miércoles, 4 de enero de 2017

Propósitos en la penumbra

Carola Chávez


h-ramos-allup

Sentado en su biblioteca, custodiado por la armadura medieval, esa que compraron en un anticuario francés, que a su vez la había comprado en una tienda de souvenirs en Toledo; rodeado de libros con lomos de cuero repujados con arabescos dorados, elegantísimos, intactos… Ahí, en la penumbra, sentado en su escritorio Luís XIV, Ramos Allup garabateaba en un papelito sus propósitos de año nuevo. Déjà vu:
  • Arrimarme a los mascachicles de Voluntad Popular, cosa que es muy fácil porque solo tengo     que insultar como insulto para que esos guarimberos me caigan como moscas.
  • Birlar a los lechuguinos de Primero Justicia, basta verles las caras para saber que ésta también es cosa fácil.
  • Ser presidente de la Asamblea Nacional.
  • Salir de Maduro en 6 meses con un juicio político, o con una declaración de abandono de cargo, o con una partida de nacimiento cucuteña, o con la Carta Democrática, o con la OTAN…
  • Convertirme en el Presidente de la República para sacar los cuadritos de Bolívar y de Chávez, como lo hice en la AN, pero ahora, de todo el país.
Cavilaba Ramos con cierta arrecherita producto de la frustración: “¡Por Rómulo! Estos propósitos son los mismos del año pasado, que si a ver vamos, son los mismos de los últimos 18 años. Dale y dale y nada, esos chavistas no se caen. Y el tiempo pasa volando, como en Viasa, antes de que Carlos Andrés se la entregara a Iberia y, aunque todavía tengo un motor arrechísimo, ya no soy un muchacho. Voy a tener que empatucarme este pellejero que me cuelga del cuello con las cremas francesas que usa Diana, porque eso de presentarme como “El Futuro” con este drapeado de arrugas no sirve sino para que los chavistas me monten una jodedera. Si ya están con una burlita, contándome los días para que llegue el 5 y Borges me baje de la silla…Y ahí está Borges, marcando terreno, lanzando ultimatums a Maduro como si ya fuera Presidente de la AN… Y yo no me veo sentado allá abajo en una curul cualquiera…”
Acariciaba absorto un as escondido en la manga de la bata de seda china que le trajeron de Miami  cuando Diana prendió la luz:
– ¿Qué haces en esta negrura, Baby? Te vas a quedar ciego.
– Apaga esa vaina, chica, mira que los chavistas andan diciendo que “Prendan la luz que es diciembre…” y nuestro deber democrático es decirles que ¡No es no!
– Pero es enero, mi vidi…
– No importa, aquí no se prende un solo bombillo, a menos que el chavomadurismo decrete ahorro energético. Ahí si prendemos hasta el arbolito el navidad, aunque sea en pleno junio.
– Así es, mi vidi. ¡Libertad, libertad!

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