sábado, 6 de octubre de 2007

Riqueza Social VS Propiedad Privada

Marianela Acuña Ortigoza

Desde que electoralmente se presentó la propuesta política de gobierno del hoy presidente Hugo Chávez en la campaña electoral de 1998, el dolor de cabeza de quienes adversan ese proyecto es la propiedad privada. Los dueños de esa propiedad, que son una minoría privilegiada, insisten en hacer sinónimos del concepto de propiedad privada a los conceptos de democracia, libertad e igualdad, y difunden la afirmación de que sin propiedad privada estos últimos no existen. ¿Por qué tanta alharaca con la propiedad privada?, simplemente porque en ella se fundamenta el modelo de sociedad que se aspira. En la sociedad que conocemos, la propiedad privada es el eje articulador de lo económico, sobre la apropiación individual de los medios de producción se construyó la sociedad capitalista en la que vivimos. Para entender el significado social de la propiedad privada debemos separarla en dos tipos, la que se posee para satisfacer las necesidades vitales como vivienda, enseres personales, vehículo, y la propiedad sobre los medios de producción, es ésta última la de mayor relevancia social, porque está allí la fuente de generación de la riqueza de una sociedad. Históricamente conocemos dos formas de concebir la propiedad sobre los medios de producción, la capitalista que considera que su propiedad debe ser privada, y la socialista, para la que la propiedad de los medios debe ser de carácter social. La evolución del capitalismo ha mostrado una contradicción fundamental, la que se produce entre el carácter social del trabajo y el carácter privado de la propiedad de los medios de producción. El trabajo como hecho social se produce cuando éste se transforma en el esfuerzo conjunto de seres humanos que se incorporan a la producción industrial, se intensifica con el desarrollo tecnológico y se concentra por el efecto de la feroz competencia capitalista. Ese esfuerzo que produce un producto también social porque no es atribuible a nadie en particular, es apropiado por quienes son propietarios de los medios de producción, expropiando del valor social del trabajo a quienes lo crearon.La apropiación privada del producto social, es la causa de la exclusión que se expresa en pobreza generalizada de las mayorías y concentración de la riqueza en élites. La concentración de la riqueza social en las élites, es al mismo tiempo concentración de poder, en lo económico eso se manifiesta como capacidad para dirigir y decidir, así quienes concentran la propiedad de los medios de producción constituyen lo que se conoce como monopolios, carteles o cualquier otra forma de asociación para controlar la producción, distribución y el consumo de los bienes y servicios de la sociedad. Esa es la razón por la cual las economías modernas en el marco de los más importantes avances tecnológicos, producen sólo lo rentable y no lo necesario. La producción no es orientada por las necesidades humanas, sino por las necesidades del mercado y especialmente por la tasa de ganancia. Mientras continentes enteros padecen hambre y enfermedades, en pocos países se concentra la producción de bienes suntuarios, se destinan a gastos militares porcentajes crecientes de los presupuestos nacionales y se reduce el gasto social por recomendaciones macroeconómicas, todo un andamiaje político institucional que garantice la propiedad privada de los medios de producción. Se entiende entonces la preocupación de quienes quieren que sea el capitalismo el modo de organizar las relaciones sociales de producción de la economía venezolana.Cuando se aprueba la Constitución de 1999, y ahora que se propone su Reforma, se establece un nuevo modo de concebir la propiedad, fundamentalmente la referida a los medios de producción. Basados en la definición de un Estado de derecho y de justicia, democrático, igualitario, libre, soberano y con responsabilidad social, no puede concebirse a la propiedad privada de los medios de producción como la forma preeminente de propiedad, ello equivaldría a cercenar esos valores e imposibilitar la apropiación social de la riqueza. Por eso la Reforma Constitucional propone cinco tipos de propiedad, de las cuales cuatro privilegian el carácter colectivo del proceso de producción, distribución y apropiación de la riqueza, permaneciendo la propiedad privada como un tipo de propiedad que se origina en la actual estructura económico social, pero que se debe sujetar a la nueva forma de organización social que se construye. Democratizar la apropiación de la riqueza social, solo es posible si se rompe la concentración de la propiedad privada de los medios de producción, para lograrlo la intervención del Estado es imprescindible, es necesario transformar el diseño jurídico y económico de la propiedad de los medios de producción, y sobre esa necesidad se formula la Reforma.Los medios de producción que se consideren estratégicos deben ser de propiedad pública o social, no pueden someterse a intereses de grupos sino ponerse al servicio del colectivo, las principales fuentes de generación de riqueza social deben servir a los propósitos del desarrollo económico y social, nunca a la concentración de riqueza en pocas manos, las formas de asociación para la producción serán las requeridas para fomentar la subordinación del interés particular a la prioritaria atención del interés colectivo. Solo así se construirá el Socialismo. La discusión sobre la propiedad privada no queda sesgada por la inclusión o no de sus atributos en la Reforma Constitucional, como lo pretenden quienes se oponen a la Reforma, su consideración se somete a la interpretación ideológica, política y económica del concepto en el contexto de la sociedad deseada, la Sociedad Socialista.

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