Prensa PSUV.- El 5 de enero de pasado fue instalada la nueva Asamblea Nacional con una correlación de fuerzas favorable a la Revolución Bolivariana, que logró la mayoría el 26 de septiembre del año pasado con 98 Diputados y Diputadas por tan sólo 66 de la contrarrevolución, lo que representó un 58 por ciento de los curules sobre 42 por ciento.
Expectativa generó en todo el país la presencia opositora en el parlamento, pues en el año 2005 la entonces Coordinadora Democrática decidió no acudir a las elecciones bajo el pretexto de que no había condiciones institucionales y democráticas para asistir a esa contienda electoral.
Desde entonces, tal como lo señaló Cilia Flores, Primera Vicepresidenta del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), “la oposición no fue que volvió al parlamento, sino que la obligamos a retomar el camino institucional, democrático, como lo pide el país, que desea tener una oposición seria, responsable y creíble”.
Hoy, cuando no han transcurrido 45 días de la instalación de nueva Asamblea Nacional, la oposición intenta convertir el Parlamento en un ring boxeo cada vez que se queda sin argumentos, para intentar diluir los efectos de la implacable verdad, como diría el trovador cubano Silvio Rodríguez, y así sabotear las sesiones ordinarias.
Primera campanada
El primer hecho de violencia se produjo el 20 de enero pasado y tuvo como protagonista al Secretario General de Primero Justicia, Julio Borges, Diputado por el estado Miranda. El aurinegro no resistió que el Diputado del PSUV, Diosdado Cabello, enseñara públicamente las pruebas que revelan el financiamiento de la antigua PDVSA a la Asociación Civil Primero Justicia en el año 1998.
Cabello mostró varios cheques, recibidos por Borges ese año, emitidos por la madre del ex Alcalde de Chacao, Leopoldo López, quien era alta funcionaria de la estatal petrolera venezolana, como parte de una donación a la Asociación Civil que dirigía Borges. El primer cheque consta de 25 millones de bolívares. “Pero a ellos no les gusta hablar de historia”, señaló Cabello.
El Diputado Revolucionario mostró otro cheque emitido por el Banco Venezolano de Crédito por 65 millones de bolívares, también correspondiente al año 1998. “Así era que se regalaba el petróleo en Venezuela”, argumentó Cabello en alusión a Borges, quien propone la Ley Candado, “para evitar la regaladera de dinero al exterior”
Borges no esperó que Cabello terminara su intervención e interrumpió la sesión: subió al presídium e intentó agredir al Presidente del Parlamento, Fernando Soto Rojas, quien le pidió que regresara a su curul. Al final, el Diputado de Primero Justicia argumentó a la prensa: “Uno tiene que hacerse sentir de vez en cuando”.
Segunda campanada
El pasado martes 8 de febrero inició, por sugerencia del Presidente Hugo Chávez en su mensaje anual del pasado 15 de enero, un proceso de comparecencias de Ministros y Ministras del Ejecutivo Nacional para complementar la intervención del Jefe de Estado. A la cita acudieron Tareck El Aissami, Ministro de Relaciones para Interiores y Justicia, Nicolás Maduro, Ministro para Relaciones Exteriores, y Elías Jaua, Vicepresidente Ejecutivo de la República.
La inseguridad fue el foco de las intervenciones. Tareck El Aissami escuchó los planteamientos y las preguntas que hicieron ambas bancadas (MUD-PSUV). Los planes de seguridad integral, los planes de desarme, la situación carcelaria, los logros de la nueva Policía Nacional Bolivariana (PNB), entre otros aspectos, fueron desmenuzados por el alto funcionario.
De pronto, tiene la palabra el Diputado William Barrientos, del Partido Un Nuevo Tiempo por el estado Zulia. Su interrogante fue: “Renuncie Ministro por incapaz porque sino recogeremos las firmas para solicitar su renuncia”. Se entendió como un planteamiento.
El Aissami obvió polemizar con Barrientos, pero le respondió a toda la bancada de la oposición: “Nadie tiene moral para solicitarme la renuncia, mucho más cuando fueron ustedes quienes postularon para la Segunda Vicepresidencia de la Asamblea Nacional a José Sánchez “Mazuco”, procesado por el asesinato de Claudio Macías.
El argumento desató la ira de Barrientos y de todo el bloque de Diputados opositores zulianos, quienes intentaron subir al presídium para sabotear la sesión y agredir al Ministro El Aissami. El foco de violencia fue mitigado en pocos minutos, mientras la bancada del PSUV coreaba: ¡Debate, Debate, debate! La sesión se reanudó.
Tercera campanada
Un empujón en el presídium de Eduardo Gómez Sígala, Diputado contrarrevolucionario del estado Lara, a su homólogo del PSUV Henry Ventura, desató un polvorín en la comparecencia de los Ministros y Ministras del área social, que acudieron este jueves a la Asamblea Nacional a realizar su respectivo balance de gestión.
La agresión de Sígala produjo un forcejeo entre el Diputado de Acción Democrática, Alfonso Marquina, y Ventura, que terminó con la primera golpiza oficial de la nueva Asamblea Nacional. El Diputado adeco respondió al forcejeo con repetidos golpes directos al cuerpo de Ventura. La trifulca hizo que, como en el Beisbol, se vaciarán los Dogauts de ambos equipos.
La Guardia Nacional hizo acto de presencia, todo ello en cadena nacional de radio y televisión, la cual debió ser suspendida por la actitud violenta de la oposición, según informó Andrés Izarra, Ministro del Poder Popular para la Comunicación y la Información. La sesión se reanudaría una hora después entre el murmullo de los presentes, y un país expectante.
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