*JUAN MARTORANO.
Después de un receso obligado,
producto de todo el esfuerzo personal, logístico y de organización realizado
para la formalización de nuestra propuesta presentada como opción para estas
elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente, no hemos podido escribir y
hacer nuestras acostumbradas reflexiones. Hoy, 15 de junio de 2017, siendo las
5:21 minutos de esta madrugada lluviosa en la ciudad de Caracas, volvemos a
retomar la escritura.
Quiero desde acá agradecer a
tantas personas que confiaron en mí y en todo un extraordinario equipo de
trabajo, y que con su firma han apoyado esta opción que ponemos a la orden de
nuestro pueblo. El pasado día lunes, luego de que el pasado sábado 10 de junio
entregamos los recaudos para nuestra candidatura a la Asamblea Nacional
Constituyente en la Junta Municipal Electoral de Caroní, requisitos que cumplimos a cabalidad en lo
que concierne a nuestra opción como constituyentista sectorial de los trabajadores
y trabajadoras, el pasado lunes 12 de junio, procedimos a entregar 1080 firmas
que avalan nuestra candidatura.
De esta experiencia, y mis
agradecimientos más detallados, espero hacer una parte al final de este
artículo, y en artículos sucesivos, porque hay muchas experiencias, anécdotas y
reflexiones que contar y compartir con todas y todos ustedes, y hay algo de
tiempo para ello.
Pero de lo que sí quiero
permitirme, es reflexionar sobre la importancia de la convocatoria de esta
Asamblea Nacional Constituyente en un momento particularmente duro, complejo y difícil
en estos momentos donde se pretende destruir al Estado-Nación llamado República
Bolivariana de Venezuela.
Sin duda, el Presidente Nicolás
Maduro procedió a convocar a esta Asamblea Nacional Constituyente en este
momento tan complejo, y sin saber si de la elección del próximo 30 de julio de
2017, tendrá esta Asamblea Nacional Constituyente una mayoría revolucionaria
que garantice la sostenibilidad del proyecto bolivariano. Maduro hizo una
apuesta alta, como la hubiese hecho Chávez, y esos cojones hay que
reconocérselo, sin ninguna duda.
También es importante destacar
que vamos a esta elección de los y las constituyentistas sin determinar con
precisión si la oposición toda participará de este proceso. Incluso, a 45 días
de la celebración de estas elecciones, empezamos a observar una especulación
desbordada, carencia de dinero en efectivo en ciertas y determinadas zonas de
la geografía nacional, fallas en los servicios públicos entre otros elementos
tendentes a crear estados displacenteros, molestias y muchas arrecheras al
pueblo de a pie, independientemente del signo ideológico que profesen.
A ello hay que agregar que el
denominado “dólar paralelo” de Dólar Today, se ha disparado.
¿Será que todo esto forma parte
de un plan a los fines de torpedear y sabotear la realización de las elecciones
del 30 de julio de 2017 y posterior instalación de la Asamblea Nacional
Constituyente?
No se puede negar, y lo expresó
por los recorridos que he realizado junto al equipo en las últimas horas, toda
la situación de descontento que profesa buena parte de la población, ante la
dura situación que estamos viviendo. Estamos obligados a conversar con la
gente, a hablarle con la verdad, a atenderla en la medida de nuestras posibilidades
en sus necesidades, y explicar que la actual situación del país no es
responsabilidad exclusiva de Nicolás Maduro y del Alto Mando Político y Militar
de la Revolución y el Gobierno Bolivariano. Esta también es responsabilidad de
ciertos y determinados actores políticos, económicos y sociales muy interesados
en que haya un “baño de sangre” en nuestro país.
Sin duda, hay un sector que le
interesa sobremanera, desmotivar, desmoralizar y despolitizar la convocatoria
realizada por el Presidente Nicolás Maduro de convocar esta Asamblea Nacional
Constituyente; de desfigurar y tergiversar esta propuesta, para también buscar
la desmovilización de las bases políticas y sociales que respaldan a la
Revolución, y poder deslegitimar a esta Asamblea Nacional Constituyente.
