Continuando con el análisis y propuestas del artículo 67 de nuestra Constitución referido a la formación de los partidos políticos y el rol que deben jugar en este tercer milenio, debemos seguir señalando lo siguiente:
Es importante entender y tener claro el concepto de partido político. La palabra ‘partido’ se deriva del latín, del verbo partire, que significa dividir. Sin embargo, expresa Sartori, no entra en ninguna forma significativa en el vocabulario de la política, hasta el siglo XVII, lo cual implica que no ingresó en el discurso político directamente a partir del latín. Su predecesor de larga data, es la palabra ‘secta’, término derivado del latín secare, que significa separar, cortar, y por tanto, dividir. Como ya se disponía de la palabra ‘secta’, que se había establecido para expresar el significado estricto de partire, la palabra ‘partido’ se prestaba a una utilización más flexible y más suavizada.
Mientras que para otros autores como Dowse y Hughes, el partido político es, pues, un tipo de organización política que surge cuando las actividades de un sistema político alcanzan un cierto grado de complejidad que requiere el desarrollo de nuevas y más amplias formas políticas.
Como se ha venido observando en estos últimos tiempos, los partidos políticos se han ido desprestigiando; no sólo en Venezuela, sino a escala mundial. Ricardo Combellas expresaba en 1986 que "Los partidos son, valga la reiteración, inherentes a la democracia, tal como esta cobra sentido en las sociedades abiertas del mundo de hoy. La conclusión no puede conllevar mayores responsabilidades: si los partidos son tan importantes, necesarios a la democracia, su marchitamiento, su desprestigio y deterioro irá en detrimento de aquella. Al contrario, su capacidad de renovación y adaptación constante a las nuevas realidades, la lucha contra las férreas tendencias a la burocratización y oligarquización que cobijan en su seno, contribuirán a la profundización del ideal democrático".
En la actualidad se está viviendo una coyuntura muy importante en lo referente a la organización de los partidos políticos venezolanos; hemos visto como los partidos tradicionales Acción Democrática (AD) y Partido Socialcristiano COPEI prácticamente están desaparecidos del espectro político venezolano, esto debido al desplazamiento por parte de otros actores, así como al problema de que por muchos años, estos actores llevaron al país a una Partidocracia, por otro lado, partidos políticos como el Movimiento Al Socialismo (MAS), La Causa Radical (LCR) y Patria para Todos (PPT) intentan mantenerse a flote asidos de un pseudo-partido como lo es el Movimiento V República (MVR), pensando que podría ser su pasaporte para estar cómodos en el poder y perpetuarse por unos cuantos años; pero como hemos visto en estas últimas semanas, las pugnas por el poder ya han salido a la luz pública, y prácticamente la alianza denominada Polo Patriótico está por romperse, a pesar de los esfuerzos inmensos que hace su máximo líder, el actual presidente de la República, Hugo Chávez.
Si bien es cierto que en el origen o génesis de los partidos hallamos siempre un conflicto social, en su funcionamiento los encontramos integrados al poder organizado del Estado democrático: los partidos representan al Estado en sus relaciones con la sociedad al tiempo que traducen en acciones y decisiones todas las orientaciones, expectativas y necesidades de los diversos grupos sociales, de modo tal que además de canales para la recepción de las demandas ciudadanas, pasan a constituirse en órganos del Estado para la dirección y control de la vida social. De aquí que se hable cada vez de más de un monopolio partidista sobre el gobierno, parlamento y órganos jurisdiccionales en las nuevas democracias, hecho que funda la existencia de democracias de partidos, como el fenómeno político característico de las democracias occidentales contemporáneas.
A pesar de todo esto, considero este momento como crucial en lo referente a la fundación de movimientos o Asociaciones con Fines Políticos (ACFP). Podría plantearse en este ensayo muchas cosas, un mega proyecto organizacional, pero creo más conveniente esbozar algunas ideas, las cuales nos permitirán luego ponerlas en práctica.
Como bien titulé este trabajo, la idea es presentar algunas ideas de lo que debería ser un partido político venezolano en este nuevo milenio.
