Luisana Colomine
El ambiente prelectoral presidencial de 2018 nos lleva irremediablemente al de 1998 y, qué curioso, justo se cumplen 20 años de aquel histórico discurso del entonces candidato presidencial Hugo Chávez Frías, en el cierre de su campaña, el 2 de diciembre.
Dijo Chávez ante una repleta avenida Bolívar que "Cuando uno observa a los enemigos del pueblo dando carreras de última hora, haciendo pactos secretos en la oscuridad de la noche (…) cuando uno ve esa reunión de todos los corruptos (…) tenemos que darle gracias a Dios que ha permitido que se reúnan todos los corruptos en una sola bola, ustedes saben de qué, se han reunido en un solo saco pestífero, hediondo y nauseabundo (…) y los vamos a barrer a todos juntos. Nos están facilitando la tarea. Ese boche no lo vamos a pelar…" Se refería el Presidente a lo que entonces el llamó el "ToConCha" (Todos Contra Chávez), conformado por Acción Democrática, Copei, Proyecto Venezuela y Por Querer A La Ciudad, un "monstruo" que efectivamente barrió pero que ahora una de esas fuerzas, AD, cumple con la tenaz promesa de su fundador, Rómulo Betancourt: "We will comeback" pues asumiremos aquello de que "adeco es adeco hasta que se muere" así esté en otros partidos.
Esa misma corredera ocurre ahora. La oposición y dentro de ella los adecos, originales y/o recargados, prepara un "Todos contra Maduro" (candidato unitario le llaman). Y aunque no se han convocado primarias dentro del Gran Polo Patriótico para elegir la opción presidencial de la revolución, Nicolás Maduro, el "conductor de victorias", se ha ganado, para algunos, ese derecho, amparado en los difíciles años del gobierno que heredó de Chávez y durante los cuales Venezuela ha sufrido la peor crisis económica, social y política quizás de su historia reciente. Maduro ofertó su nombre y pareciera que no le surgirán contrincantes dentro del Gran Polo Patriótico.
Para los comicios presidenciales emerge Claudio Fermín, a quien el tiempo se le puso viejo hace rato. La última vez que Fermín jugó a ser candidato presidencial, en 2002, obtuvo apenas el 2,72% de la votación nacional, y antes de eso, en 1998, ante el "huracán" Chávez, se vio obligado a retirar su candidatura apoyada entonces por un partido llamado Renovación.
Después está Henry Ramos Allup, quien viene aspirando a la Presidencia de la República desde 1998, cuando estuvo apenas unos días de precandidato y le tocó claudicar para apoyar a Henrique Salas Romer (Frijolito), luego en 2012 tuvo que cederle el paso a Pablo Pérez (o sea que dos nada); les sigue Antonio Ledezma, pupilo de Carlos Andrés Pérez y quien vive ahora minutos de fama en el "exilio" desde donde hace lobby para conseguir sanciones económicas contra Venezuela.
Y pareciera que entramos en el túnel del tiempo cada vez que vemos a estas "momias" (así llamó Maduro a otro adeco: Omar Barboza) en los medios de comunicación y en la vida política del país porque quizás esos personajes del pasado se levanten sobre los errores del presente.
De modo que lo mejor que le puede ocurrir a Maduro es que de nuevo esas "fuerzas", sumadas al resto de opciones opositoras que según algunos portales chavistas ya suman como 10, se unan en un saco similar al de 1998: el "ToConMa" (incluyendo el castigo internacional como otro de los candidatos) que quizás el pueblo vuelva a barrer, tal como hizo Chávez en 1998, aunque deberá ser una acción heroica porque ciertamente, elecciones y crisis económica pudieran no ser una buena mezcla en esta oportunidad.
Profesora de géneros periodísticos y periodismo de investigación en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Comunista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario