domingo, 4 de septiembre de 2011

La lección de ALCASA.

Edgar Meléndez 


Los resultados arrojados por el reciente proceso electoral para renovar la directiva de SINTRALCASA sirven para poner de relieve una situación sobre la cual, desde el movimiento popular y revolucionario, se viene advirtiendo con preocupación desde hace bastante tiempo.

En el caso concreto de ALCASA, extensible con sus particularidades a todas las demás empresas de Guayana y al Movimiento Obrero y Sindical del país en general, se ha hecho evidente en los últimos años que la Fuerza Socialista Bolivariana de Trabajadores (FSBT) actúa guiada por intereses y métodos que no se corresponden con los intereses políticos revolucionarios de los trabajadores y trabajadoras y se han dedicado, al mejor estilo del oposicionismo contrarrevolucionario, a sabotear gestiones comprometidas con el proceso bolivariano como la de Elio Sayago, o a enfrentar a sectores que como la UNETE demuestran cada día un compromiso irreductible con las luchas reivindicativas de los trabajadores y trabajadoras y con el programa político de avance hacia el socialismo en Venezuela.

La FSBT es responsable directo de la no aprobación de una nueva y revolucionaria Ley Orgánica del Trabajo y responsable además de negar la posibilidad de que los trabajadores y trabajadoras cuenten con un instrumento legal que los blinde de las arremetidas patronales (públicas o privadas) cuando estos han decidido avanzar en la conformación de los Consejos Socialistas de Trabajadores y Trabajadoras en sus centros de trabajo; ejemplos sobran como Friosa y Orinoco Iron.

Igualmente la FSBT se ha mantenido al margen de la construcción y desarrollo de espacios de encuentros y debates para el fortalecimiento del Control Obrero como forma de empoderamiento de la Clase Trabajadora en sus centros de trabajo y además como forma concreta de transición hacia el socialismo más allá del plano discursivo, y con ello se han garantizado el rechazo de buena parte de los sectores, corrientes y sindicatos que defienden al proceso bolivariano desde posiciones clasistas autónomas y consecuentes.

Todas estas cuestiones, y más, han sido señaladas y denunciadas por el movimiento popular y revolucionario que hasta ahora lo que ha recibido es silencio y desprecio; sin embargo, la clase obrera junto a la UNETE, partidos políticos revolucionarios y sectores verdaderamente comprometidos dentro del PSUV viene avanzando en la organización y movilización en defensa de la revolución y en la conquista de sus derechos y reivindicaciones; lo que le corresponde a la FSBT es hacer las lecturas políticas correctas y ojala que en el gobierno, para bien del proceso, empiecen de una buena vez a evaluar a quienes sirven acciones como aquella ejecutada por el Movimeinto 21 (FSBT) que mantuvo por más de treinta días cerrada a Alcasa.

El resultado de la elección de Sintralcasa sirve incluso para hacer extrapolaciones exteriores y comprender que con sordera, prepotencia y sectarismo no se llega muy lejos. El Presidente Chávez ha dado suficientes muestras de ser un líder inteligente, confiamos en que sacará de Alcasa las mejores conclusiones para bien de todos.


Militante del PCV

www.twitter.com/edgarmelendez79



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