lunes, 30 de diciembre de 2024

45 FESTIVAL INTERNACIONAL DEL NUEVO CINE LATINOAMERICANO

 Luis Britto García

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El arte lo invade todo. Lo que los hermanos Lumiére concibieron  como máquina para registrar el movimiento –el cinematógrafo- terminó convertido en nuevo arte. Total, porque incluye plástica, narración, movimiento, mímica, danza, música. Universal, porque la imagen es el lenguaje global accesible a todos antes de que nos aislara la Torre de Babel de las escrituras. En las cavernas de nuestros antepasados no aparecen letras, sino dibujos. Necesitamos que se nos traduzca Kafka: ninguna mediación requiere el ballet trágico de la escalinata de Odessa. Todas las cosas pueden ser reducidas a imágenes, pero las imágenes pueden convertirse en todas las cosas: testimonio, razonamiento, sentimiento, manifiesto, éxtasis, protesta.

2

En sus comienzos el Arte fue total. La experiencia cumbre de cada comunidad era la fiesta social, que amalgamaba mitos fundacionales, música, danza, mímica, pintura corporal, ornamentos, selección o transfiguración de un espacio. La división de la sociedad en clases separó las artes en oficios y especialidades diversas y dispersas, hermanadas apenas por el aire de familia del  Zeitgeist o espíritu de cada época. Pero siempre persistió el proyecto de recuperar la plenitud de la fiesta social en las manifestaciones del arte total: ceremonia religiosa, desfile,  teatro, ópera, en fin el cine, que reúne de nuevo la pluralidad de manifestaciones estéticas. Integrar las artes es reintegrar el ser humano.

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Un film es ante todo una idea expresada en forma sensorial. Es registro de una realidad, pero de una realidad que surge de la concatenación intencional de los hechos fotografiados. Experimentamos  placer al reconstruir este silogismo porque al fin de la fiesta de los sentidos nos espera el sentido.

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Tal revelación produce resultados contradictorios. La tecnología del cinematógrafo es hasta cierto punto universal. Sin embargo el resultado es idiosincráticamente local. Podemos hablar de una filmografía europea, estadounidense, china o japonesa, así como de otra  latinoamericana y caribeña, cubana, mexicana, brasileña, argentina, venezolana o boliviana.  Pero la difusión de estos lenguajes, como los de la literatura, depende de aduanas locales y distribuidoras transnacionales. El gran capital crea o cierra mercados e impone o clausura cinematografías. Difícil es ver una obra maestra boliviana en Venezuela o una paraguaya en Ecuador. Cinematecas y Festivales como el del ICAIC en La Habana   instituyen puentes sobre abismos invisibles que  impiden disfrutar y comprender la maravillosa unidad y diversidad de lo humano.

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La imagen en movimiento  se decanta cada vez más por la aceleración y la brevedad. Tres días duraba una representación del Katakali; la Orestíada se toma una noche entera; representaciones teatrales y óperas de la modernidad requieren horas; el lenguaje fílmico cristaliza en la hora y media del largometraje y en los formatos cada vez más breves del mediometraje y el cortometraje. La pantalla televisiva impuso la media hora de la telenovela como coartada para el medio minuto de la cuña. Nuevas tecnologías permiten los instantáneos micro relatos del Tik Tok. La cinematografía, arte del tiempo, debe ir con los tiempos y explorar los nuevos formatos y tecnologías antes de que los grandes capitales los monopolicen. Un film maestro es la preparación de una epifanía visual poderosa y breve como un aforismo.

6

Al igual que el mundo que refleja, un buen Festival, como el de La Habana,  es inabarcable. Imposible ver y calificar todo.

La cocina,  (2024)  escrita y dirigida por el mexicano Alonzo Ruizpalacios a partir de un drama de Arnold Wesker, reivindica el tan vilipendiado realismo como omnipotente método fílmico. Narrada casi en tiempo real, en austero blanco y negro, revela el mundo del trabajo, usualmente desterrado de las pantallas y  de la fachada de los rascacielos y los pulcros restoranes estadounidenses de Manhattan. En los sótanos, se afana el submundo de los explotados,  los indocumentados, los desprotegidos, los subpagados, los discriminados, los menospreciados, los maltratados, los amenazados por la deportación. Percibimos guiños a la monumental Metropolis, de Fritz Lang: la ropa de trabajo uniforma a todos, las cadencias de trabajo son insoportables, prosiguen incluso en medio de una inundación periódica. Dolorosamente,  estos excluidos sueñan en convertirse en quienes los excluyen. Darían lo que no tienen por la Green Card que les evitaría ser expulsados; el protagonista anhela además casarse con una gringa rubia. El sueño revienta como una burbuja. Un gringo de venerable barba entra a la cocina a mendigar sobras, y recita la biografía de toda una clase obrera: Trabajé toda mi vida y no encuentro empleo. No tengo casa, pensión ni seguro médico. Un cocinero le da comida, un gerente lo veta, las sobras van a la basura. Desaparecen unos dólares, y ya se sabe quiénes van a ser acusados. La rebelión es anómica, individual, desesperanzada: pero pudiera ser organizada, colectiva, triunfante. Todo gran película expresa más de lo que dice.

