Aurelio Gil Beroes
Aun cuando es negro el color del petróleo pesado que yace en las inmensas reservas de la Faja del Orinoco, este recurso energético, por diferencias en su composición química, viscosidad y densidad, puede adquirir una amplia gama de tonalidades, que va desde incoloro hasta negro, pasando por el amarillo o el rojo.
Aunque para los expertos y especialistas el asunto no es nuevo, para la mayoría de los ciudadanos sí lo es.
Y es que por alguna razón se ha generalizado la especie de que el petróleo es negro. De hecho se ha extendido por el mundo entero la denominación de “oro negro”, para definir las potencialidades económicas.
Los petróleos son líquidos aceitosos u oleosos, de origen natural, formados por distintas sustancias orgánicas llamadas hidrocarburos, que son compuestos orgánicos constituidos específicamente por átomos de carbono e hidrógeno.
De acuerdo con los autores del trabajo Petróleo: prospección y cateo (localizable en Internet) los crudos de bajo peso específico (peso por unidad de volumen), es decir crudos livianos, son amarillos; los medianos color ámbar y los más pesados oscuros.
Señalan además, que los petróleos de color claro son ricos en gasolina, mientras que los petróleos densos y de una gran viscosidad lo son en asfalto.
En otro trabajo localizable en la red, denominado El petróleo y la petroquímica, el autor señala que la gama de colores va del neutro o incoloro hasta el negro.
Y agrega: “el color del petróleo crudo es variado: lechoso, marrón, amarillo, verde oscuro hasta negro”.
La pigmentación del crudo está íntimamente ligada a su constitución química y a su densidad, y en esto parece influir, en forma determinante, la composición de los distintos hidrocarburos que lo constituyen.
Hoy sabemos que, por su densidad y peso específico, el petróleo de la Faja del Orinoco es de color negro, pero tal vez en un período de su constitución tuvo otra densidad y tal vez otra coloración.
Los especialistas en geoquímica explican que casi todos los crudos comienzan con densidades que oscilan entre 30º y 40º API, pero, posteriormente, una serie de procesos biológicos, químicos y físicos, generan una línea de degradación y se hacen más pesados.
La densidad se define convencionalmente en términos de grados API ( Américan Petroleum Institute) y está vinculada con la gravedad o densidad del crudo en cuestión, mientras más denso es el petróleo más baja será su densidad API.
Puede especularse entonces que las mayores reservas de petróleo pesado del mundo, localizadas en la Faja del Orinoco, en una remota era geológica habrían comenzado a abandonar claros y vistosos colores para alcanzar el negro brillante que hoy las caracteriza.
viernes, 6 de noviembre de 2009
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