El Presidente Maduro nos alerta: la oposición se encuentra preparando una “insurrección” para las próximas elecciones a celebrarse el 8 de diciembre.
Ya las cartas están sobre la mesa, no hay oscuridades, sabemos que la oligarquía intentará un feroz ataque contra la Revolución, el pueblo humilde, la Patria.
¿Qué actitud tomar? ¿Cuál es nuestro deber?
No podemos cruzarnos de brazos, dejar solos a nuestros dirigentes y esperar que los mantuanos de hoy trunquen los sueños de los humildes y los trabajadores. Lo que hoy se decide es el tipo de país que seremos en los próximos años, cómo pasaremos a la historia. Es una responsabilidad de nosotros con nuestro país, con nuestra historia llena de heroísmo, y con la humanidad toda que espera nuestro ejemplo, que tiene esperanzas en que nosotros no sucumbiremos, que no seremos seducidos por limosnas y promesas que esclavizan, que resistiremos al sistema capitalista que hunde al planeta.
Ya basta de condescendencias, aquiescencias, perdones que los oligarcas aprovechan para preparar nuevas agresiones. La Patria se decide en esta embestida que se asoma como brutal, la historia del fascismo y el odio que la sustenta así lo indican.
El único camino para las fuerzas de la honestidad, de la paz, de la Revolución, la única manera de detener la locura fascista, es que el oligarca entienda que si se atreve, todo le saldrá tan caro que no podrán soportarlo. Desatarán una pasión, que sin duda, cambiará al mundo.
Los días que vienen deben encontrarnos preparados, primero en la idea, en saber qué hacer y cómo hacerlo. Serán días que exigirán mucha claridad, disciplina, pero sobre todo un plan, un indicativo de cómo comportarnos. Por eso proponemos los siguientes puntos para la unidad en el combate.
Si se atreven, al primer disparo oligarca, al primer llamado a desbocarse, al motín que sirva de excusa al zarpazo mantuano, debemos respetar, guiarnos, por este Manifiesto de los Barrios, Obreros, Campesinos.
1.- No aceptamos más gobierno que el del Presidente Maduro en su condición de heredero, hijo, de Chávez. No será posible ninguna estabilidad sin el gobierno del Presidente Maduro.
2.- No seguiremos más instrucciones que las que emanen de la Presidencia y de sus organismos delegados. Mantendremos la disciplina, lucharemos contra el fraccionalismo.
3.- Las armas oligarcas serán declaradas ilegales, las evidentes y las sutiles. Así, sus medios de deformación y manipulación serán expropiados, pasarán a propiedad social administrada por el Estado Nacional.
4.- Sus instrumentos de explotación, fábricas, fundos, pasarán a propiedad social administrada por el Estado.
5.-Todo oligarca que accione contra la república será considerado delincuente en flagrancia y será detenido para posterior enjuiciamiento.
6.- Las claves para el triunfo popular son la disciplina, la unidad, el respeto a las líneas de mando.
7.- En esos momentos de crisis no habrá más ley que salvaguardar a la Revolución, al gobierno de Chávez encarnado en el Presidente Maduro. Todo quedará subordinado a esa Ley de Leyes… la Revolución debe vivir.
7.- A la hora del desenlace, todo ciudadano de bien, todo revolucionario, tiene la obligación de cumplir este decreto o cualquiera que emane de la Dirección Revolucionaria, el desacato será considerado delito de "Lesa Patria". Desde este momento todos debemos organizarnos para hacer cumplir este decreto, para discutirlo.
¡Viva el Presidente Maduro!
¡Vivan los hijos de Chávez!
¡El Chavismo nunca muere!
¡Al capitalismo ni tantico así!
Escuela Política "El arado y el mar"
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