jueves, 27 de septiembre de 2007

La reforma del artículo 300 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

*JUAN MARTORANO.

Retomando el aspecto económico, en búsqueda de la construcción de un modelo productivo socialista, nos corresponde realizar un análisis del artículo 300 de nuestra Carta Magna, el cual reza textualmente así: "La ley nacional establecerá las condiciones para la creación de entidades funcionalmente descentralizadas para la realización de actividades sociales o empresariales, con el objeto de asegurar la razonable productividad económica y social de los recursos públicos que en ellas se inviertan". La propuesta de reforma esta redactada así: "La ley nacional establecerá las condiciones para la creación de empresas o entidades regionales, para la promoción y realización de actividades económicas o sociales, bajo los principios de la economía socialista, estableciendo los mecanismos de control y fiscalización que aseguren la transparencia en el manejo de los recursos públicos que en ellas se inviertan, y su razonable productividad económica y social." Este artículo y su propuesta de reforma, podemos enmarcarlo dentro del Plan Nacional Simón Bolívar 2007-2021 en la Segunda Línea Estratégica de Hugo Chávez, camino a su campaña por la reelección en el año 2006, la Construcción de una economía socialista, y más que eso, un modelo productivo socialista, que parta de la expropiación y nacionalización de los grandes monopolios capitalistas, que definitivamente supere el capitalismo rentístico y parásito del que solo se beneficia el conglomerado bancario y financiero, desafortunadamente favorecido por políticas macroeconómicas que enriquecen a los compradores de títulos de deuda pública con jugosas tasas de interés. Un nuevo modelo productivo socialista debe propiciar el desarrollo de nuestra industria, de la economía de servicios, del aparato tecnológico y de la agricultura.Este modelo productivo socialista responderá primordialmente a las necesidades humanas y estará menos subordinado a la reproducción del capital, creación de riqueza destinada a satisfacer las necesidades básicas de toda la población de manera sustentable, nuevas formas de generación, apropiación y distribución de los excedentes económicos y de distribución de la renta petrolera, propiedad autogestionaria, asociativa y comunitaria como expresión de la propiedad social que coexistirá con formas de propiedad individual y pública. Retoma la planificación su rol ductor de la política pública en el ejercicio de gobierno, estableciéndose líneas estratégicas a las cuales deberán responder todos los niveles de administración del Estado desde lo nacional hasta lo local. Seguramente se alzarán voces que abogarán por los beneficios del proceso de descentralización adelantado hasta ahora en Venezuela; de los cuales el mayor fue alcanzar una autonomía política, confundida en un proceso de descentralización que pretendió autarquía en lugar de participación y concurso corresponsable en la construcción de la democracia. La descentralización esgrimida como proceso para el desarrollo local avanzó en lo político cuando se favoreció la disolución del Estado Nacional, y en la constitución de feudos regionales se expresaba la ausencia de un proyecto de desarrollo para el país. La transferencia de competencias que bien pudo significar el acercamiento del poder de decisión a los ciudadanos, condujo a la desarticulación de importantes sistemas de servicio público como salud y educación. Se conjugaran en el nuevo enfoque de planificación la democracia protagónica, el modelo productivo socialista y la definición de una nueva geopolítica nacional para la superación de la herencia histórica de dependencia y desarticulación geopolítica aún presentes en el país. Acotamos que este tipo de análisis no le compete de manera exclusiva a los economistas pero si es importante destacar que es necesario inventar. No existen modelos algunos a seguir. Toda revolución que se precie de serlo, debe crear su propia política económica. No podemos estar sujetos a tesis dogmáticas en esta importantísima materia. Las experiencias de otros son sólo eso: experiencias de las que podemos sacar algunas enseñanzas. Nada más,recetas nunca. La creación de un Poder Ejecutivo Popular con los Consejos Comunales puede ser parte importante de esta inventiva necesaria. El fortalecimiento inusitado del movimiento cooperativista también apunta hacia la colectivización de los medios de producción en una fase transitoria. El respaldo decidido a la pequeña y mediana industria contribuye igual a la proliferación de una amplia masa de pequeños propietarios generadores de empleos alternativos y tecnologías intermedias muy necesarias en estos momentos de despegue productivo.Por supuesto que todo esto va combinado con una sana y soberana propiedad estatal sobre los principales medios de producción nacionales,léase minas e hidrocarburos y otros bienes naturales, sin los cuales sería imposible avanzar en nuestro proyecto. El modelo productivo socialista debe partir de la expropiación y nacionalización de los grandes monopolios capitalistas, que definitivamente supere el capitalismo rentístico y parasitario del que solo se beneficia el conglomerado bancario y financiero, desafortunadamente favorecido por políticas macroeconómicas que enriquecen a los compradores de títulos de deuda pública con jugosas tasas de interés. Un nuevo modelo productivo socialista debe propiciar el desarrollo de nuestra industria, de la economía de servicios, del aparato tecnológico y de la agricultura. Economía del conocimiento. Prácticamente en cualquier literatura que se consulte se encontrará el reconocimiento claro de que a partir de los años 80 la economía de los países desarrollados comenzó a entrar en una etapa diferente, en la que el conocimiento comenzó a ser el activo económico principal.Se le categoriza como una "Tercera Revolución Industrial", identificando la primera como aquella quedio origen a la industria en la Europa del Siglo XVIII; y la Segunda en el Siglo XX como el ascenso de la economía movida por el petróleo, la electricidad y la producción industrial masiva y en serie. Ahora esta tercera se califica como Revolución Cientiífico- Tecnológica. El primer paso para implementar una economía socialista es saber en que se diferencia de una economía capitalista de mercado que sufrimos actualmente. Según Heinz Dietrich, las diferencias principales son seis y son las siguientes: Los cuatro elementos de la democracia económica: 1.- La incidencia real de los ciudadanos en las deciones macroeconómicas. Ejm.: El Presupuesto Nacional; 2.- La incidencia real de los trabajadores en las decisiones microeconómicas (la empresa), particularmente sobre la tasa del plustrabajo, que decide el grado de explotación de la mano de obra y la tasa de inversión; 3.- La incidencia real de los ciudadanos en las decisiones económicas de la comunidad, por ejemplo las deciones del resupuesto participativo a través de los Consejos Locales de Planificación de Políticas Públicas y los Consejos Comunales, etc.; 4.- La Planificación Económica sobre esas incidencias en las mayorías. Los dos elementos de la economía del valor: La contabilidad y operación de la economía se realiza mediante el valor (los insumos de tiempo), sobre el precio del mercado. 