Jenifer Hernández
Uno de los más graves problemas que enfrenta la sociedad es la pobreza, que es una forma de vida violenta, ya que el hambre y el desempleo conllevan a la persona a cometer actos ilícitos causando daños irreparables a otros seres humanos.Por otro lado, existen madres que tienen la necesidad de salir a buscar trabajos para mantener a sus hijos, quedando los adolescentes a merced de las calles, arrastrándolos hacia el camino oscuro de la perdición, debido a las malas costumbres que en ella se recogen.Consecuentemente, estos niños y adolescentes que hacen vida en las calles, se van transformando en delincuentes, convirtiendo las calles en campos de batalla, haciendo que la situación de hoy en día se torne más complicada. Pandillas y bandas son los que mandan en los barrios venezolanos, donde el principal lema es la supremacía de la pandilla y el control de las zonas.Miles de familias y madres preocupadas, ruegan al santo más querido y rezan a la virgen con más devoción, para que sus parientes regresen con vida, luego de haber salido de sus casas a buscar el pan de cada día. El vivir con miedo se ha hecho muy común durante tanto tiempo en Venezuela, que ningún gobierno ha podido exterminar los brotes delictivos y sigue reinando la inseguridad, una vida donde predominan las desigualdades sociales y el temor de morir mañana.Hoy en día existen las llamadas “clases sociales” que no es más que otra cosa que separar las personas con mayores privilegios a los que no los tienen. Pero es responsabilidad de la gente no dejarse llevar por estos principios pocos éticos y sacarse de la mente toda clase de divisiones y complejos. Situaciones como está permite que la delincuencia aumente, crezca la discriminación y aumente el número de delitos cada día en nuestro país. ¿Por qué dividirnos en clases si somos todos venezolanos?No obstante, son muchos los esfuerzos que se deben hacer para que existan condiciones de vidas favorables, donde los adolescentes que se encuentran sumergidos en el mundo de la delincuencia, tengan la oportunidad de crecer como persona, demostrar el potencial que dios le ha dado en sus manos, convirtiéndose así en personas productivas con ganas de seguir luchando y obtener una mejor calidad de vida.
sábado, 22 de septiembre de 2007
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