jueves, 10 de agosto de 2023

Claves del asesinato de Fernando Villavicencio: narcotráfico y violencia en Ecuador

 por David Gómez

El asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio ha agravado la crisis de seguridad de Ecuador a diez días de las elecciones. El crimen organizado gana terreno gracias a la precariedad económica y la saturación de las cárceles
Claves del asesinato de Fernando Villavicencio: narcotráfico y violencia en Ecuador
 Fuente: elaboración propia con imágenes de Wikimedia.

Fernando Villavicencio, candidato a las elecciones presidenciales en Ecuador, ha sido asesinado a tiros este miércoles a la salida de un mitin en Quito. La autoría no está confirmada, pero se atribuye al crimen organizado. Villavicencio es el segundo político ecuatoriano asesinado en las últimas semanas tras el magnicidio de Agustín Intriago, alcalde de Manta. El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, ha decretado un estado de excepción de sesenta días.

El asesinato de Villavicencio ha agravado la crisis de seguridad que sufre Ecuador. El país, considerado durante décadas como uno de los más seguros en América Latina, está viviendo un auge sin precedentes del crimen organizado como consecuencia de la crisis económica, la inestabilidad sociopolítica y las luchas de las pandillas por el control del narcotráfico. En 2022, Ecuador alcanzó la tasa de homicidios más alta de su historia: 25,5 muertes por cada 100.000 habitantes. La cifra es la cuarta más alta de América Latina, por encima de México, y quintuplica a la que se registró en 2017

¿De dónde viene esta crisis? Recesión, protestas e inseguridad

Varios factores explican la crisis de seguridad ecuatoriana. El primero es el empeoramiento de la situación económica. La caída de los ingresos del petróleo —el principal producto de exportación del país— y el endeudamiento forzaron al entonces presidente, Lenín Moreno, a implementar en 2019 un plan de austeridad fiscal conocido como “el paquetazo”. Este plan eliminó los subsidios al combustible, lo que hizo subir los precios y provocó un estallido de graves protestas sociales. La pandemia agravó la crisis, lo que facilitó que las bandas criminales reclutaran a  jóvenes descontentos.

Las bandas también se han aprovechado de la estrategia de mano dura contra el crimen de los Gobiernos ecuatorianos. Lejos de solventar la situación, el aumento del número de presos ha generado un problema de sobrepoblación carcelaria y ha facilitado la coordinación de las organizaciones criminales desde las cárceles. El Estado ha perdido el control de las prisiones, donde los motines carcelarios entre bandas rivales se han multiplicado en los últimos años. El último, ocurrido a finales de julio en la Penitenciaría del Litoral —la cárcel más peligrosa del país—, dejó dieciocho reclusos muertos.

Después de esa última reyerta carcelaria, el Gobierno decretó el estado de excepción en las prisiones ecuatorianas. Mientras, los principales cárteles de México han avivado las pugnas entre estas pandillas para disputarse el control de las rutas de tráfico de cocaína desde el sur de Colombia. La mafia albanesa también se ha hecho fuerte en el país en los últimos años. 

La muerte de Villavicencio, punto de inflexión en la campaña

Fernando Villavicencio ha sido asesinado diez días antes de las elecciones presidenciales anticipadas en Ecuador. El líder de Movimiento Construye, célebre por su oposición al correísmo, contaba con pocas opciones para ganar los comicios: las encuestas lo situaban como el cuarto candidato en intención de voto. Pese a ello, estaba considerado como el aspirante oficialista, el más cercano al actual presidente, Guillermo Lasso.

El discurso de Villavicencio se había caracterizado por su defensa de la lucha contra la corrupción y el crimen organizado. Entre sus propuestas se encontraba la militarización de los puertos, la creación de una Unidad Antimafia y la construcción de una cárcel de alta seguridad similar a la que inauguró el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, en marzo de 2023. En los últimos días, Villavicencio denunció que había recibido amenazas de muerte por parte de Fito, el jefe de una banda local vinculada al Cártel de Sinaloa. 

La muerte de Villavicencio ha paralizado la campaña electoral. Hasta ahora, las encuestas colocaban a la candidata correista, Luisa González, como la gran favorita. Incluso algunos sondeos la han situado cerca del 40% necesario para poder lograr la presidencia en primera vuelta. Sin embargo, con el aumento de la violencia está emergiendo la figura de Jan Topić, un outsider que pretende emular en Ecuador la “guerra contra las pandillas” de Bukele. En una campaña marcada por la seguridad, Topić está ganando enteros para capitalizar la crisis de seguridad ecuatoriana y pasar a una segunda vuelta contra el correísmo.





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