Maryclen Stelling
Los recientes sucesos en Ecuador, que se disparan a raíz de las
medidas acordadas por el Gobierno de Lenín Moreno con el FMI,
concentraron el interés de la región y otras latitudes.
Ecuador se convirtió en un foco de atención de miradas múltiples y de poderosas dinámicas de participación social, en cuanto a la alimentación y circulación mediática de informaciones y contenidos sobre lo que allí acontecía. Numerosas narrativas transmedias se desplegaron a través de diversos medios y plataformas comunicacionales, permitiendo que asumiéramos un papel activo en las vivencias y lucha del pueblo indígena y mestizo. En tanto actores del proceso comunicacional, abandonamos el papel de meros emisores y/o receptores para convertirnos en interlocutores, productores de contenidos y consumidores de una narrativa compleja. Así, en calidad de prosumidores, participamos creativa y activamente en la construcción y transformación de las narrativas propias del periodismo transmedia. Relatos que representan el conocimiento tanto subjetivo como objetivo del pueblo ecuatoriano. Conocimos sus valores, creencias, identidades… Vivimos sus luchas, ofensivas, toma de edificios públicos, marchas y movilizaciones a las que se sumaron estudiantes, trabajadores, pobladores… Sufrimos “transmediáticamente” la represión oficial y la violencia brutal; lloramos heridos y muertos; vivimos el toque de queda, el estado de excepción y el acuerdo entre la Conaie y Lenín Moreno. Al día siguiente compartimos sonidos que angustiosamente llamaban a no abandonar las calles y continuar en la lucha. En suma, una creativa oportunidad histórica de participación en línea y, sobretodo, de compromiso con la lucha de ese pueblo, que no finaliza con dicho acuerdo.
En razón de la interactividad y conectividad, participamos en un dinámico proceso mediático, donde circulaban nuevas informaciones, puntos de vista y diversas interpretaciones de lo que sucedía. Proceso alimentado y reconstruido constantemente por una ciudadanía conectada y devenida en productora y consumidora de información.
En suma vivimos la experiencia de una activa comunidad transmedia abocada a la constante reconstrucción informativa de la situación en Ecuador.
Gracias a la conectividad, fuimos y somos Ecuador.
Ecuador se convirtió en un foco de atención de miradas múltiples y de poderosas dinámicas de participación social, en cuanto a la alimentación y circulación mediática de informaciones y contenidos sobre lo que allí acontecía. Numerosas narrativas transmedias se desplegaron a través de diversos medios y plataformas comunicacionales, permitiendo que asumiéramos un papel activo en las vivencias y lucha del pueblo indígena y mestizo. En tanto actores del proceso comunicacional, abandonamos el papel de meros emisores y/o receptores para convertirnos en interlocutores, productores de contenidos y consumidores de una narrativa compleja. Así, en calidad de prosumidores, participamos creativa y activamente en la construcción y transformación de las narrativas propias del periodismo transmedia. Relatos que representan el conocimiento tanto subjetivo como objetivo del pueblo ecuatoriano. Conocimos sus valores, creencias, identidades… Vivimos sus luchas, ofensivas, toma de edificios públicos, marchas y movilizaciones a las que se sumaron estudiantes, trabajadores, pobladores… Sufrimos “transmediáticamente” la represión oficial y la violencia brutal; lloramos heridos y muertos; vivimos el toque de queda, el estado de excepción y el acuerdo entre la Conaie y Lenín Moreno. Al día siguiente compartimos sonidos que angustiosamente llamaban a no abandonar las calles y continuar en la lucha. En suma, una creativa oportunidad histórica de participación en línea y, sobretodo, de compromiso con la lucha de ese pueblo, que no finaliza con dicho acuerdo.
En razón de la interactividad y conectividad, participamos en un dinámico proceso mediático, donde circulaban nuevas informaciones, puntos de vista y diversas interpretaciones de lo que sucedía. Proceso alimentado y reconstruido constantemente por una ciudadanía conectada y devenida en productora y consumidora de información.
En suma vivimos la experiencia de una activa comunidad transmedia abocada a la constante reconstrucción informativa de la situación en Ecuador.
Gracias a la conectividad, fuimos y somos Ecuador.
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