El 10 de septiembre del año en curso, en la Fundación Centro de Estudios Latinoamericanos y del Caribe Rómulo Gallegos, Celarg, con el decidido apoyo de su presidente, profesor Pedro Calzadilla, el Centro Venezolano de Estudios Marxistas Salvador de la Plaza llevó adelante la I Jornada de Marxismo Venezolano con el firme propósito de reivindicar a los pensadores que reflexionaron el cuerpo teórico marxista en el país de manera genuina y novedosa.
La convocatoria fue un éxito, militantes comunistas y progresistas se dieron cita en el mencionado recinto con el fin de escuchar a una cantidad importante de ponentes que expusieron los aportes fundamentales de autores que intentaron comprender y explicar el antidesarrollo desde diversos ángulos: teórico, político, ideológico y cultural, con la pretensión de liberar a Venezuela y a Nuestra América del yugo geopolítico de los Estados Unidos.
De igual manera, se debatieron temas interesantes acerca de asuntos álgidos en el marco de la práctica política de la izquierda nacional y otros temas de envergadura teórico-epistemológica.
Maritza Capote, Pedro Laya, Alba Carosio, Emma Martínez, Carolus Wimmer, Marcos Fuenmayor, Christine Valles, José Antonio Egido, María Egilda Castellano, Chela Vargas, Roque Zambrano, Emilio Silva, Vladimir Lazo, Ángel Moro, Carolina Escarrá, Elia Oliveros, José Leonardo Sequera, Reinaldo Iturriza, José Romero, José Gregorio Linares, Alí Rojas, Pedro Rosas y Marxiano Briceño, entre otros, expusieron exitosas conferencias, dejando en alto el pensamiento crítico concebido en el país.
Cabe destacar que los venezolanos que decidieron arriesgar sus vidas en la comprensión de la dependencia a través de sus prácticas políticas, ideológicas y teóricas, durante la Cuarta República, comprometieron su tranquilidad con la intención última de alcanzar la liberación nacional y de la conciencia social.
Ruth Suniaga, Xiomara Rodríguez, Adriana Peña, María Antonieta Ortiz, Armando Castillo y Ernesto Perdomo, organizaron con éxito la logística. Canturía de la Esperanza recreó piezas patrias que despertaron el fervor revolucionario de los presentes.
Llegó la hora de reivindicar a los izquierdistas que cavilaron nuestra realidad histórico-social sin “copiar y calcar” otras experiencias político-sociales.
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