El Jockey(2024)  dirigida y escrita por el argentino Luis Ortega, nos introduce al mundo de la explotación de los jinetes por las mafias que manejan el mundo hípico. Surrealista es que un deporte sea regido por el crimen organizado: surrealista es el film signado por la belleza de las danzas de entrenamiento de jockeys masculinos y femeninos, por la cotidiana incongruencia, por los asesinatos aleatorios, por la búsqueda individual de sentido en un mundo que ha dejado de tenerlo.

Farha, (2021) de la joven directora de Jordania Darin J. Sallan, reconstruye la historia real de una niña de catorce años encerrada en su casa por un padre que desaparecerá aniquilado por la Nakba, la invasión israelí a Palestina de 1948. En el oscuro encierro, Farha se entera del exterminio de sus amigas, de sus vecinos, de su patria por el estrépito de armas y la escasa visión que filtran algunas rendijas. La ausencia de diálogo y el anhelante rostro inquisitivo construyen una tensión magistral. La niña huirá a pie hasta Siria; de estar con vida hoy, seguramente emprende otro peregrinaje quién sabe dónde. Mientras los poderes fácticos puedan alimentarse del genocidio impune, todos somos palestinos.

TEXTO/FOTOS: LUIS BRITTO 

Gastón Parra Luzardo, valor nacional

 ALEXANDRA MULINO

Gastón Parra Luzardo nació en Maracaibo, el 9 de diciembre de 1933 y murió en Caracas, el 14 de diciembre de 2008. Este economista de izquierda fue un eminente académico, político y funcionario público de alto nivel profundamente comprometido con la liberación nacional de Venezuela.

Desempeñó el cargo de profesor titular de la Universidad del Zulia (LUZ, 1964-1998) y presidente del Banco Central de Venezuela (BCV, 2005-2008), entre otros ejercicios de relevancia político-administrativa.

En el año 2002, el finado mandatario nacional y líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez Frías, lo nombró presidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA), ocupación que fue objetada por la nómina mayor de la industria por oponerse a la política de la apertura petrolera. Ante este escenario estos se sublevaron con un golpe de Estado, el 11 de abril del mismo año, encabezado por el ultraderechista Pedro Carmona Estanga. 

Escribió innumerables artículos y una veintena de libros, entre tantas obras encontramos: La inversión extranjera y sus efectos para los países de atraso económico (1973), La nacionalización petrolera: ¿Para quién y para qué? (1974), Economía minera y petrolera (1977), El desafío del cartel petrolero (1981), La economía venezolana, 1989-1993 (1994), La apertura petrolera. Conflictos y contradicciones (1999), La euforia neoliberal en Venezuela (1989-1993) (2003), etc.

Sobre la base de un estudio realizado por el autor en el año 2002, titulado: Condiciones y perspectivas del crecimiento económico en Venezuela, publicado por el BCV, el maestro Parra Luzardo explicó la razón del crecimiento sin-desarrollo en el país.

En ese trabajo desmitificó la visión reformista y de derecha propia de la economía política burguesa al subrayar que la región desde 1492 hasta la actualidad quedó atrapada bajo la racionalidad de las formas de acumulación de capitales de los centros metropolitanos.

En consecuencia, afirmó que la propiedad privada es la que predomina en las relaciones de producción lo cual debe considerarse como un rasgo estructural de la economía para la estrategia que conviene desarrollar en el país y, de esa manera, no cometer equívocos que puedan ser adversos para la búsqueda del genuino interés nacional.


El mundo de hoy

 

“Cristo sigue entre los escombros”: no habrá noches de paz en Gaza esta Navidad en medio de los continuos bombardeos israelíes

 




Amy Goodman y Denis Moynihan

La Navidad conmemora el nacimiento de Jesús de Nazaret, ocurrido hace más de 2.000 años en la ciudad de Belén, Palestina, en lo que hoy es el territorio de Cisjordania, ocupado por Israel. La celebración es a la vez solemne y festiva. La Basílica de la Natividad se erige en el sitio que se considera que fue el lugar de nacimiento de Jesús, un establo donde se cree que el niño recién nacido fue colocado en un pesebre, tal como se representa esa escena en los belenes de todo el mundo. “Cristo entre los escombros” es el nombre que se le dio a uno de esos pesebres, ubicado dentro de la Iglesia Evangélica Luterana de la Natividad de Belén, a pocos pasos de la antigua calle empedrada donde se cree que nació Jesús. En ese particular pesebre, el Niño Jesús, arropado con una kefia —el pañuelo tradicional palestino— reposa sobre una pila de escombros, como símbolo del incesante ataque de Israel contra la población de Gaza. En vísperas de la navidad de 2023, el pastor de esa iglesia, el reverendo Isaac Munther, pronunció un sermón llamado “Cristo entre los escombros”, que se viralizó en internet. A casi 450 días del inicio de los bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza, en los que han muerto más de 45.000 palestinos, el sermón navideño que Munther pronunció este año ante los feligreses se tituló “Cristo sigue entre los escombros”.

