*JUAN MARTORANO
Este artículo estaba previsto ser
escrito en el día de ayer, pero como me considero una persona de palabra,
decidí publicar el artículo en respuesta a Rafael Ramírez y el tema del
Esequibo. Particularmente, quien esto escribe, entiende que se puede adversar
políticamente de un proyecto político, pero en un tema como éste, que
obligatoriamente convoca a la unidad nacional, no debería haber oposiciones de
ningún tipo.
Y ahí está el propio ejemplo del
Estado Plurinacional de Bolivia, en cuanto al tema de su disputa de la salida
al mar con Chile. Ahí vemos a Evo Morales que se ha unido con ex presidentes de
la talla de Carlos Mesa (su actual rival y contendor para los comicios
generales a escenificarse dentro de 15 días en esa hermana nación), Jorge “Tuto”
Quiroga, y otros tantos de la extrema derecha de ese país. Política e
ideológicamente se adversan, se odian y se detestan; pero en el caso de un tema
que convoca a la unidad nacional de los bolivianos y bolivianas, han tenido que
unirse por el interés y bienestar de los ciudadanos y ciudadanas de ese país.
Vaya este mensaje como
introducción para algunos y algunas que confunden hacer oposición con oposicionismo
o con la apatridia, que hay que entenderla como aquella condición del que no
tiene patria, y de ahí que surge la expresión apátrida.
Escribo estas líneas con una
profunda carga emotiva. En el día de ayer, viernes 04 de octubre de 2019, recordábamos
los 7 años de aquel hombre que se hizo lluvia y nos bañó de amor. Aquellos que estuvimos muy
cerca de él ese día, acompañándolo no pudimos contener las lágrimas al
recordarlo, porque aunque físicamente no esté, está más presente y vigente que
nunca.
Hoy escribo estas líneas, tomando
prestado como título ese título, valga la redundancia en el uso del término, de
una hermosa canción compuesta e interpretada por la agrupación larense El
Pacto, y hoy que nos encontramos nuevamente, desplegados y en batalla, en
homenaje a aquel que nos dio todo por darnos patria, no tenemos opción ni
siquiera de morir.
En medio de un escenario de
particulares complejidades, y de dificultades como el mismo avizoró, el
imperialismo y el sistema capitalista atiza sus contradicciones en medio de sus
terribles crisis que lo agobian. Y de ello evidentemente no escapa nuestro
país, y esto hay que tenerlo en cuenta y tomarlo muy en claro.
No es cuento aquella expresión
popular de que “el que se mete con Venezuela y el chavismo, se seca”, los
denominados gobiernos de los países del autoproclamado “Grupo de Lima”, han
mostrado en estos últimos días, las señales de sus crisis. Para la muestra, un
botón con alguno de esos casos:
1.- El inicio de impeachment, o “juicio
político” al presidente de EEUU, Donald Trump, que podría determinar el destino
de los comicios presidenciales a escenificarse en noviembre de 2020.
2.- El ridículo hecho por el
presidente colombiano Iván Duque en la 74 Asamblea General de Naciones Unidas,
al tratar de mostrar supuestas fotografías de la presencia del ELN en
Venezuela, cuando realmente las gráficas que mostró eran provenientes de su
propio país: Colombia. Por supuesto, la estrategia era nada inocente y de lo
que se trataba era de colocar y posicionar ante la opinión pública nacional e
internacional que el gobierno de Nicolás Maduro apoya y está vinculada a “organizaciones
terroristas y del narcotráfico” como parte de la generación de “falsos
positivos” para legitimar una intervención de tipo “humanitaria” en Venezuela.
3.- El pronunciamiento de uno de
los peores discursos de Jefe de Estado brasilero alguno por parte de Jair
Bolsonaro en Naciones Unidas.
4.- Las vinculaciones y el
financiamiento recibido por el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández
por parte de las mafias del narcotráfico.