La coalición Mesa de la Unidad
Democrática (MUD) ganó una mayoría circunstancial en la Asamblea Nacional,
basado en un slogan “Queremos Cambio”, pero, cuando se presenta la oportunidad
de realizar e impulsar verdaderamente los cambios, los rechazan y lo niegan de
plano.
Es que por una parte, la
oposición solo propone cambios cosméticos: “Cambiarlo todo para que en realidad
nada cambie”, son los gatopardianos que buscan frenar el Poder Constituyente
Originario, para que este se estanque, y basados en el pensamiento de la
dominación, retroceder para restablecer las viejas cadenas y la esclavitud a la
que nos condenó esta oligarquía durante más de 500 años.
Es fundamental en estos momentos,
y a 45 días de esta nueva cita con la historia y en una encrucijada de caminos,
que nos vayamos todas y todos a las calles, para repolitizar, remoralizar,
revisar, rectificar, reimpulsar, revolucionar, revolcar, reconstituir y
rescatar el alma de nuestra gente. De hacer realidad la pegajosa canción de
Chucho compuesta para este proceso: “Porque hablando se entiende la gente”.
Vienen 45 días no exentos de
peligros, de amenazas, de asechanzas. 45 días donde debemos darle a nuestro
pueblo razones sagradas para luchar y para motivarlos a votar y el por qué
participar en este proceso popular constituyente. Es fundamental y es vital
legitimar a nuestra Asamblea Nacional Constituyente.
Y esto debe ser así, porque los
ojos del mundo están puestos en nuestro país en estos momentos. Y resultaría
extremadamente peligroso ir a esta elección con una abstención que supere el
70%. Para los efectos de, la Asamblea Nacional Constituyente sería
constitucional y “legal”, más para los ojos del sistema hegemónico planetario
no sería “legítima”, puesto que el 70,80 y hasta el 90 por ciento de la
población “no participó”.
Y esto, al igual que las últimas
declaraciones y actuaciones de la Fiscal General de la República, doctora Luisa
Ortega Díaz, constituiría en un combustible importante para arreciar con la violencia,
con los asesinatos y ataques selectivos, con los actos terroristas tendentes a
buscar un pronunciamiento en el sector militar de nuestro país; una
intervención militar extranjera, o una combinación de ambas formas de lucha.
Es por ello, que estamos
obligados a remoralizar a nuestra gente y a motivarlas a votar, porque es vital
que la Asamblea Nacional Constituyente goce de toda la legitimidad que debe
darle nuestro pueblo.
Nicolás Maduro ha renunciado al
poder para entregárnoslo a nosotros, para que seamos nosotros, junto a Chávez y
junto a él, que podamos salir de este laberinto, y despejar la misteriosa
incógnita del hombre (y la mujer diríamos hoy en día) en libertad.
No quería cerrar estas líneas,
con mi eterno agradecimiento a todas y a todos aquellos y aquellas que
depositaron su confianza, y hacen posible esta candidatura, que superando todos
los escollos y contratiempos colocados por algunas “maquinarias” puestas por la
derecha endógena, y que conspiran desde adentro contra nuestra Revolución, no
pudieron detener esta hermosa posibilidad. Este agradecimiento es tomado de un
escrito de un colega candidato, amigo, pero sobre todo hermano, como lo es
Keudy López, pero adaptado a la modesta experiencia y firmas que el pasado día
lunes 12 entregue al Poder Electoral allá en mi querido San Félix, al que
espero volver muy pronto:
“Mil ochenta gracias
Mil ochenta huellas que
necesitamos para seguir ayudando y seguir aportando
Mil ochenta voluntades para
entregar lanzazos quijotescos
Mil ochenta nombres, de hombres y
de mujeres que dicen “Si va”
Pero pocos arrean la carreta
pesada para llegar.
Mil ochenta gracias son pocas
para decirles… GRACIAS COMPATRIOTAS”
¡Bolívar y Chávez viven, y sus
luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
¡Hasta la Victoria Siempre!
*Abogado,Activista por los DerHumanos,Militante
Revolu y dela Red Nacional Tuiter@s
Socialistas ( http://.juanmartorano.blogspot com
/http:juanmartorano.worpress.com
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