En un fragmento del sermón, Munther expresó: “[El lema] 'nunca más' debería significar un 'nunca más' para todos los pueblos [del mundo]. [Sin embargo], el 'nunca más' se ha convertido en 'una vez más': una vez más la supremacía, una vez más el racismo y una vez más el genocidio. Una vez más, por desgracia, el uso de la Biblia para legitimar la guerra, una vez más el silencio y la complicidad de la Iglesia occidental, una vez más la Iglesia que se alinea con el poder y el imperio”.

La información que llega desde Gaza es desalentadora. Israel continúa atacando el devastado sistema sanitario del enclave asediado: ha detonado explosivos controlados a distancia en los alrededores del hospital Kamal Adwan y ha forzado la evacuación de pacientes enfermos y heridos del hospital Indonesio. Las fuerzas armadas israelíes también bombardearon el hospital Al-Awda, una de las principales maternidades de la Franja de Gaza. María, la madre de Jesús, tuvo la suerte de encontrar un establo tranquilo donde dar a luz. En Gaza, los bebés nacen actualmente sin las más elementales condiciones de higiene, sin acceso a agua potable ni a una atención médica apropiada. La mayor parte de la infraestructura agrícola del enclave palestino, incluidos establos y comederos para animales, han sido arrasados de manera sistemática, en lo que la organización Oxfam ha calificado como “las últimas etapas de la limpieza étnica”.

Munther continuó diciendo en su sermón: “Así que hoy, después de esta destrucción total, de esta aniquilación, Gaza ha sido erradicada […]. Millones de personas se han convertido en refugiados y personas sin hogar y decenas de miles han muerto. ¿Y por qué aún se sigue debatiendo si esto es o no es un genocidio?”.

Tras el sermón de Navidad, el reverendo Issac Munther habló también al respecto con Democracy Now!: “Seguimos viendo imágenes de niños y niñas que son rescatados de debajo de los escombros. Es increíble que hayan pasado más de 14 meses desde el comienzo de este genocidio y que sigamos viendo las mismas imágenes. Parece que estamos completamente desprotegidos y que el mundo se complace en permitir que esto continúe. Y aquí, en Cisjordania, al observar desde Belén lo que ocurre en Ramala o Hebrón, nos preguntamos: “¿Seremos los siguientes?’. Israel ha dejado claro que planea anexar Cisjordania el próximo año. ¿Qué significará esto en la práctica? En Belén tememos que no haya nadie que obligue a Israel a rendir cuentas por sus acciones”.

Israel viola abiertamente el derecho internacional, con el pleno apoyo, militar y diplomático, de Estados Unidos. Sudáfrica, a la que se le suman ya otros 14 países, ha presentado una demanda por genocidio contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia, mientras que el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional ha emitido órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su exministro de Defensa Yoav Gallant por crímenes de lesa humanidad. Gallant visitó recientemente la ciudad de Washington D.C., donde se reunió con funcionarios de alto rango del Gobierno de Biden, todos los cuales hicieron caso omiso de la orden de arresto.

Sin embargo, según se informa, Netanyahu ha decidido no asistir al evento que se celebrará en Polonia para conmemorar los 80 años de la liberación del campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz, dado que el Gobierno de ese país ha declarado que cumplirá con su obligación de ejecutar las órdenes de arresto emitidas por la Corte Penal Internacional. El columnista israelí Gideon Levy escribió esta semana en el periódico Haaretz:

“Hace 80 años, a los judíos se les dio a elegir entre dos legados: 'nunca más los judíos volverán a enfrentarse a un peligro similar' o 'nunca más nadie en el mundo volverá a enfrentarse a un peligro similar'. Israel eligió claramente la primera opción, con un peligroso añadido: después de Auschwitz, a los judíos se les permite hacer cualquier cosa. Durante el último año, Israel ha implementado esta doctrina como nunca antes lo había hecho”.

En una singular coincidencia que ha sucedido muy pocas veces en el último siglo, la Navidad de este año coincide con el primer día de Janucá, la Fiesta Judía de las Luces. En ese mismo espíritu, que haya luz. Que haya vida. Que haya, sin más demora, un alto el fuego permanente en Gaza.


© 2024 Amy Goodman

Traducción al español de la columna original en inglés. Edición: Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org

Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del libro “Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos”, editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.


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