Lo que debe ser una nueva asociación con fines políticos es un Encuentro de actores, en tanto individuos y grupos, que logren una nueva forma de asociación democrática, basada en la transparencia con acento en la participación, para el diseño de un nuevo proyecto de país.
Esta asociación, debería tratar temas coyunturales, de acuerdo con el momento político y la situación que se viva en el país. Por ejemplo, actualmente esta ACFP podría tratar temas bandera como Empleo, Justicia y Seguridad; ahora bien, estos temas bandera pueden variar de acuerdo a la coyuntura que se atraviese.
Por otro lado no se trata de una ACFP de carácter único, como lo cita Panebianco, sea obrera, agraria, etc., sino más bien multisectorial, pero que no tenga un carácter holista al querer tratar de dar soluciones a todos estos sectores, sino más bien a problemas específicos, relacionados con sus temas bandera.
Ahora para culminar, debo aprovechar la coyuntura para expresar el porque propongo como nombre de la organización política unitaria el nombre de Movimiento Socialista Unido Revolucionario Bolivariano de Venezuela. La razón es la siguiente: Como el Presidente esta impulsando la unidad de los revolucionarios, sobre todo en la coyuntura actual de desestaboilzación en Venezuela, la concepción tradicional en mi modesto criterio de "Partido" representa una escisión y un división que no contribuye a la unión necesaria para poder afrontar las amenazas del imperio: Pero además de la ideología y de la conciencia, se requiere la acción, por ello es que coloque el nombre de Movimiento; Revolucionario porque el nombre dice las características que tendrá esa organización política unitaria, Unido, porque solo aí saldremos aelante de las amenazas que se ciernen sobre la Patria y construiremos el Estado Social de Derecho y de Justicia expresado en nuestra Constitución; Socialista, porque es la meta la que pretendemos llegar, Bolivariana, en memoria de nuestro Padre de la Patria, Simón Bolívar, y Venezuela, por la patria que nos vio nacer. Ahora, si se decide mantener la propuesta del nombre de Partido Socialista Unido de Venezuela, la acataré disciplinadamente. Pero por la maravilla que nos da este proceso revolucionario, por eso propongo el nombre de Movimiento Socialista Unido Revolucionario Bolivariano de Venezuela (MSURBV). (Continuará...).
Es importante entender y tener claro el concepto de partido político. La palabra ‘partido’ se deriva del latín, del verbo partire, que significa dividir. Sin embargo, expresa Sartori, no entra en ninguna forma significativa en el vocabulario de la política, hasta el siglo XVII, lo cual implica que no ingresó en el discurso político directamente a partir del latín. Su predecesor de larga data, es la palabra ‘secta’, término derivado del latín secare, que significa separar, cortar, y por tanto, dividir. Como ya se disponía de la palabra ‘secta’, que se había establecido para expresar el significado estricto de partire, la palabra ‘partido’ se prestaba a una utilización más flexible y más suavizada.
Mientras que para otros autores como Dowse y Hughes, el partido político es, pues, un tipo de organización política que surge cuando las actividades de un sistema político alcanzan un cierto grado de complejidad que requiere el desarrollo de nuevas y más amplias formas políticas.
Como se ha venido observando en estos últimos tiempos, los partidos políticos se han ido desprestigiando; no sólo en Venezuela, sino a escala mundial. Ricardo Combellas expresaba en 1986 que "Los partidos son, valga la reiteración, inherentes a la democracia, tal como esta cobra sentido en las sociedades abiertas del mundo de hoy. La conclusión no puede conllevar mayores responsabilidades: si los partidos son tan importantes, necesarios a la democracia, su marchitamiento, su desprestigio y deterioro irá en detrimento de aquella. Al contrario, su capacidad de renovación y adaptación constante a las nuevas realidades, la lucha contra las férreas tendencias a la burocratización y oligarquización que cobijan en su seno, contribuirán a la profundización del ideal democrático".
