viernes, 21 de febrero de 2014

LA TELA DE ARAÑA IMPERIAL ATRAPA A LOS INCAUTOS.

Por Toby Valderrama y Antonio Aponte


Parece que no caemos en cuenta de la magnitud de la agresión, la tomamos como si fuera una pelea sin mayores consecuencias y siempre entre enemigos gentiles, con los cuales se puede hablar, o llegar a acuerdos de convivencia. No caemos en cuenta de que esta feroz batalla que hoy enfrentamos no es una guerra de utilería. Se trata, tal vez, del combate más importante que la humanidad libra en toda su existencia. Es un combate por la sobrevivencia de la especie amenazada por el capitalismo.

Esta pelea nuestra es, debe ser, el cuestionamiento profundo del capitalismo. Aquí se dirime si el Socialismo seguirá como opción para la Humanidad o si la especie se extinguirá en la esquizofrenia capitalista. Entonces, hay que entender que sólo un pueblo imbuido de estas razones sagradas podrá remontar Los Andes nuevamente, reeditar Abril, Diciembre, sólo un pueblo informado de la calidad de la batalla podrá derrotar la embestida que hoy sufrimos.

Parece que tenemos miedo de que el mundo, obama, los gringos, se den cuenta que somos ¡Socialistas! Ahora lo sustituimos por unos llamados a la Paz, que sin Socialismo son inocuos.

Obama, el emperador mayor, nos ataca, lo que significa ultimátum del imperio, y salimos a explicarles que somos "democráticos", que aquí ya no hay fraude, que somos un pueblo de paz… eso está bien, pero no va al centro del problema, no educa a la masa chavista, no le da razones para la lucha, no la prepara para entender las confrontaciones que vienen. Al contrario, con esa actitud, la entregamos inerme a la derrota, a las respuestas espasmódicas. Nos atacan porque el Comandante Chávez avanzó hacia el ¡Socialismo!, por eso asesinaron a Chávez y por eso hoy están dando un golpe. Ese es el centro de problema. Y en esa meta no debe haber ocultamiento. Hay que gritarle a obama ¡nosotros somos Socialistas! ¡Ud. es capitalista! Ese es el fondo de todos nuestros enfrentamientos, de sus mentiras y de nuestras verdades. Debemos regresar al espíritu de la concentración del Jardín Botánico.

Cuándo vamos a entender que la fuerza de este proceso, del Presidente Maduro, de este pueblo, está en el Socialismo, en el sueño, en el legado, del Chávez Socialista. Otro camino nos conduce a la derrota.

Sin el Socialismo como meta, caemos lentamente en la tela de araña imperial. Sin querer radicalizar, ya ni siquiera en el discurso, no hay futuro para esta Revolución asediada, no podremos defenderla.

No hay victoria por este camino de respuestas tácticas a una agresión que tiene clara su estrategia: el imperio sabe lo que quiere, sabe cómo obtenerlo y está desplegando su plan. No se trata de que leopoldo sea un muchacho descarriado, de que sus amigos querían matarlo, de que a la masa que sale a protestar le pagan. No es eso, por allí no es la defensa de la Revolución, se trata de una brutal agresión del capitalismo contra la posibilidad ¡SO-CIA-LIS-TA! Lo demás es anécdota.

¡Sin Socialismo no hay Maduro, sin Maduro no hay Socialismo!

 

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