*JUAN MARTORANO
En las valoraciones que hacía en
el día de ayer, en el artículo precedente a este, referido a la posibilidad del
aumento del dólar en fechas posteriores al 30 de noviembre de 2019, al momento
de enviar el artículo, paralelamente y por colaboración de algunos buenos
“informantes”, me llegaba la información sobre el aumento de salario decretado
por el Ejecutivo Nacional.
La información completa, es del
siguiente tenor, para que todas y todos la tengamos: El salario mínimo pasa de
40.000 bolívares a 150.000 bolívares. El Bono de Alimentación Socialista (Cesta
Ticket) pasa de 25.000 a 150.000 bolívares. Dos bonos Patria de 150.000
bolívares excepto a los sectores especiales, el cual podría ascender a 200.000
bolívares, y el primer mes de aguinaldo ascendería a 150.000 bolívares. Es
decir, el ingreso integral en el mes de
Octubre podría ascender a un poco más de 750.000 bolívares.
El meollo del asunto no es ese
ingreso, que en condiciones ordinarias sería estupendo. Sino que ya el sector
especulativo que se disfraza de comercio comenzó el proceso de remarcaje de
precios ante una Superintendencia de Defensa de los Derechos Socioeconómicos
(SUNDEE) y un ministro de Comercio Interior como William Contreras totalmente
inoperante e ineficiente.
Pero el meollo del asunto va
mucho más allá de la SUNDEE y del funcionario mencionado en el párrafo
anterior. Es un problema estructural y de origen. Esto nos lo explicó
claramente Luis Enrique Gavazut. Es un problema que no tenemos renta petrolera,
no tenemos los recursos para poder sostener nuestra calidad de vida. Así de
simple.
Con Chávez no se sintieron los
rigores de las agresiones económicas, porque cuando el distribuidor de pollos
X, por ejemplo, aumentaba los precios, Chávez, aprovechándose de la enorme
renta petrolera que teníamos, importaba ese pollo a Brasil, Argentina, Uruguay
o cualquier otro país; lo subsidiaba y competía con el de ese distribuidor de
pollo, y de esa manera lo obligaba a bajar el precio. Esto sin desmeritar la
labor realizada por el compañero Eduardo Samán al frente del entonces Instituto
para la Defensa de las Personas en el Acceso a Bienes y Servicios (INDEPABIS)
de la mano de funcionarios policiales, inteligencia y militares. Soy testigo de
excepción de ello y objeto de una de sus medidas en una oportunidad.
Sin duda, en estos instantes hay
todo un debate y se publican cifras y estimaciones referidas al aumento de
salario decretado por el Gobierno Nacional, y es bueno y muy positivo que esto
sea así. No obstante, hay algunas consideraciones que me parecen no menos
importantes formular dentro del análisis de la actual coyuntura que hoy nos
circunscribe.
Pero, ha sido mi pregón con
varios cuadros del proceso revolucionario, de aplicar la vieja conseja de José
Martí: “En política, lo real es lo que no se ve”. Y están sucediendo una serie
de situaciones, que producto de la cotidianidad que nos abruma y agobia, no nos
estamos dando cuenta.
La primera, tiene que ver con esa
especie de profecía que ha lanzado el ex ministro Héctor Navarro, referida a la
posibilidad de ocurrencia de una nueva interrupción no programada en el
servicio eléctrico a nivel nacional, tal y como lo hizo a finales del mes de
julio el ingeniero Winston Cabas, de quien escribimos en anteriores artículos. Estamos
observando como el fascismo, de la mano del denominado “chavismo crítico” se están
montando en el mismo autobús y trabajan arduamente, no sólo para dividir y
fracturar a las fuerzas chavistas, sino también para lograr el derrocamiento
del actual Gobierno Bolivariano y lograr la destrucción de la Revolución
Bolivariana como proyecto histórico en Venezuela y el resto del continente.
La otra situación tiene que ver
con lo siguiente: Desde el pasado 26 de septiembre, los trabajadores petroleros
mantienen una huelga de “brazos caídos”, motivada por el deterioro de su
salario (el cual antes del aumento decretado en el día de ayer) se ubicaba en
65 mil bolívares.
También los trabajadores de
nuestra industria petrolera manifiestan problemas de ser atendidos en los
diferentes centros de salud en el país (esto para reforzar la tesis de crisis
sanitaria y humanitaria). Las referidas también a las condiciones y medio
ambiente de trabajo, las cuales en estos momentos no son las más idóneas, esto
hay que reconocerlo; y el problema para el acceso a alimentos y beneficios como
los comedores, mientras que hay ejecutivos de PDVSA a los que todos los días no
les falta su lonchera.
Indudablemente la justa lucha reivindicativa
de la clase trabajadora no puede ni debe ser criminalizada. Pero, por elementos
que se observar, actores políticos y grupos vinculados con sectores fascistas y
de la oposición pretenden aprovechar esta situación para activar un conjunto de
situaciones nada deseables en contra del Ejecutivo Nacional.
El meollo de estas
manifestaciones dentro de PDVSA se está traduciendo, no solo en la merma de
nuestra producción petrolera (de acuerdo a datos que poseo, la misma estaría
por debajo de los 400.000 barriles diarios) y la cual es muy necesaria para
poder adquirir las pocas divisas que necesitamos para sostener nuestra calidad
de vida. Además de ello, podría avecinarse un problema bien serio en lo que a
la producción de gasolina se refiere, y la cual podría constituir el detonante
para incendiar a la población venezolana por la falta del combustible propulsor
para el transporte público, privado, terrestre, aéreo, marítimo, lacustre y
fluvial en el país.
De la misma manera, los gremios
de docentes de educación básica, además de sindicatos, estudiantes y profesores
de educación universitaria se han declarado en pie de lucha contra el actual
Gobierno Nacional. Como se puede observar, se está promoviendo toda una agenda
de conflictividad social a los fines de activar focos policéntricos de
desestabilización. Es decir, una mutación de los actos terroristas (guarimbas)
de años anteriores, bajo la fachada de luchas reivindicativas. Ojo con esto.
La idea es que se vayan sumando
otros gremios, y primeramente por fases y sectores, ir a procesos de paralización
y “huelga”, para confluir todos ellos en una huelga general, con abierto
carácter insurreccional y subversivo.
El escenario de 2002, con
variantes obviamente, se está cocinando a fuego lento.
Así que a prepararse, porque
nuevas batallas se avecinan en el horizonte.
¡Leales Siempre! ¡Traidores Nunca!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
* Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante
Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tutiteras Socialistas. Www.juanmartorano.blogspot.com , www.juanmartorano.wordpress.com , jmartoranoster@gmail.com, j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar , cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta
facebook: Juan Martorano Castillo.
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