5.- La crisis política devenida
en Perú (vanguardia del cartel de Lima) producto de la disolución por parte del
actual Jefe de Estado, Martín Vizcarra, del parlamento de ese país y la
convocatoria a comicios anticipados. Posterior a ello, el parlamento disuelto “destituyó”
al presidente Vizcarra, designando a Mercedes Aráoz como mandataria encargada,
la cual en menos de 24 horas renunció al cargo. En virtud de todo ello, Pedro
Olaechea Álvarez Calderón se proclamó mandatario encargado, por lo que todo
esto ha devenido en una crisis política y constitucional a ser dirimida por el
Tribunal Constitucional de Perú en las próximas horas. Pero es importante
destacar, que Perú desde el año 2017, por sólo mencionar uno de los años más
recientes, ha estado en crisis política debido a la renuncia de Pedro Pablo
Kuzcynski a la presidencia de ese país, debido a los sobornos que éste aceptó
por el caso de corrupción de Odebrecht.
6.- La crisis política y social
provocada por el traidor de Lenin Moreno en Ecuador y cuyo detonante que ha
hecho estallar la misma han sido la implementación de un paquetazo neoliberal
traducido en el alza desproporcionada e indiscriminada de los combustibles. Esta
ha sido la gota que rebosó el vaso de la paciencia de los ecuatorianos y
ecuatorianas ante el desmantelamiento del Estado de Bienestar legado por la
Revolución Ciudadana y su líder histórico, Rafael Correa Delgado. Ecuador tiene antecedentes largos y desde
hace rato, de que mandatarios que han abrazado la ortodoxia neoliberal, han
sido echados a patadas por su mismo pueblo. El único que pudo concluir su
mandato (y no en una, sino en dos oportunidades) por mantenerse fiel al
juramento y al programa que hizo a su pueblo se llama el propio Rafael Correa.
¿Posibilidades de vuelta al Palacio de Carondelet por parte de este hermano de
camino y de luchas? Amanecerá y veremos.
7.- Las rencillas y disputas
entre Sebastián Piñera de Chile e Iván Duque de Colombia, que lo tienen a la
calladita. Algo de eso comentaremos con detalles en próximas entregas.
En resumen, da la impresión de
que tanto Trump como ese apéndice de su política contra Venezuela que es el
Grupo de Lima están experimentando crisis simultáneas, algunas más intensas que
otras, pero todas relacionadas con sus escenarios internos, esos de los que
pocas veces hablan ellos, afanados como están en demostrar que el único asunto
urgente del continente es derrocar a Nicolás Maduro.
La crisis también la sufre la
oposición venezolana, específicamente la parte de ella que ha tomado el control
desde hace meses (Voluntad Popular y Primero Justicia). Esto configura un
momento de altísima peligrosidad para los pueblos de los países mencionados y
también para Venezuela, pues siempre ha sido el subterfugio de estos
gobernantes para distraer la atención y tratar de salir ilesos. En el trance en
que se encuentran, no sería raro que pretendieran utilizarla de nuevo como un
elemento distractor.
La crisis interna se ha expresado
también a través de síntomas como la renuncia (no dirigida a Guaidó, sino a su
jefe político, Leopoldo López) del supuesto representante ante el Banco
Interamericano de Desarrollo, Ricardo Hausmann, lo que según algunos analistas
evidencia que importantes sectores de la burguesía nacional se están
desentendiendo del Experimento Guaidó.
Las crisis del centro imperial,
de sus satélites y la clase política opositora venezolana son simultáneas,
aunque tal vez sea la misma crisis expresada en síntomas específicos en cada
caso.
Pero también, quiero permitirme
formular las siguientes consideraciones a este respecto, que no podemos perder
de vista en nuestras apreciaciones y análisis.
Varias elecciones de importancia
para los pueblos de todo el continente tienen lugar en este mes de octubre, en
un contexto en el que el proceso de restauración neoliberal pareciera
debilitarse en diversos países y podría estar en puertas un nuevo período de
avance y defensa de los intereses nacionales y populares bajo la dirección de
gobiernos de izquierda y progresistas.
