Zulika King.
Esa es la pregunta obligatoria que nos hacemos cada uno de nosotros, los
revolucionarios de convicción. A fecha de hoy, vemos con estupor cómo
el capitalismo en Venezuela goza de muy buena salud, gracias al esmero
en su cuidado que hacen algunos que desde sus puestos de poder trabajan
de manera incansable y conveniente para ellos y preservar este perverso
modelo a fin de que sea cada vez más longevo.
Es incontestable el hecho de que el capitalismo se agudiza
crecientemente. Hoy somos más dependientes de las transnacionales, pues
desde la revolución pocos esfuerzos se han hecho para cambiar el modelo
de producción en lo concreto. Día a día discursos van y vienen con un
alto contenido revolucionario, pero la acción contradice dichos
discursos.
Es inaceptable que este proceso de cambios se haya estancado, o peor aún
esté retrogradando producto de múltiples variantes, muchas de las
cuales escapan de la responsabilidad del gobierno.
En lo económico y también en lo político, hemos dado concesiones al
capital, así lo veo. Digan lo que digan es así, en términos objetivos.
Es bueno recordar que el pueblo está allí afuera viendo impávido cómo
elementos de la burguesía repiten en el gobierno, ejemplo de ello el Sr.
Pérez Abad; y otros que, sin ser representantes de la burguesía,
coquetean con ella, quizás esperando algún día pertenecerle.
Seguimos sin superar las contradicciones dialécticas que enmarcan este
tipo de procesos políticos; pero lo que es peor aún, es que estas
contradicciones se hacen cada vez más notorias, al punto de parecer
insuperables.
En el campo político se siguen cometiendo errores fundamentales,
pareciera ya una costumbre. Resulta inaceptable desde la lógica política
la adhesión de un grupo de empresarios al Partido SOCIALISTA Unido de
Venezuela. Obviamente este grupo, sin menoscabo de su dignidad y buen
nombre, no obedece a los intereses que nos mueven a los revolucionarios.
Es lógico pensar que el socialismo lo construyen los socialistas y la
revolución la hacen los revolucionarios. De concretarse la adhesión de
un grupo de empresarios capitalistas al PSUV ello sería una afrenta al
legado de nuestro Comandante Chávez y a su esfuerzo por construir un
partido de masas, de hombres y mujeres revolucionarias capaces de
entender y arrimar el hombro para este proceso histórico.
Como integrante del PSUV pido un poco de coherencia política a la hora
de tomar ciertas decisiones que afectan la moral revolucionaria.
El llamado es al camarada Diosdado Cabello, de quien sabemos su
compromiso político e ideológico en defensa de la revolución, y como
Primer Vicepresidente de nuestro partido no permita semejante afrenta a
quienes sí trabajamos de manera comprometida e incansable para mantener
nuestra revolución bolivariana y profundamente chavista para dar el paso
definitivo hacia la construcción del socialismo nuestro, en búsqueda de
una sociedad más justa y de iguales. ¿O no fue para eso que todas y
todos nosotros, el pueblo, dimos nuestro mayor esfuerzo y consagración
en la lucha por la revolución bolivariana y profundamente chavista?
La revolución bolivariana está llamada para lo grande, para lo bello,
para lo justo. La historia es inexorable camarada, y juntos la hemos
escrito, pueblo, partido y gobierno. ¡A saber en qué lugar nos colocará
la historia a cada quien!
Es bueno recordar que cuando el comandante hablaba de la unidad en la
diversidad se refería a las distintas corrientes de pensamiento dentro
de las filas de la izquierda. Sumar por sumar al PSUV a la final
terminará restando, habida cuenta de que se evidencia una jugada por
parte del capital para penetrar el más importante espacio político de la
revolución.
Es dialécticamente contradictorio empresario privado y socialismo.
¿Quién puede decir lo contrario? ¿De cuándo acá hay empresarios privados
que se quieren sumar para coadyuvar al fortalecimiento de la Revolución
Bolivariana? Mientras sigamos coqueteando con el empresariado privado
se alejará cada vez más la posibilidad cierta de construir el socialismo
verdadero, ese que se opone a la explotación del trabajo por el
capital, ese que se opone a la acumulación privada de la riqueza, ese
que se opone a la desigualdad económica y a las diferencias de clases
sociales. Objetivos todos estos que son absoluta e irrevocablemente
inalcanzables por parte de cualquier empresario privado, por su misma y
consustancial condición, naturaleza y razón de ser. Los intereses de la
lógica del trabajo jamás pueden ser los mismos que los de la lógica del
capital.
Si se pretende fortalecer y sumar al PSUV personas que no son ni serán
nunca de pensamiento de izquierda y mucho menos tendrán una visión
socialista de país, debo necesariamente concluir que estamos mal. Siendo
así, bienvenidos entonces al PSUV los descontentos de la MUD, los
adecos, copeyanos, primero justicia, voluntad popular y demás restos
aberrantes de la IV República, que al parecer no estaban muertos, sino
de parranda…
No pretendo descubrir el agua tibia, pues por todos es sabido que
estamos viviendo en lo político tiempos muy convulsos. Es hora de
enseriarnos y demostrar madurez y claridad política, ya que no podemos
darnos el lujo de debilitarnos más para complacencia de muchos de afuera
y de adentro de las propias filas revolucionarias.
No me cansaré nunca de repetir que las revoluciones las hacen los
pueblos, el pueblo trabajador, el pueblo de a pie, el pueblo que lucha
día a día por construir una sociedad más justa y de iguales. Ese que se
cansó de inclinar el lomo ante el amo capitalista. Y el socialismo,
indubitablemente, solo lo hacen los socialistas.
Al discurso de Pérez Abad solo le faltó cerrar con la consigna: ¡Burgueses del mundo, uníos!
Camaradas, no se olviden que aquí ABAJO hay un pueblo viendo lo que
hacen algunos allá ARRIBA. ¡No a la burguesía parasitaria! ¡No al
empresario capitalista burgués! ¡No a los infiltrados! ¡No a la
contrarrevolución! ¡Socialismo o nada! Esta ha de ser nuestra consigna;
pues bien claro lo dejó nuestro Comandante Chávez.
Unidos somos más camaradas, mente clara y paso firme. ¡Hasta la victoria siempre!
Zulika King
Miércoles, 8 de febero de 2017
PD: Esto fue lo que dijo Pérez Abad:
(Caracas, 06 de febrero. Noticias24).- Durante su
intervención en el encuentro Rebelión Productiva 2017 del Congreso de la
Patria, en el estado Zulia, el presidente del Banco Bicentenario del
Pueblo, Miguel Pérez Abad, dijo que esta actividad amplía, por primera
vez en 100 años de República, la participación del empresario.
El máximo vocero del Primer Banco Socialista agregó que este
día "los empresarios han sido incluidos dentro del Partido Socialista
Unido de Venezuela, como un mecanismo para influir en el desarrollo de
los instrumentos de políticas públicas necesaria, para hacerles
propuestas al presidente del partido y desde allí poder empujar
soluciones para la construcción de la patria".
Dijo que "estos espacios son para oírnos, para hacer
planteamientos, pero también para trascender las formas en que hemos
venido relacionándonos, en este caso desde el sector productivo y el
Estado venezolano, y en términos generales con la sociedad".
Coordinadora General del Movimiento de Batalla Social Punta de Lanza.
Presidenta de la Fundación Punta de Lanza. Coproductora del Programa
Radial "Trinchera del Poder Popular". En la foto con su perrito adoptado
"Bobby"
zulikaking@yahoo.com
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