martes, 6 de julio de 2010

¿Una posible terapia contra el cancer? ¿y en la Venezuela socialista? que va...paren eso

Natalia Yejo

No es desconocido para muchos de nosotros, que una de las industrias mas rentables a nivel mundial (entiéndase: mundo capitalista) la constituye el complejo médico-industrial, que en algunos países puede llegar a competir en rentabilidad, con industrias como la petrolera o las finanzas, por hablar sólo de las “legales”.

Lo que se llama complejo médico industrial, son poderosas industrias farmacéuticas y de tecnología médica, instituciones del sector, profesionales, directivos y otros agentes sanitarios relacionados con aquella; dicho complejo representa un poder económico, por lo que puede (y de hecho lo hace, de muchas formas) ejercer una influencia fundamental en aspectos tan importantes para el sistema sanitario, como son la investigación, la formación y la asistencia médica.

Desde los mas importantes organismos multilaterales de las Naciones Unidas, como son la OMS y la OPS, este complejo demuestra su enorme capacidad de influencia, incluso a nivel de los gobiernos nacionales y las decisiones que ellos tomas en materia sanitaria. Por su puesto, tal situación tiene sus ventajas, en cuanto ayuda a unificar criterios y decisiones políticas, financieras o legales dentro del sector salud, favoreciendo con ello que muchas de las decisiones tomadas, se basen en evidencia comprobada y la seguridad de dichas tecnologías, medicamentos o insumos para el uso en humanos.

Pero ante el desborde imperialista del capitalismo salvaje, que no tiene moral, todo lo que sea rentable debe pasar al mercado, no importando si quiera que se trate de la salud o de la vida de las personas. Lo ocurrido el año pasado con la Gripe H1N1 es ejemplo de ello, pues fue declarada pandemia por la propia OMS, aun cuando en nuestra realidad, hay mas muertes y enfermos por el dengue, la malaria, el VIH-Sida, las diarreas, el cáncer de útero, todas ellas prevenibles.

Llamo a la reflexión sobre estos aspectos, puesto que en nuestro país el proceso revolucionario en marcha, también esta tratando de incidir en una de las situaciones, que lamentablemente nos restan soberanía y autonomía en materia de decisiones gubernamentales, como es la brecha científica y tecnológica, que limita nuestro desarrollo socio económico y nos hace dependientes de este complejo industrial capitalista.

Por ello, la precaución que el Ministerio del Poder Popular para la Salud, toma ante la nueva investigación del Dr. Jacinto Convit, debió haber sido mas bien una posición de aliento y de incentivo a la investigación sanitaria que se hace en nuestro país y mas, cuando se hace desde un Instituto que depende de este Ministerio, pero que parece, les tomó por sorpresa el anuncio de esta investigación de tipo experimental que adelanta el Instituto de Biomedicina.

Nos preguntamos entonces, dónde queda la Misión Ciencia, por qué el MPPS no conocía de tan importante investigación, que a pesar de estar en una primera fase, sus resultados parecen ser promisorios, además y muy importante, pondrían en jaque la industria capitalista del complejo médico industrial, que pese a lo costosísimo que resultan para las personas y los gobiernos las terapias químicas, el cáncer no deja de estar entre las primeras causas de muerte a nivel mundial.

Ya para finalizar y sabiendo de la trayectoria del Dr. Convit y la seriedad de su equipo y lo beneficiosas que han sido sus investigaciones para la humanidad, esperemos que siga adelante con el ensayo de este protocolo, que no dudamos, cumple con toda la rigurosidad ética del caso. Para el Ministerio y la Sociedad Venezolana de Oncología, cuyas preocupaciones son válidas, también le pediríamos un pronunciamiento sobre terapias que se patrocinan abiertamente por nuestras televisoras y otros medios, que promueven curas definitivas del cáncer y cuyos tratamientos no son precisamente gratuitos, pero lo mas importante es quién alerta a los pacientes “incautos” que buscan esas alternativas.


natalia.yejo@gmail.com

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