Malena Petro
Mi madre, igual que muchos otros colombianos que viven en el país sueña cada año con pasar la navidad en familia, razón por la cual toma todas las precauciones necesarias para que nada le entorpezca el viaje a su tierra natal en diciembre. En los últimos tiempos, además de los acostumbrados regalos, la ida a Colombia incluye preparar con antelación su remesa familiar que para el 2010 equivalía a un precio de 300 dólares por cupo (Bs F 880).
Pero definitivamente el año viejo no nos deja sólo “una chiva, una burra negra, una yegua blanca y una buena suegra” sino también los sinsabores de la corrupción, por eso a veces vale la pena olvidarlo. Mi madre casi cae como Condorito cuando de regreso al país, recibió un mensaje de la Casa de Cambio Angulo López para que se dirigiera a sus oficinas a realizar un reembolso de 510Bsf correspondiente a su último envío, con la increíble justificación de la unificación del precio del dólar de Bsf2,60 y Bsf, 4,30 a Bsf 4,30 anunciada por Cadivi.
Esta Casa de Cambio ha aprovechado la modificación de la tasa que según explicó el Ministro del Poder Popular para la Planificación y Finanzas Jorge Giordani, entraría en vigencia a partir del 1º de enero de 2011, a lo que cabe preguntarse ¿por qué los usuarios de remesas familiares deben pagar una diferencia de un envío aprobado y realizado en el mes de diciembre de 2010?
Por otra parte, algunos de los pequeños abusos que mantienen las casas de Cambio en Venezuela, es el cobro de la renovación de las cartas de residencias a un precio totalmente exagerado de Bs F 100 por unidad. Sí usted amigo lector tiene duda de estos datos que le estoy suministrado acérquese a las oficinas de Zoom y converse con quienes se encuentran haciendo su cola.
Allí podrá detectar quejas del servicio ofrecido por estas empresas como el maltrato por parte de los empleados, pero también observará personas que prefieren quedarse calladas ante los atropellos mencionados, debido a la necesidad de enviar un dinero al exterior, que quizás sea el único sustento de sus familias.
¿Será que en este país las empresas privadas están regidas por la Ley de Oeste?. ¡Que Dios nos agarre confesados a todos, a las víctimas, victimarios y funcionarios que se hacen la vista gorda!
lunes, 10 de enero de 2011
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