2.- El intercambio de los productos se realiza mediante valores iguales. Este es el principio de equivalencia que instala la justicia social a nivel de producción, no de la distribución empresarial o redistribución estatal. La justicia social se realiza, de esta manera, desde el primer nivel de toda actividad económica: la producción. El paso decisivo en la transformación de la economía de mercado hacia la economía socialista reside en la sustitución del precio por el valor. El precio cumple dos funciones vitales para el sistema capitalista: La primera es que es el centro cibérnetico de la economía nacional, regional y global, que dirige los flujos de mercancías (productos), servicios, dinero y capitales; sin el precio la economía de mercado no se mueve, es un sistema muerto. La segunda es que el precio es el principal mecanismo de apropiación del plus producto o excedente económico (la ganancia); es decir, es el principal instrumento de enriquecimiento y de acumulación de capital de los empresarios. Toda transformación socialista pasa, por tanto de quitarle el revólver al capital, es decir, el poder al precio. El socialismo debe sustituir a la institución burguesa del precio, de tal manera que sus dos funciones fundamentales, la cibérnetica y la acumulativa, puedan resolverse satisfactoriamente, mediante una institución cualitativamente diferente: eficiente en la optimización económica y carente de explotar económicamente a otros seres humanos. Esta institución es el valor. El primer paso político-económico hacia la economía socialista en América Latina no es, en consecuencia, la estatización generalizada de la propiedad privada ---porque no resuelve el problema cibernético--- sino la sustitución del sistema de precio-mercado por el cálculo en valores y el intercambio de valores iguales (equivalencia). El primer paso no es nada espectacular ni glorioso: es la prosaica tarea de establecer una contabilidad socialista, la del valor, al lado de la contabilidad capitalista, la del precio. Este primer paso consiste en el registro de todas las transacciones internas y externas de la empresa en términos de insumos de tiempo (time inputs), es decir, de valores. Esto es fácil de hacer, porque todo proceso productivo se basa en el factor (vector) tiempo. De hecho, los empresarios calculan sobre tiempos de producción, pero expresan esos tiempos en unidades monetarias, es decir, como costos/precios, que les permiten apropiarse de la riqueza de los demás. A esa relación valor-precio se debe que en las empresas modernas digitalizadas los valores pueden “extraerse” con suma rapidez. En una de esas empresas latinoamericanas donde estamos llevando a cabo un estudio piloto de una economía socialista, los ingenieros de sistema confirmaron lo que por inferencia deductiva era una verdad a priori: que en tres semanas podrían proporcionar todos los valores (insumos de tiempo) necesarios para una contabilidad socialista. El segundo paso para la instalación de la economía socialista consiste en la formación de un grupo de especialistas de software que escriba los programas que permitan contabilizar todos los flujos de la empresa en precios (dinero), valores (tiempo) y volúmenes (toneladas, litros, etc.). Mediante las tres escalas comensurables de medición y expresión del valor del producto, la empresa puede seguir comerciando con su entorno de economía de mercado, sin violentar las relaciones económicas establecidas, es decir, sin pérdidas de productividad, producción o mercados. Hablando con Lenin, se establece una dualidad de poder dentro de la empresa: la lógica socialista al lado de la lógica capitalista. Logrados estos dos avances ha llegado el momento de dar el tercer paso de la implantación de la economía socialista en la economía de mercado. La economía socialista se introduce en la vida cotidiana de la gente Al conocerse el valor y el precio, la mercancía de la empresa socialista se pone a la venta con las dos unidades de medición. El empaque de un litro de leche, por ejemplo, llevaría la siguiente denominación: Precio: 2.000 bolívares; Valor: 10 minutos. Al comprar diversos productos, el comprador se dará cuenta que la relación entre valor y precio varía. Por ejemplo, que en un producto 10 minutos de trabajo se expresan en 2.000 bolívares, y que en otro producto [10 minutos] valen 10.000 bolívares. La disonancia cognitiva que entrañan ambas expresiones genera inevitablemente un proceso de reflexión y discusión social que genera conciencia socialista. Es decir, al expresarse el valor del producto con una medida objetiva y transparente, la socialista (tiempo) y, al mismo tiempo, una medida dictatorial y explotativa, la capitalista (precio), se extiende la dualidad de la lógica económica socialista y capitalista desde la empresa hacia la vida cotidiana de los ciudadanos: desde la esfera de producción de las mercancías hacia la esfera de circulación, el mercado, el corazón del sistema capitalista. No puede haber forma más pedagógica e impactante de acercar al ciudadano a la problemática de la economía socialista que esta. La semana pasada un grupo de jóvenes venezolanos me pidieron asesoría sobre la posibilidad de construir un núcleo de desarrollo endógeno, basado en la economía de equivalencias. Se la di en el sentido de este ensayo. Junto con la gran empresa de miles de trabajadores, que está en algún lugar de la Patria Grande, estos jóvenes intentan los primeros modelos de implementación de una economía socialista que representa un modelo civilizatorio cualitativamente diferente a la economía de mercado. Al avanzar sobre las experiencias de estos dos modelos o prototipos de empresa socialista se puede gradualmente extender el número de empresas nacionales que operan sobre principios de la economía de equivalencias, hasta que finalmente sean el elemento económico dominante del sistema nacional-regional. Es a través de la multiplicación de esas experiencias de economía política que sentaremos bases sólidas para el Socialismo del Siglo XXI en la Patria Grande. Pero lo importante en este artículo, es que en su propuesta de reforma, se expresa la creación de empresas de producción social de carácter regional, es decir, las actuales organizaciones y Corporaciones de carácter regional deben ser reformateadas totalmente, porque su razón de ser cambia completamente. Recordemos que una empresa de producción social (EPS) es una entidad económica dedicada a la producción de bienes, obras y servicios, en las cuales el trabajo tiene significado propio, no alienado y auténtico. No existe discriminación social en el trabajo y de ningún tipo de trabajo, no existen privilegios asociados a la posición jerárquica, con igualdad sustantiva entre sus integrantes, basadas en una planificación participativa y protagónica y bajo régimen de propiedad estatal, colectiva o la combinación de ambas.
Hasta el momento las EPS no son una fi gura jurídica. En tal sentido, las empresas previamente constituidas que deseen asumir la función de producción social y migrar a EPS no requieren de otra personalidad jurídica distinta a la que poseen.

