*JUAN MARTORANO.
Para el momento en que
escribo estas líneas, restan cuarenta y dos (42) días para los comicios
de la Asamblea Nacional Constituyente. Donde seremos electos y electas
545 hombres y mujeres con la trascendental
misión de transformar el Estado, de crear un ordenamiento jurídico
donde se profundice en el Poder Popular y el Estado Comunal y redactar
una nueva Constitución.
Hay que entender esa
nueva Constitución como una Carta Magna adecuada a los nuevos tiempos,
una Carta Magna que profundice en el legado de Hugo Chávez, que
radicalice la Revolución y que, basado en el principio
de progresividad del Derecho, contemple a los sujetos sociales de
transformación que en la discusión constituyente de 1999 no pudieron ser
visibilizados, así como un conjunto de logros y conquistas que no se
encontraban en ese entonces.
Y es ahí, donde en este
escenario de contradicciones y de lucha de clases, el enemigo histórico
de este proceso revolucionario, los que han detentado siempre el poder,
no lo van a ceder ni a entregar así no más.
Ellos harán todo lo posible por llegar de manera violenta y cruenta al
poder, para destruir nuestro escudo que es la Constitución, así como al
Estado- Nación que es la República Bolivariana de Venezuela.
Nadie puede negar que el
pasado 1 de mayo de 2017, cuando el Presidente de la República
Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció al país la
convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, el escenario
político cambió totalmente. Y obviamente, el enemigo se adecuo y ajusto
a esa nueva realidad y al nuevo escenario político.
Tanto para ellos y ellas
como para nosotros y nosotras, las “naves de retorno” están quemadas.
Nosotros apostaremos e iremos con todos los hierros a las elecciones de
la Asamblea Nacional Constituyente del próximo
30 de julio de 2017. Ellos, evidentemente, van a tratar de arreciar en
incrementar los niveles de ingobernabilidad, de malestar y desasosiego
en la sociedad venezolana, a los fines de provocar la ruptura del orden
constitucional.
Se vienen los cuarenta y
dos días más duros, difíciles y complejos de nuestra historia
republicana. Donde la especulación, el acaparamiento,
el boicot, el sabotaje estarán a la orden del día para crear
malestar y estados displacenteros en nuestra población. Donde buscarán
reforzar las tesis del Estado Fallido y del Estado Forajido que
justifique la intervención militar extranjera del Gobierno
de EEUU, para así saquear los recursos que yacen en el suelo y sub
suelo de nuestro sagrado territorio.
Como lo expresó Marcos Teruggi en su excelente artículo “Socopó:
, en estos cuarenta y dos (42) días pretenderán convertir a
nuestros pueblos en escenarios de batalla durante uno o varios días. En
lugares donde no existe el desarrollo del paramilitarismo enraizado,
como en Socopó o el estado Táchira, donde fueron
desplazados algunos grupos para encabezar las jornadas. No, en estos
cuarenta y dos (42) días se tratarán de realizar acciones con un impacto
simbólico y militar, para mostrar el poder y la cercanía del triunfo en
las bases del fascismo, e imponer el terror
y la sensación de desprotección en las bases chavistas y populares.
Esto tiene que ver con el ensayo de la forma de guerra implementada
entre el 20 de abril y los últimos días del mes de mayo del año en
curso.
Igualmente, coincidimos
con Teruggi, cuando señala que, desde la semana pasada estamos viviendo
la nueva fase de la violencia. El epicentro es nuevamente la ciudad de
Caracas, el objetivo es rodear el Palacio
de Miraflores, generar la idea moralizante de cercanía al objetivo
final. Se trata de la combinación de ataques en el este y el oeste de la
ciudad, y para muestra un botón: Chacao y La Candelaria,
respectivamente; como un asedio que multiplica golpes día tras
día para no dejar un punto de respiro.
Una de las hipótesis que
varios analistas nos hemos formulado es que en los próximos días o
semanas se puedan desplegar en simultaneo todas las tácticas
desarrolladas desde principios del mes de abril del presente
año: ataques en localidades en el interior con el método Socopó,
trancas de principales arterias viales, como por ejemplo la troncal 5;
movilizaciones desde el este de la ciudad; acciones de fuerza en los
barrios populares. Sería el intento de descargar todos
los ataques en simultaneo para generar el punto de quiebre.
En este perverso plan,
en este asedio de cuarenta y dos (42) días, y por los elementos en
desarrollo, sin duda irá acompañado de su avanzada político/ mediática a
través del apoyo internacional; el papel de la
Fiscal General de la República, doctora Luisa Ortega Díaz y la Asamblea
Nacional en desacato, que aprietan y apretarán el acelerador en el
choque y la disputa que hay entre ramas del Poder Público Nacional. Esto
daría una combinación de violencia integral
desplegada sobre el territorio nacional, junto con la agudización
extrema del conflicto institucional. Es por ello, que el fascismo
considera que la posibilidad de quiebre son muy factibles y se han dado
como plazo estos cuarenta y dos (42) días para lograrlo,
de acuerdo a la apreciación de alguno de los “tanques pensantes” del
fascismo criollo.
Esta sin duda, y a
grandes rasgos, sería la hoja de ruta golpista del fascismo criollo,
como lo señala Teruggi, y la estrategia del terror, de la
desmoralización y la desmovilización esta activa y desplegándose
paso a paso. Acá es en donde cabe estas interrogantes que el mismo
Teruggi se formula: ¿Que debe hacer el gobierno, las fuerzas de
seguridad del Estado, el chavismo como un todo? Es evidente que en lo
político la respuesta está en la mayor votación en el proceso
constituyente, logrando que éste prenda y se arraigue en el alma
popular y una de las participaciones record el venidero 30 de julio de
2017. ¿Y ante la violencia? En este caso, ya no hay derecho a la
sorpresa. La gente en las comunidades, ya está debatiendo
sobre estos temas.
Por ello, la apuesta el
próximo 30 de julio de 2017 es muy alta, y esto debemos asumirlos los
que a partir de esa fecha seremos voceros y voceras de nuestro pueblo en
la Asamblea Nacional Constituyente.
¡Bolívar y Chávez Viven! ¡Y sus luchas, y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
¡Hasta la Victoria Siempre!
*Abogado, Analista Político, militante revolucionario, miembro de la Red Nacional de Tuiteros y Tuiteras Socialistas (RENTSOC).
www.juanmartorano.blogspot.com, www.juanmartorano.wordpress.com
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