*JUAN MARTORANO.
Lo he venido sosteniendo a lo
largo de mis artículos escritos en estos últimos meses. Se están presentando
oportunidades extraordinarias para superar la crisis que actualmente vivimos en
nuestro país, producto de una agresión económica, política, social, cultural,
hasta en lo ético y lo moral, lo que sin perder las perspectivas ni negar las
dificultades por las que estamos afrontando en los actuales momentos, pero en
lo particular, me hace ser optimista del futuro promisor para nuestra Patria.
Nuevamente, me veo en la
necesidad de citar un trabajo del colectivo Misión Verdad. El referido trabajo,
titulado “Doce noticias económicas que los medios privados ocultan”, recomiendo
ampliamente su lectura. Solo nos permitiremos citar esas doce noticias, que las
veo como doce oportunidades que se nos presentan en el horizonte para superar
la situación compleja por la cual estamos atravesando:
1. Se inicia el ciclo invierno de siembra nacional.
2.
Los CLAP se consolidan.
3.
El Gobierno asume una nueva y
valiente estrategia de distribución.
4.
El petróleo aumenta.
5.
El fluido eléctrico por
hidrogeneración.
6.
Explota la burbuja del dólar
paralelo.
7.
Asignación de divisas.
8.
Ajuste de precios.
9.
Venezuela se encamina a
certificación y monetizacion de reservas auríferas.
10.
Revisión de escalas
salariales cada tres meses.
11.
Recaudación fiscal.
12.
Productos que estaban
escasos, pero ya no.
Realmente,
recomiendo el referido trabajo, el cual puede leerse completo a través del
siguiente link: http://misionverdad.com/la- guerra-en-venezuela/doce- noticias-economicas-que-los- medios-privados-ocultan
Sin
duda, la derecha venezolana logró colocarnos en un estado de postración, nos ha
hecho pasar muchas ronchas. Sin duda, una de las taras con las que debemos
lidiar, es de algunos funcionarios corruptos y funcionarias corruptas del
estilo de Hebert García Plaza, de infiltrados e infiltradas dentro de la
Administración Pública y de la estructura del Estado que nos han hecho
muchísimo daño. Más no obstante, no informamos a la opinión pública nacional e
internacional que no menos de 3.500 funcionarios públicos y funcionarias públicas
han sido procesados y procesadas por corrupción. Eso no es noticia para los
grandes diarios.
También
ha faltado la elevación no solo de las fuerzas productivas para la satisfacción
de las necesidades humanas, sino también de la elevación de la conciencia de
nuestro pueblo, para no repetir errores y fallas que hemos cometido.
Chávez
nos lo dijo siempre: Cuidemos la conciencia, comprometámonos cada día más en la
batalla para darle al pueblo lo que es del pueblo. La batalla contra los viejos
vicios, que siguen siendo amenaza perenne: La corrupción, la ineficiencia, el
burocratismo, la inseguridad en las calles, el crimen, el narcotráfico, el
consumo de drogas, el alcoholismo, la
falta de cultura y de conciencia, son viejas rémoras que perviven y de la que
nosotros estamos llamados a derrotarlas y a echarlas. Esa es parte de nuestra
batalla hoy en día.
Fidel
Castro, a propósito del establecimiento del período especial en la Cuba
revolucionaria luego de la caída de la Unión Soviética, en un memorable
discurso del 28 de septiembre de 1990, dijo que hay los que pierden la moral y
que tratan de extender su desmoralización. Pues bien, en estas líneas trato de
salirles al paso.
Sin
duda, la derecha ha tratado de postrarnos, nos puso en el piso, pero no nos
mataron ni nos enterraron.
Y ante
la posibilidad de que logremos estabilizarnos y ponernos de pie, las acciones
de sabotaje, de operaciones psicológicas, de explotar nuestros errores, fallas
y contradicciones para sembrar dudas dentro de las filas revolucionarias, las
acciones violentas, atentados, ataques selectivos van a aumentar. Se les está
acabando el saldo a los sectores de la derecha, y ellos lo saben. No me cabe la
menor duda, y es por ello que, estamos en el momento más peligroso de la actual
coyuntura.
También
creo, que se presenta una oportunidad de oro para profundizar y avanzar en
nuestro proceso revolucionario. Y para ello, necesariamente se requiere una
depuración profunda y exhaustiva de muchas taras a lo interno de nuestra
Revolución. Estoy convencido, que más temprano que tarde, llegará la hora de
hacer una Revolución dentro de la Revolución, para poder restituir, en buena
medida, los niveles de esperanza y moralización a lo interno de las filas
revolucionarias.
