sábado, 5 de junio de 2010

Frustración e indignación mundial ante respuestas de la ONU y el sionismo.

Hernán Mena Cifuentes

La humanidad no se recobraba aún del dolor causado por la nueva masacre perpetrada por tropas israelíes, que el lunes abordaron la Flotilla de la Libertad y mataron a una decena de sus ocupantes, cuando, a pocas horas su indignación aumentó al conocerse la declaración del Consejo de Seguridad (CS) de la ONU y la cínica posición por sionismo frente a ese acto de piratería.

Ello demuestra una vez más que la impunidad es la constante en la criminal carrera del Estado sionista, creado por el Imperio como punta de lanza y gendarme en la región para adueñarse de la inmensa riqueza petrolera del Medio oriente, con el fin de alimentar su maquinaria bélica que requiere del energético, indispensable para avanzar en su proyecto de dominación mundial.

Para eso cuenta con esa instancia cómplice que es el Consejo de Seguridad de la ONU, desde el cual ha frenado como lo hizo este martes, todos los esfuerzos para hacer valer los derechos del pueblo palestino, violados flagrantemente por la fuerza del poder del fascismo-sionista desde hace más de medio siglo, cuando se dio inicio a un proceso de exterminio en el que niños y mujeres son su objetivo principal, porque ellos son los combatientes del futuro y ellas las que los engendran.

Por eso es que, cada vez que, en el CS, el mundo intenta rechazar alguna de las constantes acciones criminales de Israel contra los derechos de los palestinos y del resto del Tercer mundo, su creador y amo, EEUU acude al veto.

Lo utiliza como instrumento ilegítimo, impuesto por los aliados que en la II Guerra Mundial triunfaron sobre el fascismo, ideología que sobrevivió con más poder que antes, en virtud de la poderosa influencia del lobby sionista sobre el todopoderoso imperio yanqui que surgió tras el conflicto.

Todas las guerras, incursiones, masacres y demás agresiones, abusos y desmanes cometidos por el Estado sionista contra el pueblo palestino en más sesenta años, han sido justificadas por EEUU, que recurre al veto o amenaza con hacer uso de él para imponer su voluntad, haciendo uso unas veces, del chantaje económico y político y otras, del terror nuclear.

Este Consejo de Seguridad, cómplice de los genocidios del sionismo, es el que, este martes, luego de más de 13 horas de debate, pese a estar acorralado por las evidencias de un crimen de lesa humanidad y por la indignación y repudio de la comunidad internacional contra ese hecho criminal, se limitó a “lamentar la pérdida de vidas humanas y los heridos durante la operación militar sionista, pero sin mencionar por su nombre al agresor, el Estado sionista israelí.

Ya lo había advertido el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, comandante Hugo Chávez Frías, líder de la resistencia mundial contra el genocidio del sionismo, contra el pueblo árabe y otros pueblos.

Chávez, con su denuncia valiente y decidida contra los crímenes que Israel ha perpetrado en Palestina, Líbano, Irak y Afganistán, se ha ganado el respeto y la admiración del mundo entero, y esta vez, su voz de condena e indignación volvió escucharse, cuando al enterarse de la matanza de este lunes, dijo:

“Vaya que terrible masacre la que cometió Israel de nuevo. ¿Dónde estará la ONU' ¿Dónde estará la Corte Penal Internacional' ¿Dónde estará el mundo'.

Con sus palabras reafirmó lo dicho en septiembre de 2005, durante la Cumbre Mundial conmemorativa del 60º aniversario del organismo mundial cuando hizo estremecer sus cimientos al decir que la “ONU no sirve para nada”, solicitando que su sede deber ser sacada de EEUU hacia una ciudad internacional” todavía por crearse.

En cuanto al Consejo de Seguridad, propuso su reforma mediante la supresión inmediata del veto entre otras importantes modificaciones, no sin antes acusar a EEUU de estimular el magnicidio, recordando a la audiencia, que interrumpió su discurso en varias oportunidades para aplaudirlo, que el pastor evangélico, consultor espiritual de Bush Jr., quien pidió que lo asesinaran (a Chávez) y, que pese a que esa amenaza es un delito, -dijo- Robertson sigue libre.”

Pero la brutalidad desplegada por la soldadesca sionista al abordar como modernos piratas en aguas internacionales a “la Flotilla de la Libertad” para asesinar a una decena de sus pasajeros y herir a varias docenas más, sólo es comparable por su miseria humana a a la posición asumida por los líderes sionistas, quienes han justificado plenamente ese crimen en una cínica inversión de valores propia de mentes criminales con un desprecio total por la vida humana.

No obstante, el cúmulo de pruebas gráficas y de testigos que muestran la monstruosidad de la masacre, condenada por el mundo y por la prensa y población judía del planeta y del propio Israel, haciendo gala de esa impúdica actitud que el diccionario de la Real Academia Española define como cinismo: “desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables”, altos funcionarios sionistas, rechazan haber cometido un crimen, y tildan de hipócritas a quienes los acusan.

Sus criticas estaban dirigidas especialmente al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que condenó por su nombre a Israel al aprobar por mayoría de 32 votos a favor 3 en contra: EEUU, Holanda e Italia y 9 abstenciones, destacándose lo afirmado por el embajador sionista en esa instancia quien dijo que los 750 activistas a bordo de la flotilla no eran tales, sino que “su misión era de naturaleza política.”

Por su parte, el vocero de la cancillería sionista, Yigal Palmor, manifestó que “esta condena constituye una gesticulación automática basada únicamente en determinadas imágenes televisivas y no en un conocimiento de los hechos, además, agregó, de una dosis impresionante de hipocresía.”

Pero la más vergonzante y patética de todo el cinismo, mentiras e hipocresía de la dirigencia sionista, provino del embajador de Israel en España, quien este viernes restó gravedad e importancia a la masacre de los 9 activistas, alegando que “155 personas murieron en un ataque terrorista la semana pasada en la India” y a nadie le importa, como tampoco importa que 23 españoles murieron en las carreteras del país el último fin de semana.”

Pero la verdad, aunque a veces tarda, se impone siempre a la mentira, como la justicia al crimen, y mas temprano que tarde, en ambas se habrán de castigar a esos asesinos de pueblos, haciendo prevalecer a los que buscan la utopía de ese mundo posible, que traerá armonía y paz a la tierra, sin sionismo, sin imperios como el yanqui, donde todos los pueblos que hoy luchan por su dignidad sean libres y soberanos.

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