En medio de un panorama político continental
en el que destacan las posiciones dignas y soberanas de gobernantes y el
desgaste creciente que muestran algunos gobiernos de derecha, están ahora en desarrollo
los procesos electorales generales de Bolivia, Argentina y Uruguay, cuyos
resultados podrían dar una nueva señal de que los pueblos de América Latina están
girando hacia la izquierda nuevamente. La nueva oleada de gobiernos
progresistas y revolucionarios como lo señaló el marxista y actual
Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera, en
ponencia titulada: “¿Que está pasando en el Continente?” realizada en Argentina
en el año 2016.
El 20 de octubre serán las
elecciones generales en Bolivia, para elegir al presidente, vicepresidente y
130 diputados y 36 senadores que integrarán las Asamblea Legislativa en el
período constitucional 2020-2025.
Todos los sondeos de opinión dan
a Evo Morales triunfador como candidato
de las fuerzas de avanzada e izquierda, tras haberse sobrepuesto a una compleja
situación jurídica que estuvo a punto de impedir su nueva postulación. Si bien
es cierto que aparece como favorito en todas las encuestas hasta ahora
publicadas, las últimas informaciones obtenidas por este servidor apuntan a que
existe la posibilidad de que su triunfo no sea lo suficientemente amplio para
evitar una segunda vuelta, la cual tendría lugar el 15 de diciembre. Esto porque
el imperialismo ha venido haciendo un trabajo en ese país, además del cierto
desgaste de Evo producto de más de una década de gestión al frente de los
destinos de ese país.
También es importante destacar
que el principal foco de atención continental recae en esta oportunidad sobre
Argentina, la cual tendrá sus elecciones generales el 27 de octubre, en las que
serán elegidos presidente y vicepresidente de la República para los próximos 4
años, además de la mitad de los 257 diputados y un tercio de los 72 senadores
integrantes del Congreso de la Nación.
La mayoría de las encuestas
prevén que la fórmula electoral progresista Frente de Todos, integrada por
Alberto y Cristina Fernández, triunfe sobre el aspirante a la reelección,
Mauricio Macri sin necesidad de segunda vuelta. No obstante, no se puede
confiar, puesto que en la provincia de Mendoza (la quinta en importancia
electoral del país y emblemática por los triunfos kirchneristas de otrora)
acaba de elegir de gobernador a un representante del macrismo que derrotó a la
izquierda por más de 15 puntos de ventaja. Parte de la estrategia de Macri en
esta campaña electoral ha sido no hacerse visible ante el electorado, y esto le
devino en este resultado importante para su causa. Así que no podemos pecar de
triunfalistas en estos casos, ya que la realidad política Argentina no es igual
a la de Venezuela, como algunos de mis compatriotas pueden pensar.
La victoria de los Fernández
significaría la derrota de la opción neoliberal y la posibilidad de retornar a
la orientación progresista y latinoamericanista que caracterizó a los gobiernos
argentinos desde 2003 hasta el año 2015.
Por su parte, Uruguay, también el
27 de octubre, serán elegidos el presidente y vicepresidente e integrantes de
la Asamblea General, en este caso 99 representantes y 30 senadores, todos ellos
para el período 2020-2025.
El progresista Frente Amplio,
ganador de las tres anteriores elecciones y gobernante desde 2005, presenta
como candidato presidencial a Daniel Martínez, quien se desempeñó como ministro
durante el primer gobierno de Tabaré Vásquez, en 2010 como senador y en 2015
como intendente (alcalde) del departamento de Montevideo. Las encuestas más
recientes señalan que la dupla integrada por Martínez y Graciela Villar debería
ganar esa votación, pero que será necesario un balotaje el 24 de noviembre para
determinar el resultado definitivo.
En caso de obtener el triunfo
estas fuerzas, serían elementos muy favorables para el actual gobierno
venezolano y Nicolás Maduro. En su debida oportunidad explicaré las razones.
Definitivamente, Octubre llega
como la lluvia fresca, que no cesa.
¡Leales Siempre! ¡Traidores Nunca!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
* Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante
Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tutiteras Socialistas. Www.juanmartorano.blogspot.com , www.juanmartorano.wordpress.com , jmartoranoster@gmail.com, j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar , cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta
facebook: Juan Martorano Castillo.
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