Las EPS no están regidas legalmente como tal, ya que no son una figura jurídica. La obligación de cumplir las condiciones del Compromiso Social de EPS nace y queda normada y establecida en el estatuto de la empresa por acuerdo de sus miembros; acuerdo que debe ser registrado en el acta de asamblea extraordinaria de accionistas cuando se trate de una empresa mercantil, o en el acta de asamblea extraordinaria de asociados cuando se trate de una empresa de trabajo asociado.

Por esas razones, la propuesta de reforma de este artículo, propone el fortalecimiento de los entes regionales de desarrollo como entes promotores del desarrollo de un modelo productivo socialista, tal y como lo describe a su vez, la propuesta de reforma del artículo 112, este es un ejemplo de la relación que un artículo guarda con otro u otros en esta propuesta de reforma, es por eso que no puede ser votada en forma separada, por ser esta propuesta integrada e integral, y es por eso que cuando corresponda, votaremos por el SI.

Y como creemos en la vida, decimos:

Patria Socialista o Muerte!!!
Estamos Vneciendo!!!

*Abogado y Analista Político. Aspirante a militante del Movimiento Socialista Unido Revolucionario Bolivariano de Venezuela. Moderador del Programa "Senderos Revolucionarios" transmitido los dias lunes y viernes de 6 a 7 pm por el Circuito Radio Venezuela 880 AM de Ciudad Guayana junto al Diputado de la Asamblea Nacional por el Edo. Bolívar, Rafael Ríos. jmartoranoster@gmail.com , j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar

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