡¡¡¡WILLIAMS SANGUINO ES UN PRESO POLITICO!!!!!!!
liliansanguino@hotmail.com
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