ANTONIA MUÑOZ
Son muy importantes y esenciales todos los 5 objetivos históricos y sus respectivos objetivos nacionales, estratégicos y generales, presentados por el candidato de la Patria, en su propuesta para la Gestión Bolivariana Socialista 2013- 2019. Sin embargo, en la reflexión de hoy nos permitimos expresar una opinión muy personal que presentamos a manera de recomendación. Nos referimos al Objetivo Nacional 2.4: CONVOCAR Y PROMOVER UNA NUEVA ORIENTACIÓN ETICA, MORAL Y ESPIRITUAL DE LA SOCIEDAD, BASADA EN LOS VALORES LIBERADORES DEL SOCIALISMO. Fundamentamos este planteamiento de conferirle tanta importancia al precitado objetivo nacional, al extremo de sugerirlo como eje transversal del resto de los objetivos de gobierno, porque estamos convencidos que muchos planes y programas se ven obstaculizados por la no comprensión, adopción y práctica de algunos de los VALORES LIBERADORES DEL SOCIALISMO. Además, porque gobernar también es satisfacer necesidades espirituales del hombre.
A esta altura del planteamiento necesitamos preguntarnos, y ¿Cuáles son los valores liberadores del socialismo? Como quien esta reflexión escribe no es ninguna experta en teoría socialista, me atrevo a confesar que aquí reflejaremos lo que la vida y la práctica nos han ido indicando que son valores válidos y que funcionan para hacer más armoniosa la relación entre las y los venezolanos. También fundamentaremos nuestro planteamiento en principios aceptados por muchos filósofos y pensadores, de los cuales hemos ido aprendiendo porque compartimos sus teorías, ya que la práctica nos ha venido diciendo que tienen sentido y aplicabilidad. Para quienes nos consideramos cristianos practicantes los dos primeros valores socialistas son: EL AMOR Y LA SOLIDARIDAD, valores que deben estar presentes en todo lo que emprendamos como parte de nuestro diario vivir.
Como dijera el apóstol Pablo en su Primera Carta a los Corintios: “si hablase en lengua…, si tuviese profecía y entendiese todos los misterios y toda ciencia… si tuviese toda la fe…; si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres y si entregase mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor… Si tuviese todo eso y no tengo amor… nada soy, de nada me sirve. Y termina diciendo el Apóstol en “LA PREEMINENCIA DEL AMOR”: Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor”. Pablo no se refería al amor carnal, incluso iba más allá del amor entre padres e hijos, entre hermanos y hermanas. En mi opinión, Pablo se refería principalmente al amor a un Ser Supremo, al amor a Dios, que la única manera de ponerlo en práctica es amándonos los unos a los otros, como su hijo, Jesús no los enseñó. No hay manera de amarnos los unos a los otros, sin respetarnos y reconocernos los unos a los otros.
Como la principal tarea de hoy es precisar cuáles son los valores socialista sobre los cuales debemos construir el proyecto de país, que hemos bautizado como Socialismo Bolivariano, nos permitimos agregar a la lista unos valores citados por Toby Valderrama ( un grano de maíz) en su artículo del miércoles 9 de febrero de 2011: CONCIENCIA DEL DEBER SOCIAL, que no es otra cosa que el sentido de pertenencia a la sociedad, lo cual permite entender que no vivimos solos ni aislados, que pertenecemos a una sociedad a la cual contribuimos a modelar con nuestra conducta y la cual como colectivo también condiciona nuestro accionar. La comprensión de esta verdad nos permite espantar de nuestras vidas el egoísmo y el individualismo. Nos permite buscar soluciones colectivas a los problemas que afectan nuestras vidas. Es algo así como internalizar o hacernos conscientes de que si a los otros les va bien, a cada uno de nosotros nos irá bien igualmente.
Otro valor socialista es la DISCIPLINA, como lo establece el artículo 6 de los Estatutos del Libro Rojo del PSUV: la DISCIPLINA CONSCIENTE BASADA EN LA CRÍTICA Y LA AUTOCRÍTICA. La DISCIPLINA basada en el debate de ideas que permite la irreverencia en la discusión, pero exige lealtad en la acción. Como dice Toby Valderrama, en un Grano de maíz, la DISCIPLINA que no es producto del miedo, sino del convencimiento de las ideas. DISCIPLINA que no es usada como un instrumento de chantaje o castigo, para a lo interno silenciar, censurar o criminalizar la opinión de las y los militantes de la revolución.
El apego y defensa sin condicionamiento de LA VERDAD y de LA JUSTICIA, son dos valores socialista que debemos defender con fuerza. Parafraseando al Ché, toda aquella o aquel que se considere revolucionario debe indignarse ante cualquier injusticia. Todo revolucionario debe abrazar como valor fundamental y hacerlo práctica de vida, la lucha contra todo lo que sea injusto, incluso si la injusticia se comete contra alguien que no es de nuestro afecto. Una gran injusticia, que de tanto repetirse ya muchos la consideran inherente al oficio de la política es el uso de la mentira y tergiversación como herramienta para dañar reputaciones de líderes, liderezas y proyectos que no convienen a los intereses personalistas o grupales de alguna gente que a la larga termina favoreciendo a los intereses imperiales de dominación que decimos combatir.
Si estamos convencidos que los objetivos planteados por el Gobierno Bolivariano Socialista, tienen como fin último la búsqueda de “la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política”; entonces, debemos abrazar como valor LA LEALTAD al máximo líder de este proyecto, de cuya dirección, por ahora, depende en buena medida el mismo. Algunos dirán que nadie es indispensable, a lo cual le respondería Bertolt Brecht: … los hombres que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles. Todos los aportes que permitan profundizar e internalizar los VALORES LIBERADORES DEL SOCIALISMO, serán altamente apreciados! Viviremos y venceremos!
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