Guarderías. ¡A correr piojos que llegó un peine!

Iraida Rivera Reverón

Desde hace muchos años el problema de la educación en nuestro país se ha venido agudizando aceleradamente, pero no por falta de escuelas, liceos universidades u otros institutos de enseñanza, ni por el contenido de los programas, ni por la falta de insumos o de mantenimiento de dichos locales. Gracias a Dios que este proceso ha resuelto o está en vías de dar soluciones coherentes y factibles a cada uno de estos problemas. El fenómeno al que me refiero, es a la falta de compromiso, de vocación de servicio y hasta de sensibilidad de los educadores que se han venido formando desde hace varias décadas y sus nefastas consecuencias. En este caso me refiero a las mal llamadas Guarderías Infantiles y todos los sinónimos que se suelen utilizar para nombrarlas y, lo más importante, es que el problema se agrava en las guarderías privadas, o sea, en aquellas que se paga una mensualidad (cada vez más alta) y que además exigen constantemente diferentes cosas con la excusa de cubrir las necesidades de los niños que allí se cuidan.Empiezo por hacer notar los horarios de estas guarderías, totalmente discrepantes con los horarios de trabajo de las madres que dejan sus hijos en estos establecimientos para poder trabajar. Generalmente comienzan a recibir a los niños a partir de las 7:30 am, si las madres llevan a sus hijos a esa hora a la guardería me imagino que deben tomar por lo menos un helicóptero para poder estar a tiempo en sus trabajos y eso si eres empleado y entras a las 8:00 am, porque si eres obrero, tendrás que abordar la máquina del tiempo para poder estar a las 7:00 am en sus respectivos sitios de trabajo. Luego, hay que recogerlos antes de las 4:30 pm., cuando la mayoría de las empresas privadas finalizan sus jornadas a las 6:00 pm. ¡Lindo les quedó! Al inscribir a los niños hay que pagar lo concerniente a la inscripción, como tal, la cuota de la Sociedad de Padres y representantes, el Seguro Escolar y el mes por adelantado. Luego, hay que adquirir una lista de útiles escolares, de aseo personal, juguetes didácticos, cuentos y pare usted de contar. Tiene que firmar un acuerdo, mediante el cual se compromete a pagar una multa de equis cantidad cuando llegue tarde a buscar al niño, la tarifa depende de los minutos y segundos que se retarde, igual que en los estacionamientos. Ah pero por quítame esta paja suspenden las clases (no hay agua, amaneció lloviendo, el tiempo está muy feo, hay reunión de cuidadoras, a cinco cuadras se alzaron unos buhoneros y la policía arrojará bombas lacrimógenas, van a fumigar, van a pintar el colegio, van a reparar una tubería, etc., etc., practican indiscriminadamente el hábito de los puentes cuando un día feriado cae en jueves o martes.¡ Ah y no se la pierdan! se toman todo el mes de agosto de vacaciones como si los infantes están cumpliendo año escolar ¿a que grado pasarán? ¿Y bajo que parámetros? ¡Ah pero este mes hay que pagarlo! Independientemente de que además deba pagarle a otra persona o institución para que se lo cuide durante este tiempo. Si estos centros de cuidado son para madres trabajadoras, ahora me entero que a todas las madres de Venezuela les dan vacaciones en Agosto y todo el mes. Y a todas estas yo me pregunto si uno tiene que pagar multas por llegar a buscar al niño unos minutos más tarde de la hora fijada, porqué estos establecimientos no le devuelven o descuentan de las mensualidades todos esos días que se toman arbitrariamente y sin derecho al pataleo. Por último, y eso porque se me acaba el espacio, quiero hacer notar que los niños llegan muy frecuentemente con moretones, mordiscos, rasguños, marcas moradas etc., para los cuales el personal de estas guarderías no tienen ninguna explicación. Estimado Presidente, usted que ama y se preocupa verdaderamente por los niños y ancianos, Señor Ministro de Educación quien al fin y al cabo tiene la responsabilidad directa de la educación en nuestro país y de velar por el buen funcionamiento de los institutos de cuidado y enseñanza de nuestros niños y, principalmente Autoridades de las zonas educativas, quienes son los directamente responsables de supervisar al personal que labora en estos centros sírvanse prestar atención a esta denuncia, cuya problemática es del dominio público y afecta a la parte más importante y a la vez, la más vulnerable de nuestra sociedad, los niños.
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