jueves, 12 de diciembre de 2013

El chavismo sigue vivo, cuidémoslo.


ANTONIA MUÑOZ.


Sin ninguna duda, en estas elecciones municipales ocurrió una recuperación anímica y política del chavismo con respecto a las elecciones del 14 de abril, cuando mucha gente no tuvo ánimo para ir a votar, lo cual nos acercó peligrosamente la derecha. Las últimas cifras del CNE dan cuenta que el 76% de las alcaldías fueron ganadas por el Polo Patriótico, la mayoría de ellas por el PSUV. La MUD obtuvo el triunfo en sólo 22 % de las Alcaldías. También es motivo de alegría que hayamos obtenido la mayoría de los votos depositados por las y los venezolanos. Las últimas cifras informan que la brecha entre el chavismo y la oposición fue superior a un millón de votos. Sin embargo, nuestra recomendación es tomar este triunfo con humildad y prepararnos aún más para servirle cada día con más amor y desprendimiento al pueblo venezolano, cuya mayoría todavía sigue creyendo en nosotros.
Es importante reconocer que en términos porcentuales, la recuperación política del chavismo en las elecciones municipales, en buena parte se debió a las medidas drásticas tomadas contra los acaparadores, especuladores y usureros, quienes tenían al pueblo venezolano contra las cuerdas y sacándole hasta el último bolívar de sus bolsillos. Las medidas tomadas para regular el costo de los vehículos y de los alquileres de locales comerciales son más que bienvenidas. La verdad que es insólito que los vehículos usados fueran más costosos que los nuevos de paquete. Tenemos la convicción que eso no ha ocurrido ni ocurrirá en ningún país del mundo. Por lo tanto, la recomendación es: no aflojar ni por un instante la guerra contra los usureros. Ahí están la ley de Costos y Precios Justos y la de Costos, Ganancias y defensa de la familia venezolana. Nadie puede trabajar para perder, pero las ganancias usureras son intolerables; porque es antiético e inmoral; además de ilegal y abominable a los ojos de Dios, que alguien se enriquezca a costa de la ruina e infelicidad de las mayorías. El pueblo venezolano no aguanta más impunidad de los delitos de ningún tipo.
Sin embargo, la vida te da sorpresas! Con razón el pueblo que es muy sabio dice que: “cada cabeza es un mundo y quien lo entiende es un loco”. No es fácil entender cómo en Valencia resultó electo Michele Cocchiola Pugliese, el DIPUTADO USURERO de Carabobo. Al mismo diputado al que un grupo de amigos le dio un caluroso recibimiento con caravana y todo, a su regreso de un corto y repentino viaje al Caribe! El mismito dueño de IMECA (Industrias Madereras), negocio donde vendían a precios usureros pinturas y barnices vencidos. El Diputado de la Asamblea Nacional por Carabobo y ahora flamante alcalde electo de Valencia, es el mismo que vendía puertas con comején incorporado a 420 % de sobreprecio. El mismo que mantenía en IMECA algunos artículos sin precios y otros con su correspondiente remarcaje.
Después que el país conoció todos los ilícitos económicos que se cometían en la Industria Maderera IMECA ¿Cómo entender que 174.151 electores ( 54,24 % de la población electoral) hayan sufragado por este caballero, por mucho que disfrazara sus delitos con FUNDACIONES con fachadas caritativas como ese de “”POR UN MEJOR VIVIR”. Por un mejor vivir para quién? Para su grupo familiar sin ninguna duda. Ese triunfo del diputado de Carabobo pudiera tener varias lecturas, una de ellas: en el país existen grupos humanos que no ven la práctica de la usura y otros delitos conexos como algo doloso, contrario a la economía de la Patria y de la población en general. Probablemente no han leído el artículo 114 de la CRBV o son de los que nunca han aprobado ni respetado la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Cuando observamos un fenómeno antiético colectivo como el de la elección del diputado Cocchiola como alcalde del municipio Valencia, comprobamos la laxitud en algunos resortes éticos y morales de la sociedad venezolana, lo cual hace posible que algunos de nosotros “llamemos a lo malo bueno y a lo bueno malo”. Es triste y preocupante comprobar que algunos grupos humanos no aplican lo que podríamos calificar como SANCIÓN MORAL. Así vemos que hay gente que considera a un narcotraficante un buen ser humano porque regala cosas y hasta casas. En el mismo orden de ideas, podemos mencionar el caso de gobernantes bien calificados por los pueblos que gobiernan, debido a las obras materiales que hacen, sin reparar en conductas inaceptables, como la persecución y hasta agresión física de quien se atreva a contrariar sus designios y en otros casos, el enriquecimiento súbito, a todas luces logrado al rescoldo del poder. Me imagino que algunos ciudadanos están de acuerdo con aquello que se oía al final de la Cuarta República: ÉL ROBA, PERO HACE. También llegamos a oír cuestiones estrafalarias como: PREFERIMOS A TAL PARTIDO PORQUE ELLOS ROBAN, PERO DEJAN ROBAR; EN CAMBIO, LO DE EL OTRO PARTIDO ROBAN ELLOS SOLOS. Aún queda mucho de estos resabios y debemos preocuparnos por éllos, porque estos son síntomas de una enfermedad social que no hemos terminado de erradicar.
Por todo lo anterior, seguiremos insistiendo aunque nos volvamos repetitivos, que el Objetivo Nacional 2.4 del Plan de la Patria, ya convertido en ley de la República, debe constituirse en EJE TRANSVERSAL de todo el resto de los objetivos y del quehacer revolucionario, porque ahí está el origen de todos los males de la Patria que no se terminan de superar. Cada día comprendemos más por qué el Presidente Chávez en su Plan de la Patria, nos ordena “CONVOCAR Y PROMOVER UNA NUEVA ORIENTACIÓN ÉTICA, MORAL Y ESPIRITUAL DE LA SOCIEDAD, BASADA EN LOS VALORES LIBERADORES DEL SOCIALISMO”( Artículo Nacional 2.4). El Presidente Chávez no puede haberse sacrificado en vano. ¡Así que lo primero que hay que echar en su morral heredado son las herramientas para rescatar la ética y la moral de la práctica política!

No hay comentarios: