Ana T. Gómez F. (la guara)
Se que te parecerá inusual recibir una carta de una persona adulta; pero justamente en nombre de los niños me atrevo a molestar tu atención. Niño Jesús querido y reverenciado por el pueblo en las navidades, quiero pedirte varias cosas: No permitas, por favor, que se repitan aquellas terribles escenas que vimos los días del golpe de Estado y hace apenas unas semanas, cuando las hordas fascistas de Táchira y Miranda, sin esperar a que sus jefes fueran proclamados en las Gobernaciones, la emprendieron contra los médicos cubanos y los CDI que, curiosamente, sólo son culpables de llevarle salud al pueblo. No permitas que Chela y muchas otras personas adultas se queden sin terminar sus estudios en las Misiones Robinson y Rivas, porque un gobernador de Carabobo les impida seguir usando escuelas de la República para recibir sus clases nocturnas. No permitas, querido niño, que un clon de German Monster tenga poder sobre policía alguna porque no queremos que se repitan escenas de represión y asesinato de gente humilde. No permitas, querido niño, que se institucionalicen grupos de exterminio en poblaciones como Yaracuy, donde fueron asesinados 8 jóvenes y quienes están corriendo son los testigos de tan horrible masacre. Permite, querido niño, que este pueblo noble responda con amor y responsabilidad en defensa de su derecho a tener una vida digna; salud, educación, alimentación, participación y protagonismo en los destinos del país. Y eso, querido niño Jesús, no lo vamos a poder lograr si seguimos cediendo espacio a los que no creen en nuestro potencial como pueblo organizado y soberano. Permite que la justicia mire al rostro de los humildes y responda con prontitud al clamor de los pobres. Permite sí, querido niño, que nuestro querido Presidente se quite los cabellos de los ojos para que pueda ver el frondoso panorama que ofrecemos los que nada tenemos que perder y mucho que ganar con este proceso. Has una alianza con San Francisco y otros que están de nuestro lado para que aprobemos, sin lugar a dudas, la enmienda que permita que nuestro Presidente pueda optar a la reelección para que podamos consolidar el neonato proceso que estamos construyendo. Y si ves que algunas veces nos ataca la impaciencia y la impotencia porque queremos ver presos a los corruptos, mejores gestiones en Ministerios, Asambleas, Alcaldías, Gobernaciones danos, querido Niño, la paciencia del Santo Job para entender que los procesos como el venezolano se construyen todos los días, con la participación de todos y que los tropiezos no pueden llenarnos de desesperanza porque en ella, en la desesperanza, se cuelan alimañas que en un día pueden acabar con nuestro sueño de redención. No te pido más, niño Jesús querido. En enero, cuando hayamos aprobado la enmienda, te mandaré una postal para contarte como celebramos con alegría y regocijo estas navidades que vienen y cómo alejamos, una vez más, el fantasma del fascismo que no volverá. SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO Itza97@yahoo.com
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