Irene Hdez. Velasco
El cuchillo con el que al parecer Jesucristo fue circuncidado es reverenciado desde hace siglos en una Iglesia de Roma. Y también la capital italiana se jacta de poseer la cola del asno sobre el que montaba Cristo cuando entró en Jerusalén. En el Vaticano se guardan, encerrados en sendas botellas, un estornudo del Espíritu Santo y un suspiro de San José. Por no hablar de las espinas de la corona de Cristo o de los clavos de su crucifixión. Pero si pensaba que las reliquias eran cosas del pasado, se equivoca. A dos años y medio de la muerte de Juan Pablo II, los fragmentos de las túnicas que el Papa polaco vestía se han convertido también en objeto de veneración. Sólo que las reliquias de Wojtyla se venden en internet.Para hacerse con una estampa con un diminuto trozo de tela (unos cuatro milímetros de diámetro) perteneciente a una de las casullas de Juan Pablo II y acompañada una oración para pedir favores a través de su intercesión sólo hay que entrar en la página web del Vicariato de Roma y solicitarla. «Es suficiente enviar la petición por correo, fax o e-mail indicando la dirección postal completa», se precisa a los interesados, «la estampa es completamente gratis. Pero quien lo desee, puede enviar un donativo para los gastos de imprenta y expedición», añade. No obstante, desde la Iglesia romana se ha precisado que las estampas son gratuitas y quienes «han tratado de presentar la difusión de las estampitas de Juan Pablo II como un acto comercial no están respetando la realidad».
viernes, 28 de septiembre de 2007
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