En la actualidad se está viviendo una coyuntura muy importante en lo referente a la organización de los partidos políticos venezolanos; hemos visto como los partidos tradicionales Acción Democrática (AD) y Partido Socialcristiano COPEI prácticamente están desaparecidos del espectro político venezolano, esto debido al desplazamiento por parte de otros actores, así como al problema de que por muchos años, estos actores llevaron al país a una Partidocracia, por otro lado, partidos políticos como el Movimiento Al Socialismo (MAS), La Causa Radical (LCR) y Patria para Todos (PPT) intentan mantenerse a flote asidos de un pseudo-partido como lo es el Movimiento V República (MVR), pensando que podría ser su pasaporte para estar cómodos en el poder y perpetuarse por unos cuantos años; pero como hemos visto en estas últimas semanas, las pugnas por el poder ya han salido a la luz pública, y prácticamente la alianza denominada Polo Patriótico está por romperse, a pesar de los esfuerzos inmensos que hace su máximo líder, el actual presidente de la República, Hugo Chávez.
Si bien es cierto que en el origen o génesis de los partidos hallamos siempre un conflicto social, en su funcionamiento los encontramos integrados al poder organizado del Estado democrático: los partidos representan al Estado en sus relaciones con la sociedad al tiempo que traducen en acciones y decisiones todas las orientaciones, expectativas y necesidades de los diversos grupos sociales, de modo tal que además de canales para la recepción de las demandas ciudadanas, pasan a constituirse en órganos del Estado para la dirección y control de la vida social. De aquí que se hable cada vez de más de un monopolio partidista sobre el gobierno, parlamento y órganos jurisdiccionales en las nuevas democracias, hecho que funda la existencia de democracias de partidos, como el fenómeno político característico de las democracias occidentales contemporáneas.
A pesar de todo esto, considero este momento como crucial en lo referente a la fundación de movimientos o Asociaciones con Fines Políticos (ACFP). Podría plantearse en este ensayo muchas cosas, un mega proyecto organizacional, pero creo más conveniente esbozar algunas ideas, las cuales nos permitirán luego ponerlas en práctica.
Como bien titulé este trabajo, la idea es presentar algunas ideas de lo que debería ser un partido político venezolano en este nuevo milenio.
Lo que debe ser una nueva asociación con fines políticos es un Encuentro de actores, en tanto individuos y grupos, que logren una nueva forma de asociación democrática, basada en la transparencia con acento en la participación, para el diseño de un nuevo proyecto de país.
Esta asociación, debería tratar temas coyunturales, de acuerdo con el momento político y la situación que se viva en el país. Por ejemplo, actualmente esta ACFP podría tratar temas bandera como Empleo, Justicia y Seguridad; ahora bien, estos temas bandera pueden variar de acuerdo a la coyuntura que se atraviese.
Por otro lado no se trata de una ACFP de carácter único, como lo cita Panebianco, sea obrera, agraria, etc., sino más bien multisectorial, pero que no tenga un carácter holista al querer tratar de dar soluciones a todos estos sectores, sino más bien a problemas específicos, relacionados con sus temas bandera.
Ahora para culminar, debo aprovechar la coyuntura para expresar el porque propongo como nombre de la organización política unitaria el nombre de Movimiento Socialista Unido Revolucionario Bolivariano de Venezuela. La razón es la siguiente: Como el Presidente esta impulsando la unidad de los revolucionarios, sobre todo en la coyuntura actual de desestaboilzación en Venezuela, la concepción tradicional en mi modesto criterio de "Partido" representa una escisión y un división que no contribuye a la unión necesaria para poder afrontar las amenazas del imperio: Pero además de la ideología y de la conciencia, se requiere la acción, por ello es que coloque el nombre de Movimiento; Revolucionario porque el nombre dice las características que tendrá esa organización política unitaria, Unido, porque solo aí saldremos aelante de las amenazas que se ciernen sobre la Patria y construiremos el Estado Social de Derecho y de Justicia expresado en nuestra Constitución; Socialista, porque es la meta la que pretendemos llegar, Bolivariana, en memoria de nuestro Padre de la Patria, Simón Bolívar, y Venezuela, por la patria que nos vio nacer. Ahora, si se decide mantener la propuesta del nombre de Partido Socialista Unido de Venezuela, la acataré disciplinadamente. Pero por la maravilla que nos da este proceso revolucionario, por eso propongo el nombre de Movimiento Socialista Unido Revolucionario Bolivariano de Venezuela (MSURBV). (Continuará...).
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