Una
cosa es la crítica, la denuncia de lo mal hecho, de los mafiosos enquistados
dentro de las estructuras del Estado, y otra, como lo ha dicho Fidel, los que
han perdido la moral y que buscan extender su desmoralización, haciéndole “la
cama” a la estrategia del enemigo de clase. Esto es algo que particularmente no
puedo aceptar.
Me
llama poderosamente la atención, como algunos articulistas que se dicen
revolucionarios, y articulistas que se dicen revolucionarias, coinciden casi en
un 100% en el discurso que plantea la derecha. A estos camaradas hay que
llamarlos a capítulo, definitivamente.
¿Cómo
entender a un abogado supuestamente chavista, revolucionario, comunista, que se
vende como el non plus ultra de la Revolución, apelando en sus artículos a la descalificación
personal entre camaradas? ¿Por qué no debate ni refuta los argumentos en los
que no está de acuerdo? ¿Será que no trabaja, que no labora, que le da tiempo
de escribir todos los días en algunos portales, incluso en algunos de la más
extrema derecha?
¿Cómo
entender a algunos analistas políticos, que buscan golpear a algunas
organizaciones políticas, y que sin presentar los elementos de prueba que
sustentan sus afirmaciones, buscan acusar a priori al Gobierno Bolivariano de
ciertos y determinados hechos? ¿A quién le hacen el juego? ¿Será que hacen el
papel de doble agente?
Creo
que hay que desenmascarar la estrategia enemiga que trata de infiltrarnos. Hay muchos
supuestos articulistas que se han dado a la tarea de confundir a las bases
revolucionarias chavistas. En la mayoría de los casos, y de acuerdo a mi
evaluación, estos supuestos articulistas
se contradicen en sus argumentaciones, llevándonos a la conclusión que debemos
entregar la Patria a la oligarquía, que no tiene Patria. Prácticamente defienden
a los que quieren destruir a nuestra Patria,
para dársela a los gringos, a sus bancos y a sus grandes empresas
transnacionales y petroleras, para que las venezolanas y venezolanos seamos
condenados y condenadas a la vida miserable que nos dejó la Cuarta República.
Y
apuesto a que muchos de esos articulistas no firman con sus propios nombres. Usan
nombres cualquiera, además de algunos contrarrevolucionarios que montan
escritos como ese en laboratorios para producir piezas con lenguaje chavista y
que gusta a chavistas, aparentando ensalzar la memoria del Comandante Eterno y
Supremo para luego darle la estocada, quitándole el apoyo a la Revolución
Bolivariana, contribuyendo a la desmoralización, pero sobre todo, a la desmovilización,
lo cual en estos momentos me parece extremadamente peligroso.
Los
chavistas auténticos y auténticas, genuinos y genuinas, somos irreverentes en
la discusión, pero leales en la acción,
y no claudicamos en la crítica y autocrítica propositiva. Pero también
nos damos cuenta cuando se quiere debilitar a la Revolución Bolivariana, al
Gobierno que ejerce la vocería del legado de Chávez y al pueblo todo, que
quiere que le hablen y le digan verdades, pero que no lo desmoralicen y lo
desmovilicen.
Así
que alerta pueblo, porque no olvidemos que a veces el diablo se disfraza de
ángel de luz. Tengamos mucho cuidado con algunas cosas que leemos, porque el
enemigo busca dominar nuestras mentes.
Insisto
en la responsabilidad que debemos tener algunos articulistas como modeladores
de la opinión pública. Debemos escribir con las neuronas y sobre todo
orientando al pueblo. No negando los problemas que sin duda atravesamos, pero
también colocando las cosas en su justa dimensión, y reconociendo las acciones
positivas y esfuerzos que sin duda en estos momentos se están haciendo.
Como
desde hace algún tiempo, cuando he logrado posicionar mis artículos, se activan
algunos laboratorios, y como me lo indica mi intuición, seguramente por estas
opiniones expresadas por mí se van a volver a activar, y con inusitada fuerza,
pues les digo que no pierdan su tiempo, pues no amilanan mi espíritu ni mi
moral. Estoy presto y me agrada dar este tipo de debates.
¡Bolívar y
Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la
Victoria Siempre!
¡Independencia
y Patria Socialista!
¡Viviremos
y Venceremos!
*Abogado, Activista por los Derechos Hum
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