Lo que es este año, me asocio, pido prestado, me cuelo, en fin, me las arreglo, pero lo que soy yo, monto una taguara tipo abasto, supermercado o algo parecido y lo enclavo en una urbanización o en algún centro comercial de esta golpeada, vituperada, calumniada, herida pero súper querida Gran Caracas.
Es que no puede haber algún evento más que significativo, magnificado y alharaqueado por la oposición y a veces el oficialismo, que no llene el día anterior o a última hora, los supermercados y abastos, quienes son tan beneficiados en sus ganancias, cuando se presume que: “seguro de toda seguridad, se forma el zaperoco, sampablera o burrundanga”. Era de sentarse a observar en el día de ayer, fuera de las compras normales de víveres, alimentos y demás enseres necesarios para el hogar y percibir a leguas que, muchas personas se encontraban “haciendo mercado” (lógico que estamos cerca de una quincena, pero no es usual al comienzo de año, cuando aún en casa quedan hayacas, bollos, jamón y demás exquisiteces navideñas. Digo yo!).
Nuevamente se oía en boca de tantas señoras, con los carritos hasta el tope de alimentos: “¡Mañana es la cosa y una no sabe!” “¡Parece que va a ver zaperoco y se van a matar los diputados cuando reciban la Asamblea”! ¡“La cosa está que arde!!” “¡Que a que se matan voy porque los rojos no quieren entregar el coroto!!” ¡”Dicen que hay que comprar comida, pues se va a armar la gorda, ya que por fin, volvemos a la democracia”! Y así, un sinfín de expresiones exageradas, truculentas y agoreras, las cuales daban no sé si risa o ganas de ponerse a pensar o reflexionar que acá, no se acaba de aprender de una buena vez por todas.
En medio del desaforado hecho de la compradera, las cajas sumaban y sumaban a reventar, cuentas si se quiere millonarias, para el pago de lo contenido en los carritos.
En medio de los pasillos abarrotados de gente, víveres y surtidores, se escuchaba el insistente rumor que anunciaba que en el día de hoy, cinco de Enero de este año bicentenario, tal vez se acababa el mundo, cuando llegaran al centro de Caracas las marchas, las cuales acompañarían a los diputados de sus correspondientes tendencias políticas. Oficialistas y opositores, a según, se iban a desmembrar a batacazo, golpes y porrazo limpio, en medio de la lucha política e ideológica y que seguro, no quedaría piedra sobre piedra, entre la esquina de Sociedad y sus alrededores. Vaya premonición!!
Nada de extrañar. Dicen que el ser humano es el único en tropezarse dos veces con la misma piedra… Será cierto? Siempre es lo mismo. Se ha repetido tanto el mismo escenario que ya es como costumbre en el marco de estos acontecimientos. No aprenden y no reaccionan! Siempre la oposición está empeñada en repetir los mismos escenarios. Esto, por supuesto recuerda el slogan publicitario de una cadena de supermercados con todo y musiquita: “La, la, la, viva mejor por menos…” Yo canto: “La, la, la, compre más para nada!” Digo yo. No sé. Al fin y al cabo, se caen aquellos espantosos pronósticos que se acaba Venezuela porque ellos lo dicen y riegan el rumor… Al final de los finales, nada ocurre de lo que esta gente deseara que ocurriera, a ver si al fin “salen del este malvado comunismo”. Las cadenas de supermercado llenan sus arcas a granel, son los ganadores. A la final, tanto disociado se queda, hartándose de galletas con queso, mayonesa y demás unturas apetecibles, viendo a globo terror y lamentando que hay Chávez hasta el dos mil y dele pa`llá!!
(*) Lic.
SOMOS MAYORÌA, ALEGRÌA Y MUCHO MÀS!!
NO HAN VUELTO. SOLO ESTÀN ASOMADOS!!
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