viernes, 17 de febrero de 2012

Lo que se define y lo que se oculta en la MUD.


*RODRIGO CABEZAS


Lo ocurrido en estos últimos tiempos en la oposición venezolana que les condujo a elegir su abanderado presidencial en primarias, nos permite aproximarnos a elementos que definen la naturaleza de esta fuerza política opuesta al proceso bolivariano.
La de hoy no es la misma oposición golpista de 2002. Aquella tenía como centro de conducción casi que exclusivamente a los dueños de los grandes medios de comunicación y a la mayoría de los propietarios de los bancos. Los partidos o bien los liderazgos colectivos de estos sujetos políticos eran simple apéndice ejecutor de aquellos. Tal circunstancia se explica en el grave deterioro de su legitimidad como intermediarios con la sociedad que acompañaba al viejo bipartidismo. La victoria del Presidente Hugo Chávez en 1998 lo había quebrantado para cerrar un ciclo de cuarenta años de hegemonía política férrea.
Se reconoce un salto cualitativo que conduce a colocar el centro gravitacional de la oposición en las direcciones de los partidos políticos de derecha. Esto les permite dotarse de una línea política pragmática que le da un acento superior al tema de la unidad y les permite modificar la percepción no democrática y golpista que de ellos se tiene. Es por ello que se impone un proceso de elección primaria para elegir a Enrique Capriles como candidato Presidencial. Esto en absoluto significa que la derecha venezolana este ahora comprometida principistamente con nuestra Constitución y con la democracia. Ella sigue siendo tutelada a la sombra por la oligarquía que da un giro táctico para colocar al frente de esta a un partido relativamente nuevos (Primero Justicia) que lave la cara del proyecto restaurador de la vieja simbología de AD y COPEI.
Es por ello, que teníamos la certeza que el actual Gobernador de Miranda se impondría. Casi toda la oligarquía le financió “abundantemente” su campaña en las primarias para superar con creces a Pablo Pérez y Leopoldo López en su exposición mediática, sólo bastaba con ver las televisoras nacionales y leer los periódicos para saber a quién apostaban los poderosos económicamente, e incluso observar la cobertura parcializada que dieron al evento primario las dos principales televisoras del país.
Las primarias que culminan con Capriles de candidato configuran el inició de una hegemonía de Primero Justicia, partido político radicalmente pro empresarial y subordinado al gran capital. La vieja socialdemocracia recibe su segunda y definitiva derrota. La correlación de fuerza al interior de la oposición cambia hacia el conservadurismo “moderno”. La oligarquía se ha cuidado de que su control de los que ganaron se invisibilice en el protagonismo público. Su interés por derrocar al gobierno sigue intacto, sólo ha cambiado la forma.
Capriles presentará un ideal político de clase media, incoloro, inodoro, con llamados retóricos a la unidad y a la no confrontación. Será la coartada para eludir el debate de fondo, aquel referido al papel que le asignan al Estado para intervenir, regular y redistribuir frente al dogma del mercado como eficaz asignador de recursos y, esencialmente rehuir el debate sobre la política petrolera entreguista y privatizadora que profesan ciegamente.
Ocultará la MUD y su candidato el proyecto neoliberal en el que creen junto a sus financistas de aquí y los de fuera.
En poco más de siete meses que vienen hasta octubre, los que apoyamos el proceso de cambio que lidera Hugo Chávez, no sólo deberíamos mostrar una gestión, que es clave para la calidad de vida, liberación e independencia lograda, también debemos desafiar a la oligarquía y a su candidato en temas programáticos capitales para el futuro del pueblo de Venezuela. El abstracto futuro que ofrecerá Capriles es el pasado enmascarado, aún peor ya que el bipartidismo en sus cuarenta años por lo menos se impregnó de alguna autonomía del capital, ahora son unos y otros, la misma cosa. Ganó el proyecto de la oligarquía prepotente y egoísta, necesario es volverla a derrotar.

*Diputado y Presidente del Parlatino Capítulo Venezuela. Dirigente Nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

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