Autor: Blanca Senderos
Basta ya! Por una América Latina unida y emancipada. Basta ya! de rogar, de pedir, de arrodillarnos por un plato de lentejas, de peleas estériles entre iguales en pobreza, de resentimentos improductivos, de culpar a los factores externos que nos redean sin reconocer los muros internos que nos impiden ver la libertad y alcanzar la emancipación. Somos las mayorías quienes conformamos el pueblo, los dueños de los países, los depositarios del poder económico y político. Todo nos pertenece, no nos conformaremos con migajas. Si nos imponen modelos de vida que nos explotan y marginan es por que lo permitimos; ante esto el reto es despertar del largo sueño que nos ha traído nuestra inconsciencia. Dejemos de quejarnos, de decír: que es el neoliberalismo, que son los gringos, que son las oligarquías criollas, que es el invierno, el verano, la falta de claridad ideológica de los puros representantes del pueblo, etc., las barreras qeu nos impiden construir la nueva sociedad de nuestros sueños; nada nos debe detener salvo nuestras impotencias. La revolución necesaria e imprescindible de nuestra América Latina debe partir de reconocer que nuestros principales y únicos enemigo son nuestras pobrezas espirituales y materiales. Somos pobres de espíritu, no podemos unirmos entre nosotros, permitimos con nuestras acciones y omisiones que nos pisoteen, que nos impongan modelos regresivos que nos empobrecen material y éticamente. Los intelectuales, que somos unos privilegiados, una casta afortunada en un subcontinente de analfabetos e iletrados, no hemos sido capaces de construir una conciencia crítica en nosotros para trasmitirla a nuestros pueblos, hemos sido colonizados por dogmas importados, no hemos construído un pensamiento universal latinoamericano , no sabemos pensar por si mismos; si el marxismo no hubiera existido en las ciencias sociales tal vez no tendríamos nada que decir; seríamos huérfanos de pensamiento. La única revolución contundente e irreversible en nuestra gran patria que es el Sur América debe partir de un cambio del pensar y actuar, de crear un pensamiento crítico compartido por intelectuales y el pueblo, en donde se encuentre el discurso y la acción, porque de nada nos sirven planteamientos ideológicos que no se cumplan. Un segundo paso es la unión en lo fundamental y crear un frente para luchar contra las injusticias que nos generan los factores que tanto conocemos y a diario diagnosticamos. Hay que pensar de nuevo el mundo para cambiarlo, esto no es nuevo en la historia de la humanidad, ya se ha hecho. El pueblo construyó a partir de la Revolución Industrial y Francesa el capitalismo sustentado en las ideas liberales que trajo la ilustración. La tarea hoy del pueblo es construir la sociedad Vitalhumanista donde la vida y el hombre como la más alta expresión de ésta, sea el centro de reflexión, donde vivamos en armonía con la naturaleza, sin miserias espirituales ni materiales, una sociedad del tiempo libre, con hombres emancipados que asuman la construcción de la sociedad de la utopía realizable como sus proyectos de vida. Alexandre Cobo Ortiz. Economista, estudiante de Escuela de Folosofía del Vitalismo Cósmico, Bogotá, Colombia.
Site: www.vitalismocosmico.com.
Correo: les_lumiere@yahoo.com
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