lunes, 3 de febrero de 2014

CHÁVEZ SIN SOCIALISMO NO ES CHÁVEZ.

Por Toby Valderrama y Antonio Aponte

Los acontecimientos se precipitan con la fuerza de una catarata, los pensamientos se agolpan en las mentes buscando vías de expresión, ya el ritmo de programas, textos, Granos de Maíz no es suficiente para dar cuenta de lo que sucede con la velocidad propia de la crisis. La angustia del náufrago embarga el forcejeo.
La energía que hilvana todos los sucesos de la actualidad, es, no podía ser de otra manera, el Comandante Chávez. La pregunta que surge es, ¿qué hace de Chávez el determinante de la historia contemporánea, por qué la actividad social, política, económica, todo, gira alrededor de Chávez? De la respuesta dependerá el Chávez que guía los pasos. Nosotros afirmamos que es, sin duda: porque Chávez, además de ser un humano extraordinario, se hizo vital cuando unió su vida a la esperanza, al Socialismo. Ese es nuestro Chávez, unido al Socialismo. Otro Chávez, sin contenido, es inofensivo para el sistema capitalista, para la oligarquía, fácilmente asimilable, convertible en ícono sólo útil para festividades vacías.
Es así, Chávez es Socialismo, se fundió con esa idea, comprendió que sólo cambiando profundamente la humanidad podía ser viable, advirtió que él mismo debía renacer. Fue al desierto de la soledad, de la cárcel, y allí se hizo otro, mesías de un nuevo mundo. Entonces se talló redentor, corrió los riesgos de ser diferente, de romper con lo establecido. Era el mismo y simultáneamente otro, tenía el brillo de los grandes, la visión de los santos, vivía entre nosotros y al mismo tiempo en la sociedad que soñaba, allá donde todos son hermanos, por eso perdonaba más allá de nuestra comprensión, la crítica para él no era ataque entre seres mercancías, era amor de hermanos.
Por eso lo odian los oligarcas, que no cesan de perpetrar ataques contra su legado, atacan al gobierno de manera directa, intentan borrar a Chávez del recuerdo de los humildes, pero también intentan despojar su legado con promesas, con espejismos, con diálogos imposibles. Su objetivo es uno: pervertir el recuerdo de Chávez-Socialista, transformarlo en algo que no haga daño, bronce, recuerdo inocuo, Chávez sin contenido, Chávez que no pelee contra los capitalistas, contra el imperio capitalista donde quiera que esté, como quiera que se vista, sea cual sea el idioma que hable.
¡Viva Chávez y su legado original: el Socialismo!
 

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