*JUAN MARTORANO.
En estos tiempos de profunda
crisis en lo político, en lo económico, en lo social, pero profundamente para
mí, en lo ético y lo moral, estoy cumpliendo con lo prometido y expresado por
mí a través de mi cuenta tuiter, de escribir este artículo en solidaridad con
aporrea.org.
Lo hago porque me siento parte de
aporrea. Desde el 10 de diciembre de 2003, cuando salió mi primer artículo a
través de esta cartelera del movimiento popular, han sido muchas las
experiencias, anécdotas y puertas que gracias a esta novedosa forma de
comunicación popular me ha concedido a lo largo de estos casi 13 años de ser
parte del staff de articulistas de dicho portal.
Y como lo expresé en mi último
artículo, he estado en unas dinámicas de conversatorios, de reuniones con
diversos movimientos populares, colectivos, diversas formas de organización
popular que me han mantenido un tanto alejado de las teclas. Y cuando ayer
domingo pude retomar esta faena, y revisando nuestro portal, me enteré de ese
ataque que sufrió y de las horas que tuvo que mantenerse fuera del aire.
No podía permanecer indiferente
ante tal hecho. Aporrea.org con sus aciertos y virtudes, errores y defectos, no
ha dejado de ser referencia en la comunicación alternativa y revolucionaria.
En Aporrea.org se han visto
reflejadas todas las corrientes del pensamiento revolucionario: Desde
marxistas, maoístas, trotskistas y hasta los defensores de las tendencias
reformistas han tenido espacio en dicho portal. Eso es algo que no se puede
negar.
Sin duda, como articulista y
lector de aporrea.org, podemos criticarle muchas cosas, porque como toda obra
humana, no es infalible. Pero, de ahí a querer eliminarla, a dejar la expresión
del movimiento revolucionario y popular sin una de sus ventanas, me parece
extremadamente peligroso, en un momento donde las amenazas contra nuestra
Revolución y nuestro país se ciernen con
una fuerza inusitada.
No olvidemos que los enemigos de
clase de nuestro proceso, tanto los que están abiertamente identificados y
hacen vida en la Mesa de la Ultraderecha (MUD), como los que se ponen boina
roja, y que a nombre de la Revolución nos están haciendo muchísimo daño y
matando la esperanza de un pueblo, cuando se dan este tipo de coyunturas,
contra lo primero que se van es en contra de los medios con los que el pueblo
pueda comunicarse para revertir tendencias, para informar, pero sobre todo para
formar y contribuir a la elevación de la conciencia de nuestro pueblo, para
poder resistir, luchar y vencer en estos momentos particularmente complejos.
No es acallando las voces
críticas y las voces que formulan propuestas como vamos a salir del atolladero
en el que nos encontramos. Pese a toda esta fase de contraataque imperial, en el
horizonte se nos presentan oportunidades para poder superarla. Tengamos altura
del momento político que vivimos. No dejemos que las miserias humanas, el
sectarismo y la persecución de las voces críticas propositivas nos hagan perder
la perspectiva de todo el bosque que algunos ya estamos viendo.
Sin duda, aporrea.org tiene
muchas cosas que revisarse, muchas cosas que corregir, cosas que mejorar. Pero no
es enmudeciéndola como esto se puede lograr.
Me parece extremadamente
peligroso que ante la posibilidad de un zarpazo contra el proceso
revolucionario, bien sea a través de un Golpe de Estado o de una invasión
militar yanqui en la tierra de Bolívar y Chávez, en vez de aumentar nuestro
poder de fuego comunicacional, más bien lo reduzcamos. Mucho cuidado con esto.
Siempre en mis escritos he
tratado de caracterizarme por hacerlo de acuerdo a lo que me dicte mi corazón y
mi conciencia. Esto lo señalo porque es probable que por opiniones como las aquí
expresadas, no le complazca a algunos compatriotas y camaradas que se dicen
revolucionarios y revolucionarias. Lo lamento por ellos y ellas, pero esta
praxis que tengo, no exenta de errores y fallas propias de la naturaleza
humana, me las enseño el comandante Hugo Chávez.
Y también aclaro, porque algunos
incluso han tratado de criminalizarlo a uno por ello, no soy parte ni
integrante de Marea Socialista. En lo absoluto, si conozco a algunos de sus
miembros, tanto hombres como mujeres, e incluso son amigos y amigas personales,
y hemos coincidido en algunos planteamientos y actividades, en otros no, pero
nos respetamos profundamente. Siento que hay que ubicarse bien en los contextos
para poder identificar bien a los verdaderos enemigos y enemigas en estos
momentos.
Cuando salgo a través de estas
líneas a defender Aporrea.org y a solidarizarme con los que la hacen posible,
no defiendo la idea primigenia de la Asamblea Popular Revolucionaria que hizo
posible la reversión del Golpe de Abril de 2002 desde lo comunicacional. Cuando
defiendo a Aporrea.org lo hago defendiendo la comunicación alternativa,
revolucionaria, popular y comunitaria. Esa comunicación que, a veces trabajando
con las uñas, con pocos recursos, y en una pelea totalmente desigual con las
transnacionales de la comunicación hegemónica, serán la vanguardia y las
primeras en salir, si fuere el caso, si los enemigos de la Revolución se
abalanzan en contra de la Patria de Bolívar y Chávez.
Yo nací políticamente hablando en
un medio comunitario. En radio Llovizna 95.7 FM (hoy 104.7 FM) en San Félix, en
el estado Bolívar. Y mal puedo yo, que nací en un medio popular, comunitario,
revolucionario y alternativo, no defender a los medios alternativos y
comunitarios, y dentro de esa lista esta aporrea.org.
Cuenten mis hermanos y hermanas
de aporrea.org con este soldado, con este servidor en lo poco que pueda serles
útil. No olviden que solo al árbol que da frutos es al que le tiran piedras,
porque no he visto hasta ahora a nadie que le tire piedras a un árbol que no da
frutos.
¡Que viva por siempre
Aporrea.org, símbolo de la comunicación alternativa y popular!
¡Bolívar y
Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la
Victoria Siempre!
¡Independencia
y Patria Socialista!
¡Viviremos
y Venceremos!
*Abogado, Activista por los Derechos Hum
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