viernes, 12 de diciembre de 2008

El visitador novato.

Norma Rivas

Por eso es que pasan cosas, por no decir vainas, este decir se aplica, cuando se quiere advertir algo a alguien y se puede evitar. Como dije una vez, cuando se quiera resucitar a un muerto, busquen a San Chávez en Venezuela, el país de los milagros, a Santo tan bueno y milagroso, levanta mas muertos que un caldo de pichón de paloma. Esto sucedió, ahorita, con la venida del visitador y la visitadora, ingrata Ingrita, pero no voy a hablar de esta señora y menos para resucitarla. A lo que voy. Resulta y acontece que se dio una vueltecita como el espíritu navideño, un señor, con aroma a formol por los lados de la Universidad Simón Bolívar, que raro, y que a recibir un premio, pero como ya ustedes saben la opinión que tengo de los premios, a mi ni me pica ni me da carraspera, pongo mis cuatros dedos juntos desde el índice hasta el meñique y bajo mi barbilla, los raspo hacia fuera con toda mis fuerzas, con mi característico pssssssss. El visitante, arrastrándose con su barra de adulantes, se paseo por la gran Caracas, como le dicen por allá, a la capital de Venezuela, por aquí por Valencia, la oligarquía le dice a mi ciudad, la Valencia del Rey, los proletos decimos la del Cabriales. ¿No es así Ramiro?. El peruano-español y… olé, quiso hacer alardes de su sapiensa, sobre constituciones y enmiendas, y se encontró con un pueblo honoris causa sobre la materia. Este pueblo, además de cargar la arepa debajo del brazo, carga la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, desde que se hizo participe y protagonista de un referéndum que la aprobó en una consulta popular. Así es que, mi estimado visitante, váyase a escribir, sus novelas, relatos, columnas o lo que le de la gana, donde usted quiera, pero aquí ni lo queremos, ni nos hacen falta sus sugerencias. Adórnese con las alabanzas de los amantes de su exquisita literatura, nosotros no cultivamos con nuestros escritores que hay bastantes y muy buenos, además tenemos una gama de diferentes pensamientos en Aporrea, para todos los gustos y contamos con esos medios incultos que leemos los cultos proletarios… y hasta la ¿Carta de Ernesto que me dirá.? Como esta marginal, habladora de sandeces, así nos califican los póbredos (palabra que le robé a mi amigo Ramiro con su anuencia) de la tierra, a los que por alguna razón, discernimos acerca de la actuación de esta clase de individuos, osa en meterse con tan noble literato, genio de la fina estampa de las letras hispanoamericanas, paseado de pluma de la literatura universal, juro no meterme con su ilustre pensamiento. No le desconoceré los galardones que lo adornan, así mi opinión tenga una visión distinta a las de los demás, no soy amante, ni mucho menos seguidora de su escritura, ni siquiera por casualidad, seré una analfabeta e inculta, que me perdonen los dos, el escritor y los que lo lean. Pero como dije antes, no voy a hablar de las aptitudes del escritor, sino del caimán con pelos, que no puede evitar caer en la tentación de pasar por este hermoso país y zambullirse en las turbulentas aguas residuales de los medios de comunicación que lo veneran, el mencionado terciopelo vino a vomitar como siempre, el veneno acumulado durante, según él, sus 71 años de feliz existencia, en el jardín del edén, sobre el pueblo digno de Bolívar, habló y habló mas que radio prestao y nadie le hizo nada. ¡Coño! Hasta cuando, nos calamos individuos como éste, que vengan a insultarnos y nadie haga nada .Yo no se que vientos soplaron la vez que agarraron al Vivianco y lo montaron en el avión y se tuvo la valentía de mandarlo por el mismo camino por donde vino. Cual es el miedo? Si de todas maneras van a decir que Venezuela es un país en dictadura. Ya está bueno de rendirle atributos a estos “genios” que nos siguen restregando su poder mediático. Como dice Ali, en su canción necesaria. Es que seguimos siendo Colonia, además de los norteamericanos, de los pitiyanquis que sea arriman. Pobre de los zamuros de oficios, con el perdón de los pobrecitos zamuros ellos no tienen la culpa, que la carroña sea sustento. De todas maneras los perros van detrás de la caravana, y los anormales como este visitante, en medio del subdesarrollo moral que los arropa, que se vayan a buscar detergentes y desinfectantes para limpiar su conciencia, en los mercados de la Unión Ruletea, el ALCA o como le dicen, el TL, dignos representantes de esa estirpe. A los póbredos de la tierra, sesudos, intelectualoides de la especie humana que tienen el honor de leerme, disfrutarán este privilegio, mientras este medio lo permita. Con la recolección de firmas para llevar a feliz termino nuestra enmienda, a corré conejo que latió perro. Norma.rojita@hotmail.com

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