lunes, 6 de agosto de 2007

SiCKO’: La receta para el cambio de Michael Moore

Amy Goodman

Michael Moore presentó su nueva película, “SiCKO”, el día del padre en un evento especial en Nueva York en honor de los primeros en acudir al rescate el 11 de septiembre. Moore habló de su heroísmo y reconoció el rol que cumplieron en su película. “SiCKO” trata sobre el quebrantado sistema de salud estadounidense. El caso del que se ocupa es el de los trabajadores dedicados a las labores de rescate el 11 de septiembre.Sus historias de valor desinteresado, a las que le siguen años de arrastrarse, de enfermedades crónicas, desde fibrosis pulmonar hasta cáncer pasando por estrés postraumático, a menudo agravado por la falta de seguro médico o por los seguros médicos insuficientes, nos conducen al mensaje principal de Moore, que la industria médica está fallándole a los estadounidenses – no sólo a los más de 40 millones que no tienen cobertura médica, sino a los 250 millones que sí la tienen.A Moore no le gustan las empresas de seguros de salud: “Son las Halliburton de la industria médica. Quiero decir, son capaces de asesinar y quedar impunes. Cobran lo que les da la gana. No hay control por parte del gobierno. Y, francamente, no arreglaremos nuestro sistema mientras no eliminemos del mapa a estas empresas privadas de seguro médico. Y digo bien, hay que eliminarlas del mapa. No se puede permitir que existan en este país.”Al no obtener atención médica en EE.UU., Moore se traslada en barcos con los malheridos héroes del 11 de septiembre hasta la costa de la base naval estadounidense en la bahía de Guantánamo. Moore muestra escenas en las que miembros del Congreso y generales aseguran al público que los presos en Guantánamo reciben excelente trato médico. Megáfono en mano, Moore pide a la Armada que brinde asistencia médica a los miembros de los equipos de rescate del 11 de septiembre que están a bordo. Denegada la ayuda, siguen su camino hasta el hospital La Habana, donde un equipo de reconocidos médicos cubanos proporciona el tan necesario tratamiento. Reggie Cervantes, tosiendo durante toda la entrevista, se muestra indignada al descubrir que el inhalador por el que paga 120 dólares sólo cuesta cinco centavos en Cuba, y jura “llevarse una maleta llena de vuelta a casa”.El Departamento del Tesoro de EE.UU. investiga a Moore por posibles violaciones al embargo comercial contra Cuba (Moore envió una copia de su película a Canadá para resguardarla).Cuando Moore comenzó a rodar su película, hizo un llamamiento desde su página web para que le enviaran historias y recibió más de 25.000 respuestas. Aparte de los pacientes sin atender, Moore escuchó las historias de cientos de personas que trabajan dentro de la industria y alzan la voz en señal de alarma, como la doctora Linda Peeno. Ella testificó lo siguiente ante el Congreso: “Le negué a un hombre la operación que necesitaba para salvar su vida, y así provoqué su muerte. Ninguna persona ni grupo me ha responsabilizado de ello. Porque, de hecho, lo que hice fue ahorrarle a la empresa medio millón de dólares”.Moore sabe que la gente que se organiza puede luchar y ganar. “SiCKO” es más que una película; es un movimiento. El estreno de la película ha sido coordinado con una sofisticada campaña de acciones populares sin precedentes. Oprah Winfrey celebrará una reunión sobre asistencia médica en su ciudad. YouTube está haciendo un llamamiento para que la gente cuelgue vídeos sobre sus horribles historias relacionadas con la asistencia médica, y la Asociación de Enfermeras de California está llevando a cabo una campaña para que 1 millón de enfermeras en EE.UU. acudan a ver la película. Healthcare-Now! está organizando otra campaña de distribución de panfletos y petitorios en los 3.000 cines que han estrenado “SiCKO”; Moveon.org y Médicos por un Programa Nacional de Salud se han movilizado. Y el propio Moore se dirige a New Hampshire para desafiar a los candidatos demócratas a la presidencia.“SiCKO” muestra cómo Hillary Clinton intentó reformar el sistema de salud cuando era Primera Dama. “Acabó destrozada. Es decir, invirtieron más de 100 millones de dólares para combatirla. Pero el año pasado en el Congreso, Hillary fue la segunda beneficiaria de fondos procedentes de la industria médica. Puede que sea la número uno en estos momentos hasta donde yo sé. Es muy triste...Hillary los tiene a ellos en su bolsillo y ellos la tienen a Hillary en sus bolsillos.”Moore prosiguió: “Cuando llegue el momento de las elecciones, las primarias, estoy seguro de que todos los demócratas estarán empleando esa palabra: cobertura ‘universal’. Sus planes consisten en tomar el dinero de nuestros impuestos y meterlo en los bolsillos de estas empresas de seguros de salud. Necesitamos desembarazarnos del intermediario. El gobierno puede encargarse de gestionar este programa”. Esto es lo que se conoce como sistema de proveedor único.Arremeter contra el negocio multimillonario de la industria médica es parte del trabajo cotidiano de Michael Moore. Cuando varios millones de personas hayan visto “SiCKO”, habrá llegado el momento oportuno de aplicar la receta para el cambio.

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